La pasada semana se realizó el lanzamiento de la recolección de firmas impulsada por Cabildo Abierto para modificar la Constitución y establecer normas que impidan la usura y permitan a las personas una refinanciación de las deudas. De cara a este hecho, la Agrupación de Monotributistas Mides dio el visto bueno a la reforma y se unió a la campaña.
Cabe recordar que, si bien el artículo 52 de la Constitución prohíbe la usura, una ley votada por todos los partidos políticos en el año 2007 habilitó a los bancos a elevar la tasa de interés máxima hasta superar el 100%, incluso llegar al 200%. Además, en Uruguay existen un millón de uruguayos están en el Clearing de Informes y 700.000 están catalogados como incobrables por el Banco Central.
En el lanzamiento de esta campaña, diversos políticos y referentes de movimientos sociales se sumaron a acompañar la recolección de firmas, un ejemplo fue la Agrupación de Monotributistas Mides, quienes se representan con la voz de Verónica Gómez. Ella aseguró que de los 18.254 monotributistas que hay registrados hasta junio de 2023, más de la mitad está en el Clearing. “Todos quieren salir, pero no tiene una solución y esto es una oportunidad para cada uno de ellos de volver al sistema financiero y a trabajar dignamente”, apuntó.
La Mañana dialogó en profundidad con la representante de este grupo, así como con un integrante, Juan José, quien relató su situación de deuda con una empresa que, “sin lugar a dudas, fue injusta y usurera a la hora de cobrarle un préstamo”.
Las complicaciones de los monotributistas se incrementaron, fundamentalmente, en los primeros meses de la pandemia. “Antes de la llegada del covid-19 éramos 16.000 inscriptos y ahora somos 2.200 más, lo que da cuenta de que durante la pandemia muchas personas se quedaron sin empleo y abrieron un monotributo para poder aportar”, relató Gómez.
“Sin embargo, no contar con un ingreso fijo, a no ser que tengan un pequeño kiosco o sean feriantes, el pago de las cuentas se atrasa”, apuntó. Se estima que del total de monotributistas, unos 5.000 quedaron inactivos, esto se debe a que se atrasaron con su pago durante dos meses. Frente a esta situación, se impulsó una condonación de deuda para esas personas, “pero no quedó muy claro cómo acceder a ese beneficio”, dijo la entrevistada.
Comentó que muchos consultaron a través de llamadas y mails, pero no recibieron respuesta, y que, sin embargo, hay otros a los que les activaron el beneficio.
“Nuestro apoyo a la iniciativa contra la usura y por una deuda justa es exactamente por eso, porque me atrevo a decir que de los 18.000 la mitad está en el Clearing. El monotributista Mides está en una situación económica vulnerable, partimos de esa base, entonces no se nos puede exigir que paguemos una cuota de 4.000 pesos al mes, porque la realidad es que hay un mes que tal vez los tengamos, pero otros que no”, explicó Gómez.
Señaló que, al apoyar este plebiscito, se apoya a que cualquier persona que quiera salir del Clearing tenga una herramienta para hacerlo. “Tendríamos la posibilidad de acordar hasta qué monto podríamos pagar, queremos salir de esa situación, porque además de que estamos aportando en BPS, estamos en blanco, tenemos boletas, RUT, queremos trabajar y salir del Clearing, pero abonando un dinero justo y que podamos responder”, enfatizó.
Gómez entiende que la reforma abriría numerosas posibilidades: “somos monotributista pero no todas las financieras nos dan préstamo por serlo, porque necesitamos un certificado de ingresos y no lo tenemos o no llegamos a lo que ellos pretenden que percibas por mes. Pero si salimos del Clearing, la visión es otra”, dijo.
Para empezar de cero
La representante de los monotributistas es tejedora. En su caso no gana $20.000 al mes, sino que en un mes bueno llega a $10.000 y otros $2.000, por lo tanto, es imposible para ella sostener el pago de una cuota fija de $5.000. Así como le pasa Gómez les pasa a miles de monotributistas.
Apuntó a que frente a esta situación cuando no se puede abonar una cuota, no se hace, y la deuda se incrementa. Si un día se decide solucionarlo para ponerse al día “no hay manera de arreglar una cuota acorde”, indicó. Recordó que hay personas que se fueron al Clearing por $15.000 y ahora les cobran $150.000, “y esta ley nos permite proyectarnos pagando justamente y quedando libres. Es un nuevo comienzo, es empezar de cero”.
“O paga todo o no paga nada”
Juan José tiene 71 años, forma parte de la agrupación desde 2020 y tiene un monotributo Mides desde el 2016. Comentó que cerca de 14.000 monotributistas están dentro de rubros independientes con emprendimientos personales y familiares, por lo que dependen de la situación económica de los clientes o usuarios para que a ellos les vaya bien o no.
En su caso se dedica al rubro textil, junto a una costurera elabora puños que van adosados al manillar de las motos, muy utilizados durante los meses de frío, asimismo fabrica cubrepiernas, cubrepiés, fundas para cajones de delivery, y en menor medida mochilas y bolsos. Los primeros artículos los vende a casas de repuestos de motos, en tanto los últimos dos los comercializa con puesteros de la Av. 18 de Julio, Av. 8 de Octubre y feriantes.
Relató que cuando llegó la pandemia se les complicó a todos. En lo personal, se le truncó la venta de mochilas y carteras, pero le habían notificado que tenía un préstamo para emprendedor habilitado, con una empresa con la que ya había operado y estaba al día. “Frente a la situación económica y que debía reinventarme, accedí”, afirmó.
Le dieron $48.000 que los invirtió para comenzar a hacer los puños. “Los dos primeros meses de la pandemia fueron terribles porque no se vendió nada, pero en el tercer mes llegué a juntar $65.000. Dos días después del vencimiento del tercer mes, me presenté a la financiera y les expliqué por qué no había podido pagar. Les dije que tenía $65.000 para liquidar el total del préstamo”, relató.
La respuesta que recibió fue que no podía pagar todas las cuotas de una sola vez y si lo hacía tenía que pagar los intereses de cada una de las 24 cuotas del préstamo, lo que significaban $92.000. “Propuse pagarles los $48.000 pesos iniciales y abonar los intereses por mora generados durante los tres meses. La respuesta fue que pagaba todo o no pagaba nada”, recordó Juan.
Se fue de la oficina y lo pasaron al Clearing, “me pareció una usura lo que me intentaban cobrar, tomando en cuenta que la pandemia nos había sobrepasado a todos, no solamente al uruguayo, a todo el mundo”, expresó. Aseguró que cada dos semanas lo llamaban con amenazas de quietarle la casa, y que tenían muchos datos sobre él.
“Conozco personalmente a vecinos que viven en asentamientos, que son periferiantes, y que la Intendencia les cortó la feria. Esa gente no tenía de dónde rebuscarse y muchos de ellos adquirieron préstamos de todo tipo. En mi caso acepto la mancha de la deuda porque decidí tomarla, pero hay quienes están manchados porque no les da el cuerpo para salir de esas cuentas y cada día crecen enormemente”, lamentó el entrevistado.
Mirar hacia adelante y solucionar los problemas
Juan indicó que, mes a mes, tiene un gasto fijo de $15.000: la camioneta, el seguro, la patente, la cuota de la casa, agua, teléfono, contribución inmobiliaria. “Cuando querés acordar se suma un gasto enorme, y este año, si bien se salió de la pandemia y de la sequía, cuando hacés un balance te das cuenta que dejaste de lado algunas cuotas”, comentó.
Durante esta zafra de ventas, que fue hasta los primeros días de agosto, José vendió el 60% del año pasado. “La gente, cuando se va Argentina, por ejemplo, deja el dinero en ese país y no acá. Y los que viajan a veces son familia tipo, con dos adultos trabajando, pero que también están metidos en créditos”, analizó. “Les ofrecen préstamos de $400.000 pesos y les regalan un televisor, pero pagan $900.000 de préstamo, ¿de verdad esa TV es un regalo?”, se cuestionó.
La esposa de José tiene 70 años y está jubilada por discapacidad, en el año 2010 eliminaron las tarjetas de crédito y ahora utilizan el sistema de juntar el dinero para comprar después. “A crédito ya no más. Nosotros somos grandes y con muy poquito nos arreglamos, pero si fuera un hogar con niños no podés hacer que le falte la comida o el abrigo, y ahí caes en créditos”.
“Ojalá que si se aprueba la gente que lo necesita lo sepa aprovechar y salir de las deudas. Está muy enredado el país, me enojo con el presidente y con los que fueron presidentes por cosas que han hecho, pero así estamos y hay que mirar hacia adelante y solucionar los problemas”, puntualizó el entrevistado.
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