La situación del suministro de agua en Montevideo sigue siendo un tema crítico y no se pronostican para los próximos días importantes precipitaciones en la cuenca del río Santa Lucia. Dentro de las medidas de emergencia, avanza la construcción de una represa en el Paso Belastiquí.
Las previsiones de abastecimiento de agua potable para Montevideo se ubican entre 20 y 30 días. Por el momento se continúa con la mezcla de agua dulce de la represa de Paso Severino, con otra que se obtiene del Río de la Plata, de ahí los niveles de sodio del agua que sale por las canillas en Montevideo y la zona metropolitana. La cota de Paso Severino tiene una reserva de 6,2 millones de metros cúbicos de un total de 67 millones de capacidad, o sea está por debajo del 10%.
Dentro de las medidas de emergencia que se han comenzado a tomar está la construcción de una represa en el Paso Belastiquí. Este se ubica en el río Santa Lucía, a 10 kilómetros de la usina de aguas corrientes. Con esta represa se busca que captar agua cuando sube la marea. Se proyecta que la obra estará terminada antes del fin de semana y esto daría, según técnicos de OSE, una reserva de dos o tres días más a las ya existentes.
El objetivo de la obra es crear un reservorio de agua del río Santa Lucía entre ambas presas. En la actualidad, más de un tercio del agua que entra al embalse de Aguas Corrientes proviene del bombeo del río Santa Lucía, aguas abajo, o sea la que contiene sodio.
Con dicho bombeo, estas aguas se mezclan en el embalse con las aguas que aporta el río Santa Lucía de forma natural desde aguas arriba.
En el embalse de Aguas Corrientes se juntas ambas y de ahí se extrae el agua que OSE brinda a la población.
El tema es que desde noviembre del 2022 a la fecha se ha bombeado de manera acelerada desde aguas abajo. OSE señaló que “la escasez de agua del embalse de Aguas Corrientes provoca que, actualmente, el bombeo desde aguas abajo deba ser continuo, para mantener el volumen mínimo de seguridad de dicho embalse. Dado que el bombeo debe ser continuo, se necesita un nivel mínimo de agua, aguas abajo de la presa de Aguas Corrientes”.
Esa agua que ingresa depende de las mareas del Río de la Plata, ya que no recibe aporte desde aguas arriba de dicha presa. Cuando baja la marea del Río de la Plata, el río Santa Lucía, aguas abajo de la presa de Aguas Corrientes, acompaña la bajante vertiendo sus aguas al Río de la Plata, provocando tal disminución de nivel que el bombeo de aguas abajo hacia el embalse se hace imposible. Lo que se pretende con la represa que se construye es retener el agua que proviene del Río de la Plata en marea alta.
Se estima que este procedimiento llevará a que se asegure la mezcla de agua por unos 20 o 30 días más. Si no llueve, a fines de junio, se bombeará solamente agua del Río de la Plata, ya que las reservas de aguas arriba de Paso Severino estarán agotadas. El agua pasará a ser solamente con “fines estrictamente sanitarios”, o sea no bebible. Con la misma se podrá rellenar la cisterna, bañarse o lavar vajilla, pero no beberse por su alto contenido de sodio.
Interior casi normal
En el resto del país la situación es prácticamente normal con algunas excepciones. OSE informó que, en el litoral sur, en San José, se mantiene la misma situación de rebombeos y no habría inconveniente para asegurar el suministro por 60 días. En Colonia la localidad más comprometida era Nueva Helvecia donde se mantiene la misma proyección de 60 días de abastecimiento garantizado y continúan las obras de tubería desde Picada Benítez hasta el embalse de la usina. En la zona de Costa de Oro, el abastecimiento del Sistema Atlántida sigue dependiendo de la usina de La Floresta y del Sistema Metropolitano de Aguas Corrientes.
El otro caso particular es Minas (Lavalleja). Ahí el embalse se encuentra 4,54 metros por debajo de lo normal y se ha mantenido estable en las últimas 48 horas como resultado de la operativa de apagado nocturno de la Usina de Maggiolo y el uso de rebombeos en la cuenca.
“Sistema político con luces cortas”
En medio de este panorama poco alentador, el senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) indicó que estamos a 15 días de que Montevideo y la zona metropolitana se quede sin agua de la principal fuente de abastecimiento que tuvo el país tradicionalmente. Esto es “una demostración más de que muchas veces el sistema político se maneja con las luces cortas y no mira a lo lejos, como también en muchísimos temas”.
Estos comentarios los realizó durante la reciente interpelación a la ministra de Salud Pública, Karina Rando y al ministro de Ambiente, Robert Bouvier. Según Manini, esta es una oportunidad para que tomemos conciencia de la importancia de encarar estos temas con la debida antelación “y pensándolo en clave de país y no en clave partidaria, no pretendiendo echarnos culpas de quién es el responsable de que hoy no tengamos la infraestructura necesaria para enfrentar una situación como esta, que por supuesto es excepcional”.
También señaló que una solución sería poner un caño desde el Río Negro, que es una fuente de agua mucho más segura que el Santa Lucía, y traerlo al área metropolitana, pero aclaró “esa agua ya está comprometida con una empresa multinacional”. En esa misma instancia el senador Guillermo Domenech indicó: “No hemos sabido conservar esa riqueza hídrica que tiene el Uruguay, las mejores aguas que pudimos beber durante muchísimos años”.
Detectan venta de agua adulterada
Las ventas de agua embotellada se han multiplicado por tres en Montevideo y en la zona metropolitana, mientras no se constatan cambios de precios importantes, según un relevamiento de Defensa del Consumidor del Ministerio de Economía. Lo que sí se ha observado es que es casi imposible encontrar bidones de 5 o 6 litros en los comercios, sino en botellas de 2,25 o 2,5 litros. La Intendencia de Montevideo autorizó el ingreso de agua embotellada del interior, siempre que la misma cuente con la aprobación de los servicios de bromatología de cada departamento y del Ministerio de Salud Pública. Esta autorización es por seis meses.
También ya se han detectado estafas con el agua. Se está investigando a una persona por vender agua que sacaba directamente de la canilla y la embotellaba como si fuera agua potable. Sucedió en La Chancha (Punta de Rieles). Allí las personas compraron agua a un vendedor que decía que su agua era mineral pero comenzaron a sentir serios problemas gastrointestinales. Fue denunciado por la empresa para la cual trabajaba. Tomaba los bidones de esta empresa y los llenaba con agua de la canilla en Ciudad de la Costa, donde fue detenido.
La fiscalía lo podría acusar de estafa y delito contra la salud pública. Pero no es el único caso. La Dirección Nacional de Aguas (Dinagua) y la Unidad de Defensa del Consumidor está investigando situaciones similares en otros barrios, como ser Paso de la Arena y Sayago.
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