En la edición digital de la semana pasada calificábamos la propuesta que la AUF le ofrecía al técnico campeón mundial de Sub 20 como indecente y apostábamos que no sería aceptada. No teníamos ningún dato privilegiado. Simplemente fue olfato. Recataré hoy algunos conceptos que ya manejé y los actualizaré con el resultado de la malograda gestión de la AUF ya vistos.
Tras la ida del maestro Tabárez, más allá de cualquier polémica con respecto a su salida después de 16 años en la selección, el entrenador uruguayo que subió más peldaños en la consideración popular sin dudas es Marcelo Broli.
Con 45 años de edad, aparece como joven para técnico, fundamentalmente porque comenzó a su trabajo en forma individual recién en 2020 en Villa Teresa. Luego en las juveniles de Peñarol llevó a su club a ganar la Copa Libertadores Sub 20 en 2022. Tras eso fue convocado a dirigir a la Sub 20 que estuvo a cinco minutos de ganar el Sudamericano 2023 de la categoría tras una gran campaña que se coronó con el título mundial en La Plata hace dos meses.
Quiso el destino que el mismo día del debut de Marcelo Bielsa ante Nicaragua en el Centenario, los juveniles salieran al campo para dar la vuelta olímpica con la Copa del Mundo ante un estadio casi lleno que asistió a pesar del débil rival y de que Uruguay no trajo a sus mejores figuras.
Creo que, si se hubiese demorado un tiempo más la negociación con el rosarino, nadie hubiese dudado en que el DT de la celeste mayor debió ser Broli.
Pero su contrato terminó, Bielsa anunció que no lo incorporará a su staff y que se hará cargo de la Sub 23 para el preolímpico y luego los Juegos Olímpicos en caso de clasificar.
Técnicamente parecería que no había un cargo para ofrecerle a Marcelo Broli. Además, llegaron ofertas de muchos lugares, en especial la más suculenta desde Catar. Pero al momento de anunciar en redes que no seguirá ligado a la AUF, Broli aclaró a quienes nos comunicamos con él que había rechazado la oferta catarí. No era un tema de dinero sino de proyecto en Catar que no lo convencía.
Si bien el desafío en esos países no parece ser el ideal para quien quiere dar sus primeros pasos en el fútbol grande, es evidente que una buena cifra podría darle la tranquilidad económica que como jugador no llegó a obtener, ya que fue en otras épocas y tampoco tuvo una campaña de esas por la que se pagan fortunas.
La AUF, tal vez presionada por la opinión pública, decidió convocarlo y hacerle una oferta. La oferta fue muy menor. Ganaba US$ 5000 por mes y le ofrecieron US$ 10.000. Dicen que con US$ 15.000 se cerraba el acuerdo. Obviamente que con Catar no se podía competir, pero la oferta ni siquiera se asemejó a lo que gana un técnico de cuadro grande, o de segunda línea como podría ser Defensor, Danubio, Liverpool.
Marcelo Broli ganaba algo si se quiere normal en selecciones juveniles. Pero el hecho de ser campeón del mundo, de ganar para Uruguay el primer título mundial en la categoría para la celeste y el primero de ese nivel desde 1950 en selecciones hacía que ameritara un esfuerzo adicional.
Entiendo que en tres años el ciclo que recién comienza culminará y con 70 años Bielsa se irá, ojalá que con todos los galardones obtenidos. Pero no seguirá y hubiera sido bueno tener a nuestro campeón mundial en el Complejo Celeste todo este tiempo. Sus aportes para las selecciones Sub 13, Sub 15, Sub 17 y Sub 20 hubieran sido enormes. Al menos que Broli sintiese que lo querían de verdad con una oferta que le permitiera elegir seguir en casa en lugar de irse a tierras tan lejanas y diferentes.
Lo insólito fue que el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, declaró en la Sport 890 al colega Federico Buysan que se le ofreció el triple de salario.
El sábado por la mañana el presidente de Juveniles de AUF, Marcelo García, aclaró que no es tres veces más, sino que es casi el doble. Pero la explicación de García en nuestro programa en Canal 4, “El Diario del Fútbol”, me resultó increíble. Dijo que seguramente el razonamiento del economista Alonso que era el triple porque en lugar de un contrato para dirigir la Sub 20 a partir de marzo de 2024, se le ofrecía comenzar en agosto del 2023.
Para mí tiene razón Marcelo García. No es el triple. El triple sería que le pagaran eso por la misma cantidad de meses. Pero resulta que, si aceptaba ser contratado ahora, debía hacerse cargo de la selección Sub 18 que jugará en los Juegos Panamericanos. Son Juegos del Comité Olímpico, ni siquiera se juega con el escudo de AUF y sus cuatro estrellas, sino con el del Comité Olímpico Uruguayo (COU).
Es sin duda un torneo de segundo nivel dentro de las mismas categorías juveniles. Por supuesto que además no exige a los clubes entregar sus mejores futbolistas, cosa que tampoco sucede en Sub 20. Imaginemos lo que sería una Sub 18 para un Panamericano. Uruguay ganó dos oros en ese nivel: uno en 1983 con Tabárez y otro con Coito en 2015. Pero es un título menor y se le ofrecía entonces trabajar varios meses más a Broli para una “changa” en donde un campeón mundial solamente podía correr riesgo de hipotecar prestigios bien ganados y ni siquiera una medalla de oro justificaría el esfuerzo.
Por eso la semana pasada califiqué la oferta como indecente y anuncié que no sería aceptada por el campeón. No es indecente porque quienes la proponen lo sean. Es una propuesta indecente, parafraseando la película del mismo nombre, porque entiendo que lo demostrado por Marcelo Broli merecía otro trato.
Incluso el coordinador de selecciones nacionales, Jorge Giordano, tenía pensado un proyecto para el crecimiento de Broli en estos tres años con la intención que en 2026 sustituyera al rosarino, luego de que terminara su contrato con 70 años de edad. Jorge Giordano tiene un gran proyecto, pero los actuales neutrales de AUF parecen no poder avalarlo por una diferencia de US$ 5000 mensuales.
Perderemos a un campeón mundial por no saber ver el futuro y por amarretes. Es una opinión. Tal vez me puedan demostrar que estoy equivocado.
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