Otra vez la Sub 20 juega un partido clave un jueves y nuestra página del miércoles corre riesgo de quedar desactualizada.
Pero no podemos dejar pasar esta historia que se está escribiendo en la Argentina.
Siempre creí que las cosas tienen que tener contexto, sin ello es imposible que los que no son especialistas entiendan de qué se trata.
Voy a dar un ejemplo, si digo que Peñarol y Nacional son tricampeones del mundo, son claves dos datos para saber si es mucho o poco, o más o menos.
- Fueron los primeros en el planeta, Peñarol desde 1982 y Nacional desde 1988. Recién en 1990 pudo empatarles el Milán y así, con solamente ellos tres, se cerró todo el siglo XX.
- Al día de hoy, a pesar de la desaparición de los primeros planos de nuestros grandes, apenas Boca y San Pablo son los clubes sudamericanos que tienen tres mundiales de clubes y ninguno los supera.
Aclarado esto y en tren de contextualizar, es bueno destacar algunos hechos que realzan la actuación de la selección Sub 20 de Uruguay.
- Es la única selección americana en carrera (Conmebol y Concacaf).
- Es la 7ma semifinal mundial en 16 participaciones mundialistas. (tercero detrás de Argentina y Brasil).
- Las únicas derrotas en el camino fueron con Brasil en la final sudamericana y con Inglaterra en fase de grupos. Ambos se burlaron pero ya quedaron eliminados.
- De los ocho países campeones mundiales de mayores, solamente quedan en carrera Italia y Uruguay. Argentina fue eliminado dos veces, en primera fase del sudamericano y en octavos de final jugando de local.
- Uruguay fue una de las seis cabezas de serie. Para elegirlas la FIFA realizó un conteo de puntos de lo hecho, con coeficientes, por cada uno de los 24 participantes en los últimos cinco mundiales Sub 20 (2011-13-15-17 y 19). En esa tabla de posiciones Uruguay quedó PRIMERO, sí, PRIMERO.
- En Sub 20 Uruguay fue campeón sudamericano en 2017 y en 2023 estuvo a 5 minutos y nada más del último título. Es subcampeón actual.
- En la tabla de campeones sudamericanos Sub 20, Uruguay con ocho copas está segundo detrás de Brasil.
- En la tabla general de puntos ganados en toda la historia de los 22 mundiales Sub 20 jugados desde 1977, hasta ahora Uruguay está cuarto entre 210 selecciones (solamente superado por Argentina, Brasil y España).
- El actual DT de Uruguay, Marcelo Broli, salió campeón de la Libertadores Sub 20 con Peñarol en 2020. En seis copas Libertadores Sub 20 jugadas, los clubes uruguayos lideran con dos copas (Nacional 2018 y Peñarol 2022), dos subcampeonatos con Liverpool y Defensor y un 3er puesto con River.
- El déficit nuestro está en copas del mundo ganadas, ya que mientras Argentina ganó seis y Brasil cinco, los celestes tienen dos subcampeonatos obtenidos (1997 y 2013).
¿Por qué todo esto? Porque estos datos muestran que nada es casual. El fútbol uruguayo, cuando el dinero aún no es determinante para armar o desarmar equipos muestra a un Uruguay de primer nivel. Sea selección mayor con 3 buenos mundiales de los últimos 4 y a nivel de selecciones y clubes Sub 20. Hay números y hechos que respaldan esto.
De todas maneras hay algo que a veces me pone mal. Siempre leí y escuché y hasta vivencié grandes hazañas del fútbol uruguayo. Revisando publicaciones extranjeras, en especial argentinas y brasileñas, la palabra “milagro” parecía surgir de inmediato ante una derrota dolorosa ante los nuestros.
Yo creía que nos estaban elogiando, pero algunos periodistas e historiadores como Atilio Garrido me hicieron ver que si calificamos de milagro una gran victoria deportiva en realidad la estamos menospreciando.
Milagro es típico de algo que como no entendemos por qué sucede, en lugar de declararnos ignorantes, se lo atribuimos al destino, a algún Dios e incluso a un simple golpe de fortuna.
Pasaba en la antigüedad con la lluvia, que tan bien nos vendría ahora, o con cualquier cosa que aún la ciencia no hubiese sabido explicar.
Argentinos y brasileños dolidos por derrotas duras en finales importantes, en lugar de reconocer nuestra superioridad apelaban al milagro o solamente a la “garra charrúa”.
¿Acaso es milagro que las vitrinas de la AUF tengan más copas ganadas durante todo el siglo XX que ninguna otra federación de las 210 que componen la FIFA?
Nuestra población de apenas 3 millones, nuestras arcas por siempre flacas en fútbol, podrían hacer pensar eso. ¿Pero entonces el esfuerzo de tantos gladiadores que encararon los partidos con bravura y valentía, que pudieron sobreponerse a públicos hostiles, arbitrajes dudosos, maniobras reglamentarias, etc., nada tuvo que ver? Si todo eso se superó por un carácter indómito y corajudo de deportistas templados en nuestros campitos, dotados de una pasión inusitada, y un talento aprendido en partidos de 100 contra 100 con una sola pelota… ¿dónde estaría el milagro?
Es un tema de debate, pero cada vez crece más la idea de que nuestros triunfos a lo largo de la historia fueron gracias a… y a pesar de…, pero jamás por casualidad.
75 000 niños y niñas de 70 ligas en 700 clubes desparramados a lo largo y ancho del país juegan desde los cuatro o cinco años con tarjeta roja y amarilla, camiseta, jueces, técnicos y dirigentes desde hace décadas. Seguramente se cometen errores, hay insuficiencias, pero todo eso les da desde botijas una capacitación que luego les permite brillar en los clubes más poderosos del planeta.
Uruguay enfrentará la semifinal ante el subcampeón europeo, Israel que viene de eliminar a Brasil.
De los 21 futbolistas celestes, tres son goleros, tres están lesionados y fuera de la copa y uno suspendido con chance de volver para el domingo, sea final o por el bronce. El mejor de la generación juega en Real Madrid y no fue cedido.
La cosa pinta para sufrir otra vez, la historia cuenta, pero no siempre prevalece, por eso no están Brasil, ni Argentina, Alemania, Inglaterra, Francia o España.
Nada es fácil para los uruguayos, en ningún orden, y en el fútbol tampoco. El podio en los mundiales de fútbol en el imaginario popular es para cuatro. No es como en los Juegos Olímpicos que es para tres.
Hay un objetivo por el cual 210 federaciones luchan y sueñan. Se trata de clasificar al Mundial y quedarse hasta el último día. Eso ya se logró una vez más. Ahora es cuestión de ver en qué lugar quedamos. Faltan solamente dos partidos. Será cuestión de suerte, talento, capacidad, historia o de algún milagro que ande por la vuelta. Cada uno lo calificará como quiera.
Creo que los uruguayos hemos ya ganado de todas las maneras posibles.
Como dice el cancionero celeste: “Vamos a esperar con fe, vamos a alentar la idea, para que celeste sea el triunfo otra vez”, así que “VAYAN PELANDO LAS CHAUCHAS, DONDE JUEGA LA CELESTE, TODO EL MUNDO BOCA ABAJO”.
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