Es fundador y Director de una Pyme en San Gregorio (Polanco Caviar) y desde el 27 de setiembre Facundo Márquez es el nuevo presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay en lugar de la empresaria Andrea Roth, quien pasó a ocupar la vicepresidencia.
En entrevista concedida a La Mañana, Márquez analizó la situación actual del rubro.
En los últimos días usted ha realizado diversos reclamos, en base a ellos, ¿cómo se encuentra en la actualidad la Unión de Exportadores?
Nos encontramos con bastante preocupación por la situación internacional y la falta de competitividad interna sumado a los problemas de la sequía, más allá de que el panorama pinte mejor. Seguimos los temas muy de cerca y estamos en contacto con las autoridades. Afuera en el mundo mucho no se puede hacer; países como China vienen muy lentos, Europa se encuentra con problemas regionales, Estados Unidos con ciertos problemas, Argentina con lo que ya conocemos. Internamente estamos luchando con los temas país.
Cuando usted menciona la competitividad, ¿a qué se refiere?
Básicamente son varios temas. En primer lugar, la cotización del dólar; si bien no es lo único, su impacto ha sido notable. La realidad es que estamos con una pérdida desde hace dos años, lo cual nos genera problemas en países del exterior. Sumado a esto los costos internos son notables, debemos sumarle además la burocracia que genera su daño.
Usted menciona los costos internos, ¿se está refiriendo a los costos publicados por Terminal Cuenca del Plata y Montecon? Aunque de esta última no se ha mencionado mucho.
Hay una realidad que debemos tener en cuenta. Los costos portuarios, de terminales también han mejorado un poco después de la pandemia y la guerra. El tema de costos tiene algo de tiempo ya que se incrementó casi en un 300%. Con la concesión extendida a la Terminal Cuenca del Plata, cambia el esquema de distribución en el puerto de Montevideo. Los proyectos de ampliación de la Terminal Cuenca del Plata harán que en un futuro no muy lejano la porción correspondiente a Montecon desaparezca. Estaríamos quedando en ese escenario bajo una sola terminal y tenemos que promover la competencia, por eso hablamos solo de TCP. La ANP es accionista de esto, a la vez debería controlar esta situación y esto lo deberíamos analizar.
Si hacemos una retrospectiva, Montecon tenía un porcentaje elevado el cual lo mantuvo por mucho tiempo a través de precariatos ya que muchas licitaciones quedaban desiertas y sus pliegos a veces plagados de errores. ¿Cómo se sostuvo esto en el tiempo?
Son temas jurídicos y políticos. Hay cuestiones que son ajenas a nosotros. Lo que nos interesan son las tarifas. Hoy nos encontramos con una concesión en la que nosotros estamos cautivos y no tenemos margen para elegir. Nosotros nos centramos en las terminales, no tenemos opción. Por supuesto que se escudan en ciertos temas. Nosotros comparamos terminales de otros puertos, por ejemplo, Chile, que son más baratos que el nuestro. Muchos exportadores que tienen la capacidad para hacerlo, están empezando a salir por el puerto de Río Grande, pero nosotros que somos la mayoría no.
El atraso cambiario entre otras cosas afecta a todas las empresas. Durante mucho tiempo TCP no había aumentado las tarifas. ¿Lo que vale para ustedes no vale para las otras terminales?
Por supuesto que no porque son términos monopólicos. Quisiera poder trasladar todo al precio final de mi producto, pero la consecuencia sería que perdería clientes.
¿Cuánto impacta el valor de las tarifas de las terminales en los precios de exportación? ¿Hay un valor estimado?
Obviamente que impacta dependiendo de los volúmenes, es muy dispar. Habría que ver sector por sector. Lo que sí es seguro es que impacta. Todos los costos suman y debemos mejorar en todos los aspectos. Es un tema importante este, pero no central ya que debemos analizar la cuestión del dólar, los costos impositivos, entre otros.
¿Pero no se manejan porcentajes? Sectores como el transporte aquí son vitales, ¿no se tiene en cuenta esto desde la operativa?
Por supuesto; el tema energético y tarifas, por ejemplo, afectan también en los valores.
Hay empresas que han aparecido y establecido casi un sistema monopólico con lo que ello implica. ¿A ustedes les afecta esto?
No conozco esta área. Para nosotros todos los costos trasladables impactan. Nosotros apostamos a la libre competencia, esto es global.
Usted habla de la imagen internacional. El reciente descubrimiento en contenedores en Hamburgo pone en duda la imagen del país en términos de control más allá de la compra de escáneres. ¿Se ha debatido esto?
Todo, para nosotros es una preocupación. No solo hemos hablado con la Aduana, hemos pagado una tasa para el mantenimiento de los escáneres, lo cual ayuda en la imagen del país. Esto entiendo que no deberíamos pagar, pero afecta la imagen si no lo hacemos ya que debemos tener un puerto seguro además de bajo costo; todo importa. No solo hablamos de tarifa, sino que también de seguridad.
La cuestión del control es importante ya que este hecho que mencionamos muestra que no solo es un tema de salida, sino que también de entrada. ¿Volvemos a la imagen del país?
Ahora la imagen del país está en juego ya que es parte de lo que uno sale a vender. Es un tema que es importante para el Gobierno, pero a todos nos impacta ya que lo que vendemos primero es Uruguay, que es confiable, para después vender el producto. Acá hablamos además de personas que trabajan en el sector que son miles; eso nos afecta a todos.
En referencia a los sucesivos paros ocurridos dentro del puerto, ¿se ha hablado con el gobierno?
Sí, de hecho, hace un mes tuvimos una ronda de reuniones con muchos integrantes del Gobierno, incluso las gremiales. La comunicación es constante ya que es todo el país el que está involucrado. Venimos peleando por la confiabilidad, cuando hay un paro se nos complica. Tenemos que entender que competimos con varios países del mundo. Por eso, no es lo mismo hablar de una situación en régimen de competencia que en régimen de monopolio.
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