En las elecciones de octubre la Unidad Popular obtuvo 19.728 votos (0,81 %) con lo cual perdió la banca del diputado Eduardo Rubio (Movimiento 26 de Marzo), la única que ese partido tenía en el Parlamento. “La vida política es así, y perder la banca es un problema pero no un drama”, dijo el legislador a La Mañana. “Como Unidad Popular (UP) tenemos 15 años y de tres períodos estuvimos uno en el Parlamento; el Movimiento 26 de Marzo va a cumplir 49 años y solo hemos estado en el Parlamento dos períodos por lo cual no es un drama”. Lo grave de quedar fuera es que “nos quita posibilidades de incidir” en la actividad parlamentaria, expresó.
El legislador señaló que la última campaña electoral fue “la más intensa de los últimos años”, se desarrolló “con la posibilidad objetivamente cierta de que el Frente Amplio perdiera el gobierno, y por otro lado la conformación de una coalición con todos los sectores de centro-derecha y de derecha tradicional”, sumando “un caudal electoral que daba para presagiar lo que pasó”.
Rubio atribuye la derrota del Frente Amplio (FA) a lo que denomina “agotamiento del modelo” que responde a lo que “genéricamente se le llama ‘modelo neoliberal’, que prioriza una estructura de economía abierta basada en la inversión extranjera directa, con grandes privilegios al gran capital y al sistema financiero, y de respaldo a las grandes multinacionales del agronegocio”, que ha llevado a la “concentración y extranjerización de la tierra además de todo el deterioro ambiental”. “Ese modelo se agotó”, subrayó.
Consideró que después de la crisis del 2002 el FA “vivió un período de alza en lo económico” debido a la suba de la materia prima, pero esa “bonanza no fue aprovechada para transformar la estructura económica del país, sino que la consolidó”. “Cuando terminó la bonanza el excedente que servía para mitigar las contradicciones del sistema dejó de existir” y éstas comenzaron a aparecer en diferentes formas: “desempleo, inflación, déficit fiscal, deuda, y con un margen de maniobra achicado”, agregó.
En las elecciones, para Rubio, todo eso “se tradujo en el inconformismo del que votaba al FA y dejó de votarlo”. En octubre “el FA perdió más de doscientos mil votos que no vinieron a la izquierda, se fueron a los sectores de centro, centro-derecha y derecha con lo cual lo que se viene no es un cambio de modelo”, advirtió.
Reconoció que cambios habrá, por ejemplo en política internacional en temas como Venezuela, pero no en lo económico. El gobierno de coalición “¿va a suspender la instalación de UPM?, ¿va a frenar la extranjerización de la tierra?, ¿va a quietarle los privilegios a la inversión extranjera que tiene al amparo de la Ley de Inversiones con exoneraciones brutales que no tiene el pequeño productor ni el pequeño comerciante que se funde y se está yendo del campo? Eso no va a pasar”, dijo con convicción. En resumen “vemos que hubo un cambio de mando en la aplicación de un mismo modelo, que va a tener matices, pero en el fondo no va a cambiar nada”.
Los desafíos que se vienen: seguridad social, deuda y delincuencia
Consultado sobre cuáles son los desafíos que se vienen para el próximo gobierno, Rubio definió como “tema central” la reforma de la seguridad social, “algo que tanto la coalición como el FA lo han planteado”, aunque han dicho nada sobre “el grave problema que son las AFAPs. Si no eliminamos las AFAPs no terminamos con la llamada crisis de la seguridad social”, aseguró.
“Hay dos factores para solucionar la seguridad social: crear fuentes de trabajo y terminar con la sangría de las AFAPs” que es un sistema que se quebró en otros países del continente. Según Rubio es el caso de Chile y Colombia donde la gente se moviliza respecto a varios reclamos, pero en el centro están las protestas por sistemas similares a las AFAPs uruguayas. El diputado lamentó que antiguos “abanderados contra las AFAPs luego se hicieron sus mejores administradores” y que en 15 años de gobierno del FA no se hiciera nada al respecto.
Otros de los ejes es el endeudamiento que “el FA triplicó. Nos dicen que no le debemos al FMI (Fondo Monetario Internacional) pero lo que pasa es que cambió la forma de la deuda, le debemos al sistema financiero y una parte grande a las AFAPs”, añadió.
En la agenda de los temas relevantes de la UP también están “la lucha por la educación, el presupuesto, la lucha por la soberanía, por los recursos naturales y en contra del modelo del agronegocio”, dijo Rubio.
El legislador no mencionó la delincuencia, pero al ser preguntado dijo que no es un problema que “se soluciona solo con represión”, y apuntó que “el modelo económico es una fábrica de violencia”.
“Lo que pasó en Kibón con jóvenes causando destrozos, ¿qué expresa?, ¿no será que estamos en un modelo que pone en crisis todo?, porque la marginalidad no se achicó, crece. Hay un sistema que cada vez margina más gente de la vida social, de la vida cultural, de la vida económica”, consideró Rubio. “Somos sujetos de consumo, nos dicen: ‘comprá el celular, no pensés, viví metido en WhatsApp’. Es la crisis de la educación, de los valores, la inestabilidad que genera la precariedad laboral y eso también debe ser atendido como forma de atacar la inseguridad”, señaló.
Partidos “monotemáticos” y la “campaña del miedo” del FA
Rubio dijo que la UP no ha terminado el proceso de análisis de lo ocurrido en las elecciones de octubre, pero comentó que el surgimiento de nuevos partidos de características “monotemáticas” y la “campaña del miedo” que desarrolló el FA incidieron sobre los votantes de UP que busca un voto más comprometido y por eso es más complejo.
Explicó que los partidos “monotemáticos tienen un tema central sobre el que se ocupan y no definen una visión global de la sociedad”. En cuanto al oficialismo, el FA tuvo una estrategia “de miedo” y “el mensaje fue: ‘mirá que se viene el fascismo, se viene la derecha, van a terminar con el Consejo de Salarios, podemos ganar en la primera vuelta pero en la segunda perdemos”.
En contraste con el tema único, “el voto de UP es mucho más comprometido”. Nuestra lucha “contra la corrupción no es en abstracto, nosotros peleamos contra la corrupción con sentido político y defendiendo otro modelo de sociedad que defienda el medio ambiente, que instaure la reforma agraria y que consolide la propiedad estatal de los recursos estratégicos”. Eso hace que “el voto a la UP sea un voto más complejo y más comprometido”.
Respecto al miedo manejado por el oficialismo “vimos como mucha gente de izquierda se asustó por lo que se podía venir” y eso “incidió sobre muchos votantes de la UP”.
“Hay que atreverse a soñar”
Rubio sabe que el proyecto político que defiende va en sentido opuesto al mundo, sin embargo eso no lo amilana ni le quita ganas. “Nosotros proponemos ideas, y si no hay espacio es nuestra responsabilidad hacer ese espacio”, dijo.
“Nuestra política es de principios y en eso aportamos nuestra visión sin medir costo electoral; la política tiene que defender la verdad aunque tenga costos, proponer ideas y discutir esas ideas”, y si el mundo va en un sentido equivocado “hay que atreverse a soñar y desafiar el mundo. Colón fue el único que creía que la Tierra era redonda y lo dijo, Galileo creía que la tierra se movía y casi le cuesta la vida”, recordó.
“Cuando el mundo va en un sentido incorrecto, hay que ir a Artigas, no para trasladar mecánicamente su modelo, sino porque esencialmente tiene vigencia”, de lo contrario avanzamos a un mundo en el que “no tengamos agua potable, con un sistema que nos lleva a la guerra y la violencia, ¿y vamos a resignarnos a eso, a que haya que encerrarse en guetos para zafar de la violencia? Yo ese mundo no lo quiero”.
La humanidad avanza porque siempre hay gente que quiere cambiar el orden establecido”, finalizó.