Esos gurises Charrúas,
vestidos todos de cielo,
con un corazón de oro,
palpitando allí en sus pechos,
son los campeones del mundo
de un deporte que se ha vuelto,
un negociado entre grandes
donde molesta el pequeño.
Pero el orgullo celeste,
es tan grande, tan inmenso,
igual que el cielo infinito,
que nadie puede vencernos.
En la cancha serán once
los jugadores en juego,
pero más de tres millones
son las almas de este pueblo,
que parecen invisibles,
como el aire o como el viento,
mas su fuerza arrolladora
está pateando con ellos.
Y el grito de gol estalla
para cumplir ese sueño,
y acallar a la injusticia,
dejando mudo, en silencio,
al oponente que quiso
arrebatarnos el premio.
Hoy, con la garra de siempre,
los “Orientales cumplieron”.
Somos campeones mundiales,
gurises que son ejemplo
de un equipo que trabaja
con entusiasmo y esfuerzo,
unidos, con humildad,
sub 20, capullos nuevos,
hoy florecen victoriosos,
y el vaivén de los pañuelos,
junto al flamear de banderas
del Uruguay futbolero,
los recibe con orgullo
y les dedica estos versos.
Marisa Hernández
Felicitaciones a todo el equipo!! Gracias por darnos esta alegría. Son realmente unos fenómenos.
TE PUEDE INTERESAR