Una noticia que resonó esta semana a nivel nacional fue la que involucra al Hospital de Ojos “José Martí”, y más precisamente a los médicos cubanos que allí realizan las intervenciones. La novedad fue que seis de nueve médicos provenientes de Cuba realizaron el examen de revalidación de su título y no lograron aprobarlo según la cátedra de oftalmología, a pesar de haber estado operando durante algunos años.
Estos nueve médicos tuvieron que revalidar sus títulos de oftalmólogos. El de medicina general lo habían convalidado al llegar, según El País, pero debían probar que habían hecho el posgrado. Por lo tanto acudieron a la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina, que se encarga de autorizar los títulos emitidos en el exterior. Pero no lo aprobaron seis de ellos.
El sistema de salud nacional no interviene en el proceso de selección de los médicos, ni en la cantidad de personas que se desempeñarán.
El Hospital de Ojos se encuentra en el centro de la tormenta ya que el contrato con estos médicos provenientes de la isla está vigente desde el año 2007, permitiendo que los especialistas operaran sin tener que presentar el título de medicina general en la Facultad de Medicina.
Esta noticia fue el disparador de varias opiniones encontradas tanto de especialistas como de la población civil más común que se expresó a través de las redes sociales. El diputado del Partido Nacional, Martín Lema, por ejemplo, dijo a Informativo Carve que, más allá de la eficacia del programa a cargo de los médicos cubanos, lo que está en discusión es la falta de controles por parte del Ministerio de Salud Pública, y no que no continúe el hospital.
Además el legislador señaló que hace años el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay observa con interés y preocupación la situación de compatriotas con patologías oftalmológicas, lo que evidencia, según él, problemas en la reforma de la salud.
“Lamentablemente el Frente Amplio no está acostumbrado a fiscalizar estos actos. Ahí pasaron un montón de hechos que no son los esperados, como casos de contrataciones donde jerarcas, puestos por el Frente Amplio, terminaron siendo beneficiados o beneficiarios por adjudicaciones”, manifestó Lema a Carve.
Por su parte, referentes del Frente Amplio como Daniel Olesker, Mónica Xavier y Juan Carlos Mahía defendieron la gestión del hospital que funciona bajo la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
“Participé de todo el proceso del Hospital de Ojos desde el inicio. Conocí la solidaridad, la destreza y la vocación de enseñar de los médicos cubanos. Y compartí, con miles, el volver a ver. Sin dinero antes no podían. ¿Con esta campaña pretenden cortar con tanta solidaridad?”, afirmó en su cuenta de Twitter el exministro de Salud, Olesker.
La senadora por el Partido Socialista, Mónica Xavier, denunció “que una operación de prensa e intereses corporativos no sean excusas para que el próximo gobierno le ponga fin al centro”. Por su lado, Mahía posteó:
“Esperemos que el próximo gobierno respete una de las políticas públicas de mayor sensibilidad del Frente Amplio: la operación milagro. Miles de personas pudieron ver por primera vez gratis, por este acuerdo con Cuba”.
En la misma línea opinó el expresidente del Sindicato Médico Uruguayo, Julio Trostchansky, quien calificó el artículo de tendencioso y sostuvo que “no recoge la realidad del Uruguay donde en el sistema existen muchos médicos que sin tener título de especialista actúan como tal ante la falta de recursos humanos en el número adecuado”.
Según Martín Lema, más allá de la eficacia del programa, lo que está en discusión es la falta de controles por parte del Ministerio de Salud Pública
En el informe del medio uruguayo El País, se plantea que los cubanos que llegan a trabajar a Uruguay son elegidos en la isla. El sistema de salud nacional no interviene en el proceso de selección, ni tampoco en la cantidad de personas que se desempeñarán. Cada dos años se rotan las brigadas y se van los que estaban, arribando así médicos nuevos.
A diferencia de los profesionales uruguayos, ellos no deben certificar sus títulos de posgrado en el Ministerio de Salud Pública para ejercer. En estos 12 años pasaron 60 médicos cubanos por el Hospital de Ojos, según figura en el sitio web. La mayoría se desempeñó durante dos años, pero hubo nueve que desertaron del régimen castrista y se quedaron.
El detonante: las mentiras en Bolivia
Recientemente se llevó a cabo una investigación en Bolivia que detectó que de los 702 médicos cubanos que trabajaban en el país, 205 contaban con un título universitario. El medio boliviano indicó que la mayoría de ellos eran técnicos y no doctores en medicina. A pesar de que no eran especialistas, todos los integrantes de la delegación cubana cobraban como médicos. Esto determinó que la Cancillería boliviana pidiera la salida de estos ciudadanos.
Esto se vincula con el hecho sucedido en nuestro país, siendo que los médicos son técnicos. Independientemente de los buenos resultados de las más de 90.000 intervenciones que realizaron en el Hospital de Ojos, llamó la atención el desconocimiento para lograr aprobar la prueba de revalidación de sus títulos.
A pesar de todo…
Un decreto del Ministerio de Salud Pública (MSP) —promulgado en 2008, un año después de que se inaugurara el centro de salud—, les permite a los especialistas cubanos trabajar hasta cuatro años mientras dura el proceso de reválida. El problema de esta situación quedó revelado en el informe y es que los mecanismos de control no parecen ser suficientes, ya que no se les pide a los extranjeros la aprobación de los títulos.
Además, estos médicos pueden trabajar en las mutualistas y en ASSE porque presentan el comprobante del MSP que expresa que están en pleno proceso de reválida. Se verificó los nombres de los nueve médicos cubanos que rindieron las pruebas y ninguno figura en el registro de títulos del MSP, por lo que todavía no lograron homologar sus posgrados.
A pesar de los resultados de las pruebas, algunas personas argumentan que los médicos cubanos reprobaron los exámenes debido al mal relacionamiento que tienen con la cátedra y con los oftalmólogos uruguayos.