Las diferentes cajas paraestatales continúan movilizándose en procura de llegar a soluciones a la situación de desfinanciamiento. Ante los anuncios de falta de fondos a corto plazo para atender jubilaciones y pensiones, la Caja Bancaria, encabezada por AEBU, mantiene permanentes reuniones con los integrantes del sistema financiero.
Para conocer más detalles, La Mañana entrevistó a Pablo Andrade, integrante del Consejo Directivo Central de AEBU, quien hizo un análisis de la situación hasta el momento.
Desde su punto de vista, ¿cómo se llega a esta situación de crisis?
Nosotros teníamos una situación de la caja que después de la reforma tenía prevista una etapa de desacumulación en un periodo comprendido entre el 2018 -2030. Las reservas estaban previstas para cubrir este desfasaje. Entre el 2020 y 2022 se redujeron 2000 trabajadores de esta área haciendo que un 10% de los aportantes desaparecieran moviendo la aguja de nuestros fondos. Eso produjo que la caja sufriera un desbalance que no puede asumirse. Tenemos previsto un déficit por más de 10 años para pensar una recuperación. El tema central es cómo sobrellevar esto.
Lo que menciona, ¿debilitó la banca pública para fortalecer la privada o en ambos casos se ven perjudicadas?
La pérdida de puestos tiene dos componentes, uno tecnológico lo que provoca un deterioro de recursos humanos, pero también tenemos una política de Gobierno de achicamiento de la banca pública. Ese achicamiento ha significado que muchas sucursales, en el interior del país particularmente, no pueden cubrir sus funciones.
Se da una paradoja que la banca privada se ausenta de las pequeñas localidades y eso hace que el servicio financiero lo dé exclusivamente el BROU, pero evidentemente lo da en peores condiciones competitivas porque no tiene la misma capacidad de llegar a los clientes. Esta situación impulsa a la gente a usar medios digitales y call centers. Hay todo un proceso que implica un marco de retraimiento y deterioro en los servicios que brinda la banca pública. La banca privada no atiende a gran parte de esta población porque, objetivamente, el apetito por la rentabilidad o el lucro lo lleva a que elija en qué segmentos compite. Y allí hay un avance de la competencia del sector privado sobre la banca oficial, siendo para el país lo trascendente que la banca oficial termina ayudando al productor, al pequeño comercio, al jubilado o trabajador que depende del crédito de la caja nacional. Es decir, la banca pública cumple una función que la banca privada nunca cumple.
¿Cuál es la proyección que tenemos a futuro, pensando en que este tema se puede resolver?
Para nosotros el escenario es el siguiente, la ley del 2008 permitía al Poder Ejecutivo aumentar una contribución patronal que está asociada a los activos, es decir, por los negocios que hacían las empresas. Esto es importante porque el volumen de los negocios aumentó en cuatro pero la cantidad de trabajadores cayó un 25%. Es decir, manejan muchísimos más recursos con menos trabajadores. Entonces, el Poder Ejecutivo tenía en sus manos aumentar esa prestación complementaria patronal a la seguridad social y no lo hizo. Y la demora en hacerlo va provocando que la caja vaya quedando sin oxígeno, sin recursos para cubrir. Ahora ya estamos en un escenario en que la solución es mucho más dramática, de que todas las partes contribuyan y no estamos encontrando todavía el camino para que esa prestación complementaria patronal se incremente. Ése es el centro de la discusión, que le vamos a encontrar una solución ya que nuestra función como sindicato es esta, que se desarrolle una solución ordenada e inmediata, que implica adelantar procesos de la ley general que se ha votado en el Parlamento.
¿Podemos afirmar que el origen de esta situación se remonta al primer gobierno del Dr. Tabaré Vazquez?
En el 2005 recibimos la caja con los embates de la crisis del 2002 en el sector financiero con miles de trabajos menos. Por eso en 2008 fue necesaria hacer una reforma por la tormenta generada, que permitió que la caja generara reservas hasta el 2018: diez años acumulando reservas que se preveía para esta etapa en que se iba a jubilar un montón de gente que ingresó a las empresas financieras en la década de los ‘80. Eso era lo que teníamos previsto que podíamos absorber si manteníamos la cantidad de trabajadores activos aportando a la caja. La situación de pérdida de puestos de trabajo la hacía inviable. Entonces, no es una crisis estructural, es una crisis financiera de determinado tiempo. Y aún hoy, sin aplicar la ley general, la caja ya iba a generar un superávit a partir de 2030. Evidentemente, con las medidas de la reforma general que hacen que la caja bancaria de futuro se parezca más al BPS hace que los números futuros de la caja sean totalmente sustentables. Es en esa base que nos planteamos una solución transitoria para desarrollar esta etapa que tenemos por delante.
¿Hay una intención deliberada de hacer caer las cajas paraestatales?
Lo que sí hay es una evidente diferencia en la actitud que tiene la banca privada que a pesar de sus enormes ganancias en estos tiempos, quiere contribuir lo menos posible a la solución de la caja. Ahí hay una contradicción importante.
¿Es difícil negociar con los representantes de la banca privada?
Es complejo porque tiene mucho poder, tiene una gran capacidad mediática, de mover sus “hilos” de poder. Pero bueno, es parte de la historia de AEBU de discutir, en este caso con enorme responsabilidad también de estar resolviendo la situación de la caja que tiene que cumplirle a sus jubilados y pensionistas. Un escenario es discutir con un patronal sobre la base de una situación de equilibrio y otra cuando nosotros asumimos que hay que resolver la caja para los que ya hoy no están trabajando y hoy no pueden estar viviendo la zozobra de no saber si le van a poder pagar la jubilación.
¿Son conscientes que teniendo en cuenta que las demás cajas no tienen representación sindical, ustedes son los abanderados de esta lucha?
Sí, lo tenemos claro, hemos tenido muchos contactos con los profesionales, no logran consensos internos entre todos para poder moverse juntos, y eso es una dificultad. En esto no es una puja de tire y afloje de intereses sino más bien poder posicionarse en que a efecto de cualquier reforma o cualquier cambio sean lo menos dañinos posibles para los colectivos de afiliados. Porque a los institutos uno no le puede cambiar las condiciones de calidad de vida de forma tan abrupta a mucha gente, y aumentar la edad de forma inmediata. Todo eso requiere una actitud responsable y muy pensada.
¿De dónde surgen esos informes con títulos de catástrofe que dicen que la caja estaría a 90 días de no tener recursos?
Es una exageración, lo que sí hubo de parte de la Caja Bancaria fue una solicitud a las empresas de que adelantaran el pago de sus aportes para tener un mejor flujo financiero. A partir de eso trascendió este mensaje que es exagerado. Y como señal clara, reconocemos que fueron los bancos públicos los que aceptaron adelantar esa contribución, mientras que la banca privada no lo ha hecho o se ha negado a contribuir a que no haya tanta zozobra o exigencia para la caja de lo que queda del año.
Es un tema delicado, pero es a considerar, ¿es la primera vez que la banca privada va en contra de la pública?
Sin dudas. Si tomamos en cuenta la sequía, el BROU ha cumplido con la función social que todos aspiramos ya que es el banco de todos, para poder ser un apoyo a los distintos sectores. Muchas veces las políticas de gobierno les restringe la capacidad de competir para poder también compensar esas políticas sociales con políticas comerciales apropiadas.
El ministro de Trabajo ha manifestado que no dejarán a la merced a las cajas, pero, ¿se prevén algunas medidas adicionales a todo esto?
Nosotros vamos a seguir movilizándonos y haremos asambleas para analizar las propuestas. La ley de 2008 tiene herramientas que no están siendo utilizadas. Por otro lado, tiene que quedar claro que al gobierno no estamos pidiendo que ponga dinero, pedimos que este sea garante de endeudamientos de la Caja Bancaria para que pueda financiar el déficit que tiene.
¿Han mantenido contactos con las bancadas de los diferentes partidos políticos?
Aún no, hemos tenido diálogo, pero no en específico sobre esto. Cuando se discutía la reforma general fueron muy receptivos con estos planteos, pero sobre este tema aún no. Hemos hecho aclaraciones que esta ley no soluciona el problema, pero estaremos atentos a los cambios que se generen.
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