En la FR “estamos muy contentos con que la inflación haya bajado y que esté dentro del rango meta, pero no nos parece bien que todo el costo de ese logro salga del sector productivo”, señaló el directivo de la institución.
El 10 de junio la Comisión Directiva de la Federación Rural (FR) recibió en sus oficinas al presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), economista Diego Labat, encuentro sobre el cual Rafael Normey García Pintos, dijo que no se avanzó demasiado.
Normey es ingeniero agrónomo que integra la Directiva de la Federación Rural a la que representa ante el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), además es productor con establecimiento familiar en el departamento de Durazno y se desempeña de forma privada como administrador y/o asesor en varios puntos del país.
Consultado sobre la reunión con el presidente del Banco Central, dijo que el encuentro fue pedido por la Federación Rural con una agenda abierta con el fin de “hacer un intercambio sobre la competitividad” haciendo foco “en la evolución del tipo de cambio” para poder “intercambiar diagnósticos y evaluar medidas ha tomar en el futuro”.
La última reunión de la FR con el BCU había sido el 5 de diciembre de 2022, “ pero han sucedido muchas cosas en estos siete meses”, entre ellas el cambio de presidente de la Federación Rural, por lo cual “ameritaba el reencuentro para actualizar y ver qué posición tiene el Banco frente al continuo descenso del dólar sobre el que no vemos reacción”, agregó.
El tipo de cambio fue el tema central
Lo que la FR quería “era escuchar el diagnóstico del BCU” porque “en diciembre nos dijeron que el dólar estaba bajo por el gran ingreso de dólares que había en ese momento” y con ese argumento “no le daban mayor importancia a las tasas de interés”, un factor que “lo ponían en segundo plano” sin explicar el tipo de cambio que estamos teniendo”. Por otra parte, en los últimos meses vimos que “el ingreso de divisas se detuvo, que hubo un cambio en las exportaciones y que el período turístico ya había pasado, con lo cual el ingreso de dólares al país se había frenado y estábamos en una etapa distinta, sin embargo el dólar continuó bajando”. A eso se agrega que “la tasa de interés la movieron 50 puntos”.
Todo eso se planteó en la reunión, porque “no nos cierra la explicación”, y los representantes del Banco “nos volvieron a explicar que el dólar seguía planchado por el ingreso de dólares al país, y nos cambiaron los factores de ingreso de esos dólares” que ahora serían “los servicios que ofrece Uruguay, la venta de software, la producción tecnológica y todos esos nuevos formatos productivos”.
“Esa fue la explicación que nos dieron, y la verdad es que es difícil de entender cómo se puede compensar la enorme pérdida de ingresos que hubo por la sequía y la baja de los precios internacionales con ese otro efecto”, cuestionó.
De todos modos subrayó: “Volvieron a restar importancia a la tasa de referencia, volvieron a decir que no la ven como un factor que incide sobre el dólar y en eso no nos pusimos de acuerdo”.
“Lo que veo es que el Banco Central está haciendo una política restrictiva para bajar la inflación, ellos están totalmente concentrados en ese objetivo y todos coincidimos que está buenísimo, es algo muy bueno, pero la verdad es que las medidas que se toman con ese fin antiinflacionario afectan a todo el sector productivo”, advirtió.
Propuestas que el BCU no escuchó
Agrava la situación el hecho de que “el sector productivo está muy golpeado por el clima y los precios, y no se está en condiciones de seguir aguantando la política de bajar la inflación”. Con esa premisa, “el pedido de la Federación Rural fue que comencemos a pensar entre todos sobre cómo podemos mantener una política monetaria que ayude a bajar la inflación y a la vez que no sea el sector productivo el que deba pagar todo, que haya otras formas”.
Entre las posibles medidas “planteamos la independencia del Banco Central”, propuesta sobre la que “no dijeron que hoy no se puede plantear porque no hay ambiente político para eso”.
También dijimos que “sería una buena medida dolarizar todo el suministro de combustible”, lo que permitiría “mitigar el atraso cambiario del sector productivo y descomprimir el mercado de cambio, pero solo escucharon la idea y nada más”.
En tercer lugar “planteamos acelerar el proceso de baja de tasa de referencia”, y la respuesta sobre este asunto fue que “el Banco va monitoreando y viendo qué se puede hacer”, por tanto “tampoco aquí no dieron una respuesta”, lo que parecería coherente con el posicionamiento anterior de que la tasa de referencia no tiene nada que ver.
Por último se pidió al BCU que “haga todo lo que puede hacer para controlar el déficit fiscal que viene aumentando”. “El déficit fiscal es el primer problema que después arrastra los problemas de competitividad que tiene Uruguay, a lo que nos respondieron que ese no es un tema para tratar con ellos”.
En resumen “la FR hizo sus planteos y expuso sus propuestas; del Banco Central nos dijeron que estaban conforme con la baja de la inflación y que continuarían conduciendo las cosas de la misma manera para mantener la baja inflación”.
Consejo de salario e inflación.
Como la posición del Banco no permite ver una corrección en la política cambiaria porque se va a continuar con el objetivo de bajar la inflación, la Federación Rural señaló entonces que se debe tener en cuenta los consejos de salario y que “hay que ver cómo hacer para que todos le crean al BCU (en cuanto a que no habrá inflación) de manera tal que en las negociaciones se tenga en cuenta la inflación a futuro y no se mutile la posibilidad de que sea baja”.
“Si comenzamos a estimar que la inflación a futuro es del 8%, lo que está logrando el BCU no lo cree nadie. Tenemos que hacer fuerza entre todos para créele y que toda la sociedad, incluyendo los consejos de salarios, se acople a la realidad de inflación baja”.
Por tanto “nos quedamos sin respuestas, o más bien nos dijeron lo bien que están haciendo las cosas ellos. Eso nos dejó con gusto a poco porque nosotros tenemos la visión de que tenemos que hacer reaccionar al país para retomar una senda de crecimiento del sector productivo, y el Banco Central no tiene un diagnóstico sobre este problema en las economías de las empresas y que sentimos todos los días”.
En resumen, Normey expresó: “Estamos muy contentos con que la inflación haya bajado y esté dentro del rango meta, pero no nos parece bien que todo el costo de ese logro salga del sector productivo. A mediano y largo plazo nos importa que Uruguay pueda crecer y para eso se necesitan certezas y empresas cada vez más competitivas. No que cuando se quiere agregar valor quedemos fuera del mercado. Tenemos que cambiar esa lógica de los últimos 50 años para poder tener prosperidad”.
Finalmente, el director de la Federación Rural, dijo que esa institución continuará trabajando y que el mal resultado de la reunión con el presidente del BCU permite que se golpeen otras puertas para seguir insistiendo. “Esto es un proceso de conversaciones. En el caso del Banco Central este capítulo quedó agotado, no tuvimos repercusiones y nos sentimos habilitados para golpear otras puertas, que es lo que ahora estamos debatiendo de forma interna”.
“INIA podría frenar sus inversiones”
El Ing. Agr. Rafael Normey García Pintos es el representante de la Federación Rural ante el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). Consultado por La Mañana sobre los temas de preocupación de INIA en el marco de la Rendición de Cuentas, dijo que “es conocido el problema presupuestal” que tiene INIA que “se financia por el adicional del Imeba que es variable de acuerdo a lo que se recauda por ese impuesto, más la contraparte del Estado que está congelada, fija en pesos desde 2015” lo que hace que “año a año, en términos reales, sea cada vez menos”.
Esa caída en el presupuesto es perjudicial para la institución: “INIA tiene muchos costos estructurales y esa situación hace que su futuro sea restrictivo. Sobre todo en esta Rendición de Cuentas” que por sus características, de no aprobarse algo ahora, “tenemos que esperar hasta el presupuesto del próximo Gobierno”.
Si proyectamos los costos fijos y los ingresos actuales, en caso de que no se atienda esa necesidad en la Rendición de Cuentas, “estamos viendo que habrá que hacer recortes, en una INIA que ya está frenada en sus inversiones”.
“El debate interno es hasta dónde jugarnos con las inversiones de INIA y cómo platear el trabajo que hace para que se visibilice y exigir desde la eficiencia”, declaró.
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