De normalizarse la situación climática la recuperación podría alcanzar los próximos tres años. De a poco aparecen los verdeos pero la producción sigue siendo baja. La primavera debería ser extremadamente buena y el verano con buenas lluvias.
La sequía “fue cruel” contó a La Mañana Leonardo Siqueira que justo a su hermana explotan dos predios de Colonización en Picada de Cuello, a 80 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó. Debieron dejar los potreros abiertos para que el ganado fuera a tomar agua a dos tajamares grandes, pero aun así la situación los hacía “estar con el corazón en la boca”. Sin embargo, hubo casos todavía más dramáticos en esa zona del país. Un productor debía hacer tres viajes hasta las represas arroceras a 10 kilómetros de su establecimiento para llenar un tanque que lo ayudara a afrontar la dificil situación de su predio.
A pesar de los 120 milímetros que cayeron la semana pasada “los campos están verdes pero bajos” indicó Siqueira. La peor parte fue la repercusión sobre el plan forrajero del establecimiento. El déficit hídrico les desarmó toda la rotación que llevaban adelante. El productor se lamentó porque la recuperación le llevara los próximos tres años. “Se ha sembrado, resembrado y vuelto a resembrar” praderas de alfalfa, verdeos de avena y raigrases. Para alimentar al ganado hubo que recurrir a los créditos destinados para agua para la parcela porque había que mantener la empresa viva.
Los hermanos Siqueira explotan dos fracciones que sumadas son 215 hectáreas con 100 vacas en ordeñe. El plan original era tener 150 vacas en producción pero hubo que descartar algunas para tener bien alimentadas a la mayoría. El rodeo está conformado en su mayoría por la raza Normando con un promedio de producción de 21 litros por vaca. Leonardo contó que el sistema pastoril que utilizan los defendió de tener un desfinanciamiento mayor como ha sucedido con otros emprendimientos.
Lluvias empujaron los verdeos de invierno
Las últimas lluvias fueron un respiro para los verdeos de invierno del productor Alejandro Pacheco. “Ahora están queriendo tapar la tierra” dijo a La Mañana. Otros cultivos fueron sembrados hace 20 días e “increíblemente aún queda algo por sembrar” debido al retraso que sufrieron los cultivos de verano por la falta de agua. Recién en los primeros días de junio logró enfardar un sorgo “una cosa de locos” teniendo en cuenta la época del año impropia para este tipo de tareas. El retraso de actividades relacionadas con la producción de alimentos es tal que ese predio aún no ha sido sembrado a la espera que se llene el tajamar y el rodeo se alimente con los restos de esa producción anterior.
Este escenario se ve reflejado en la caída de producción del establecimiento que actualmente ostenta un promedio de 14 litros por vaca. Pacheco tiene 36 vacas en producción en un predio de 80 hectáreas ubicado en el kilómetro 83 de la ruta 5, cercano a la localidad de Mendoza Chico en Florida. Actualmente la alimentación del ganado es en base a pastoreo de vedeo, fardos de silo pack y concentrados. Por delante quedan los créditos a pagar para que el tambo siga funcionando. En setiembre, octubre y noviembre se deberían afrontar las cuotas de las raciones entregadas por Conaprole, aunque el productor entiende que de continuarse con esta compleja situación la empresa debería introducirle más cuotas para facilitarle el pago a los productores. En esa zona del país existen buenas avenas porque aunque “sale una fortuna” los tamberos apostaron a darle de comer a sus rodeos para que no siga cayendo la producción.
Mientras las aguadas no se llenan, Pacheco “se está remediando con un pozo” que ha respondido justito para el tambo, la alimentación de las vacas y su familia. Dijo que “es desesperante” cuando sobre las 16 horas el pozo deja de responder y hay que esperar hasta la noche para que se llene el tanque. Estas precipitaciones que se están repitiendo en las últimas semanas son un sostén importante mientras pasa el invierno pero de no llover abundante en la entrada del próximo verano, el acceso a agua suficiente puede transformarse en un gran problema.
Cuando faltó el pasto se cayó todo a pedazos
“Como puedo volcar una reserva de mayor calidad que me permita sacar leche cuando no tengo pasto”. Esa sea tal vez la principal enseñanza que el déficit hídrico y sus consecuencias sobre la producción de leche le dejó a Sebastián Perrachón cuyo establecimiento está ubicado en el paraje Rural San Pedro cerca de la ciudad de Colonia. De las 75 hectáreas algo más de 50 son utilizadas para la alimentación de las vacas cuyo rodeo en su mayoría está compuesto por Jersey.
La deficiencia de precipitaciones de los últimos 5 años agudizada en 2022 provocó que se le secaran las cañadas, algo que nunca había visto en su vida. La semana pasada cayeron 26 mm y “de un día para el otro reverdeció todo”. El mes anterior la precipitaciones le provocaron unos verdeos “un poco más elegantes”, aunque han sido erráticas y dispares. Perrachón contó que los meses de octubre del año pasado, enero y unas semanas atrás fueron las más complejas con tasa de crecimiento cero de las pasturas. No quedó otra que sostener la producción en base a granos y reservas forrajeras.
La puja de la agricultura y la suba de la renta asociada a la sequía hicieron subir los precios de los granos. La alta demanda de fibras provocó precios altísimos por alimentos de mala calidad. Mientras tanto, las matriculas están en rojo y volver a estabilizar las cuentas de las empresas va a demorar un cierto tiempo sentenció el entrevistado.
Desde marzo la situación empezó a mejorar
En diciembre ya había utilizado las reservas forrajeras que destinaría para este año y no tuvo otra que salir a comprar alimentos de mala calidad y con precios exorbitantes. Como ocurrió en todo el país, esta es la situación de Alvaro Muracciole, tambero de la zona de Paso Pache sobre la ruta 5 vieja en el departamento de Canelones. Las lluvias que llegaron desde marzo aliviaron en algo la situación. “Logramos sacar una avena brava”, una opción válida que hace poco fue ensilada con buenos rendimientos.
“Nos agarra no como quisiéramos pero mejor de lo que esperábamos” contó el productor. Actualmente se está inseminando al ganado que contó se encuentra en muy buen estado corporal y respondiendo muy bien. Actualmente ordeña 150 vacas de la raza Holando. Su predio está conformado por 160 hectáreas con dos campos de apoyo de 50 y 30 hectáreas cada uno cerca de la ciudad de Santa Lucía utilizados para la recría y la elaboración de reservas. La disponibilidad de agua no ha sido un problema mayor. Al pozo semisurgente que utiliza para la sala de ordeñe le suma una laguna profunda que cuenta con un sistema de traslado para varios bebederos. Ahora la tarea es volver a ajustar la situación financiera de la empresa que en los últimos meses se vio afectada para mantener al rodeo alimentado y produciendo.
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