Ha sido muy fácil advertir que, desde el principio de la aparición de Cabildo Abierto como partido con un fuerte respaldo electoral, se comenzó una lucha para evitar su crecimiento.
En primer lugar, se atacó al Gral. Manini por la firma de un acta referida a un Tribunal de Honor suscitado por la confesión del exmilitar Gavazzo, sobre su propia autoría de haber arrojado el cadáver del tupamaro Gomensoro a las aguas del Río Negro hace más de 50 años. El acta fue firmada también por el secretario de Presidencia Dr. Toma y por el presidente Tabaré Vázquez, pero un fiscal llamado Rodrigo Morosoli Díaz tuvo la idea de citar solamente al Gral. Manini anunciando públicamente que lo iba a formalizar con prisión. Es decir que se trataba de una real amenaza, pues nunca se vio a un fiscal incurrir en tal abuso y aberración de anunciar una medida privativa de libertad sin haber escuchado las declaraciones de todos los aparentemente involucrados y tener a su alcance un plexo probatorio que justificara la extrema medida. Ese acto obligó a que Manini, a instancia de su grupo y de otros integrantes de la coalición, se amparase en los fueros contra su verdadera voluntad, pues nada lo vinculaba con aquellos hechos, hasta por razones de edad. Lo que sin duda lo perjudicó.
Luego, dentro de la coalición siempre disgustó su individualismo o perfilismo, a pesar de cumplir siempre con el “Compromiso por el país “que había suscrito. Tampoco se acompañaban sus propuestas, se dilataban su derecho a los cargos –como el de la Corte Electoral– y aquellas iniciativas como el pago de un resarcimiento a las víctimas de los tupamaros o el mantenimiento en prisión, pero en sus domicilios de militares octogenarios, se negaban o toleraban a regañadientes.
Hay mucho más para decir, pero el episodio de la exministra Irene Moreira ha desatado un verdadero aquelarre, aun cuando no hay ni pérdidas para el Estado, ni actos de corrupción o venalidad. Y si existe algún acto que pueda llamarse de “clientelismo”, todos los partidos políticos han hecho uso y abuso. A lo mejor el senador Sabini se acuerda de los 30.000 (treinta mil) nuevos funcionarios públicos que el Frente Amplio metió en la Administración Publica.
Para finalizar, citamos al senador Charles Carrera que también se despacha contra Cabildo calificando de “pura demagogia” su proyecto de juntar firmas para aliviar a los modestos deudores expoliados por la usura. Este senador parece que se olvidó que le debe al Hospital Policial algo así como alrededor de seiscientos mil pesos ($ 600.000) por servicios que abusivamente le impuso y nunca pagó. Si estamos equivocados con la cifra, le puede preguntar al senador Gandini que le va a dar hasta el detalle.
Por razones de espacio, terminamos acá y agradecemos al Señor Director a quien saludamos muy atte.,
Juan Saráchaga
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