En 2023 se podría evolucionar de problemas para acceder a los alimentos, temas de producción, expresa un documento publicado por el Banco Mundial.
El Banco Mundial presentó el trabajo titulado “El potencial de la integración. Oportunidades en una economía global cambiante”, en la que se abordan dos grandes capítulos en casi 100 páginas. El primero, “Fortalecer la resiliencia, estimular el crecimiento”, y el segundo, “Reconectarse a una economía mundial cambiante”.
Se advierte que el trabajo fue realizado por personal del Banco Mundial y aportaciones externas, y que no representa necesariamente la opinión de la institución. La fecha de corte para este informe fue el 23 de marzo de 2023.
En el primer capítulo se trata, entre otros temas, los efectos de la invasión rusia a Ucrania y la reducción de la inflación. Dos temas que afectan y preocupan en la región latinoamericana.
Respecto al primero, el Banco Mundial señala en el texto que la invasión rusa incrementó los precios de los alimentos y de la energía lo que causó pérdida del poder adquisitivo y frenó la recuperación económica de América Latina y el Caribe (ALC).
En relación a los fertilizantes señala que “los precios domésticos para los productores agropecuarios de ALC siguen siendo unas 2,5 veces más altos que antes de la pandemia. Los precios más elevados de dichos insumos (además de sequías en algunas regiones) impactan adversamente en los medios de vida de estos productores y reducen el área sembrada y los rendimientos”.
Esa situación podría hacer que en 2023, en algunos países, “la crisis alimentaria se desplace de problemas como la asequibilidad (acceso a los alimentos) a temas de disponibilidad (producción de alimentos)”.
“El impacto” de ese fenómeno “varía enormemente” según el país. Algunos como Colombia, Perú y Costa Rica “están experimentando subas en los niveles de pobreza”; otros como Panamá enfrentan “tensiones sociales”, o Centroamérica, Haití y países andinos enfrentan “inseguridad alimentaria”.
“En términos absolutos, se calcula que unos 5,5 millones de personas cayeron en la pobreza, siendo los países con mayor población, como México, Brasil y Colombia, los que experimentaron los mayores aumentos”.
A su vez, y también con variaciones según el país, la inflación “exacerbó la desigualdad”.
“En Colombia y Nicaragua, el aumento estimado de la desigualdad triplica el promedio regional; en Brasil, Uruguay y Panamá, es menos de la mitad del aumento en la región”.
La inflación en América Latina y el Caribe
Sobre la inflación, el texto indica que en 2022 los países de la región, excluyendo Argentina y Venezuela, “la inflación cerró con un promedio de 7,9%, por debajo de la observada en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y en Europa oriental, aunque por encima de Asia oriental”.
En abril de 2022, “la inflación mensual alcanzó su máximo con 1%, para luego caer a 0,4% en enero de 2023; se prevé que la inflación anual disminuya a 5,0% en 2023”.
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