Los puertos de la región se han visto afectados por una sucesión de conflictos, que son el resultado de enfrentamientos entre funcionarios portuarios y autoridades del sector, provocando en algunos casos incidentes que hasta motivaron la participación de la policía. Las amenazas de despidos por parte de los empresarios al mismo tiempo que plantean demandas contra el gobierno de turno son denunciadas por los sindicatos como una conducta sistemática por parte del grupo Ultramar, controlante de Montecon, el operador de la terminal pública.
¿A quién defiende el SUPRA?
Desde que la Administración Nacional de Puertos (ANP) firmó un contrato con la empresa Katoen Natie para la concesión de la Terminal Cuenca del Plata, la empresa Montecon (controlada por la chilena Ultramar) ha presentado múltiples reclamos. A pesar de que esta empresa no ha ganado ninguna licitación ordenada por la ANP –en alguna de las cuales se “equivocó” en la presentación de ofertas lo que valió su anulación–, se sirvió de la extensión de contratos precarios para obtener beneficios no autorizados por la ANP. Esto derivó en la destitución del entonces gerente general de ANP, Néstor Fernández, por autorizar al grupo chileno a una ampliación de tomas de corriente eléctrica para contenedores refrigerados de forma directa y sin llamado público.
De todas formas, los paros han continuado, primero en contra de las amenazas de la empresa de despedir funcionarios, además por no respetar los convenios firmados. Hoy las medidas se anuncian en rechazo al convenio firmado, por lo tanto, en defensa de la empresa chilena.
Valparaíso: conflicto, incidentes e insólita propuesta
Los hechos mencionados ocurrieron en puertos como Valparaíso en Chile y Rosario en Argentina, y tuvieron o tienen un actor en común: la empresa chilena Ultramar o su socia uruguaya Montecon.
En 2018, el puerto chileno de Valparaíso debió soportar una paralización de actividades generada por un conflicto entre la empresa Ultramar, concesionaria de la TPS, y sus funcionarios. En aquella ocasión, el entonces presidente Sebastián Piñera expresaba: “Se acabó el tiempo de las intransigencias y este es un mensaje para las empresas y los trabajadores; y se acabó el tiempo de la violencia y los desórdenes públicos. Llegó el tiempo de madurez, diálogo y sentido común”.
Las manifestaciones del mandatario recibieron la pronta respuesta del principal de Ultramar y presidente de TPS, Richard Von Appen, quien en la ocasión manifestó: “Sí, somos intransigentes con la gente que ha violentado, que ataca nuestras oficinas y a nuestras personas. En eso somos intransigentes. Estamos en una situación compleja, lo que sucedió fue algo para mí muy triste; el nivel de violencia e intolerancia es algo que en Valparaíso yo no tengo memoria haber visto esto. Nuestra gente está muy asustada, nosotros estamos tratando de subir los ánimos”, agregó. Como forma de resolver el reclamo salarial el empresario informó: “Nosotros nos hemos estado reuniendo con los dirigentes y aumentamos cuatro veces la ayuda. Esto es un regalo, no necesita ninguna asamblea, ellos solo deben decidir si la toman o no”.
Además, expresó: “Nosotros acordamos aumentar nuestra ayuda de $ 200 000 a $ 800 000 (pesos chilenos) y eso se lo entregamos en un documento; eso es lo que estamos esta semana entregando a los trabajadores que están trabajando y ellos están pasando a retirar esos (montos)”. La ayuda referida era la de un préstamo otorgado por la empresa a pagar en cuotas.
Es de destacar que en la cotización actual de un peso chileno es el equivalente en pesos uruguayos a $ 0,048. El conflicto se resolvió con la presencia de las Fuerzas Especiales de la Policía Chilena, generando graves incidentes.
Puerto de Rosario (Argentina): un mismo conflicto y un mismo responsable
El conflicto en el Puerto de Rosario que duró más de un mes se reactivó la pasada semana por un piquete que exige la reincorporación de cinco trabajadores tras un acuerdo con el sindicato. La paralización de las operaciones desde inicios de diciembre tuvo que ver con la cesantía de 25 empleados. Tras la negociación, se reincorporaron a 20 y los cinco restantes, según la empresa, protagonizaron hechos de violencia y hoy volvieron a bloquear el acceso a la firma antes de ser desalojados por la policía, según informó el portal Infobae.
La razón del conflicto laboral que frena una de las vías de ingreso, es que TPR (propiedad de Ultramar, socia de Montecon) no se adhirió en un principio a un acuerdo paritario del sector y, a medida que escalaban las protestas, despidió a 25 trabajadores. Después de un tenso conflicto y la mediación del Ministerio de Trabajo, se llegó a reconocer el acuerdo salarial y se aceptó la vuelta al trabajo de una parte de los despedidos. Cinco de ellos, a los que la empresa identifica como autores de hechos violentos y actos de vandalismo, quedaron fuera del acuerdo de reincorporación. La empresa solo accedió a compensarlos.
La Prefectura y la seguridad privada del puerto lograron el ingreso de los trabajadores y el bloqueo se trasladó a la avenida Circunvalación y al acceso a la terminal fluvial. El bloqueo fue inmediatamente desalojado por la policía provincial, en un altercado que incluyó gases lacrimógenos.
“La policía constató un hecho delictivo (corte sobre Circunvalación) y procedió al desalojo siguiendo todos los pasos previstos por protocolo”, dijo Claudio Brilloni, secretario de Seguridad Provincial de Santa Fe. El Sindicato no se manifestó al respecto.
Puerto de Montevideo: paros y consecuencias
Luego de una sucesión de paros organizados por los funcionarios de la empresa Montecon, ante la amenaza de despidos y el desconocimiento de acuerdos firmados por la empresa ante el Ministerio de Trabajo (MTSS), en los últimos días aparece el SUPRA (Sindicato Único Portuario y Ramas Afines) encabezando las medidas de lucha en contra de los contratos firmados. Las continuas paralizaciones no solamente afectan la actividad portuaria. En las últimas horas el presidente de la Intergremial del Transporte de Carga, el Ec. Ignacio Asumendi, expresó en declaraciones a la prensa: “Las continuas paralizaciones nos tienen de rehenes a los transportistas”, y agregó: “El comercio exterior está trancado por el paro de los trabajadores portuarios”.
Por su parte, desde el SUPRA se informó que “los retrasos obedecen a la sobrecarga de trabajo de la Terminal TCP”.
Los trabajadores también expresaron que todavía no están garantizados todos los puestos de trabajo.
“La actividad portuaria está en crecimiento, por lo tanto entendemos que no debería desaparecer ningún puesto de trabajo, por lo contrario, deberían aumentar tal cual lo anunció y se comprometió el gobierno en su momento”, señaló el SUPRA, sin hacer referencia a la decisión de la empresa Montecon de prescindir de personal.
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