El presidente de Inale dijo que las perspectivas de la primavera son buenas debido a que es altamente probable que sea un año con un clima normal. Señaló que son importantes los márgenes, y no solo el precio a los que se vende el producto.
El presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Juan Daniel Vago Armand Ugon, dijo a La Mañana que las perspectivas de la lechería a mediano plazo no pueden basarse solamente en las noticias que más trascienden como la caída del precio en Fonterra y el menor precio que reciben los productores por litro. Se viene una buena primavera, es esperable una menor oferta en el mercado internacional porque no todos los países van a producir a estos precios, aunque sí lo harán los más competitivos como Uruguay. Además, es probable que la demanda china se reactive y que siga bajando el costo de la alimentación del ganado. Con ese panorama “debemos comenzar a pensar en mejorar el margen que es el ingreso bruto menos los costos. Eso que queda es con lo que productor paga sus deudas y realiza las inversiones necesarias”.
En general, la lechería está en un inicio de primavera que cabe esperar “sea normal” por el inicio del año Niño. Si se normalizan las características meteorológicas “nos van a traer una primavera de pasto, en la cual se van a poder recomponer reservas, o sea que de alguna manera vamos a tener un buen año productivo. Después de tres años Niña, no podemos ni deberíamos desaprovechar la llegada del Niño con lluvias dentro de lo normal o por encima de lo normal. No hacerlo, para la lechería sería “una estrategia de gestión inadecuada”, afirmó.
Por otro lado, en el contexto adverso que nos ha tocado, “la lechería aumentó la producción, estamos 1% arriba del ejercicio pasado”. Esa mayor remisión se explica porque “los lecheros en su forma de trabajo para mantener las unidades productivas en marcha apuestan a mantener la producción, aunque sea con costos caros y en base a plata”.
Dicho de otra forma, “la producción se mantuvo a base de un crédito, que la Industria, el BROU y el MGAP estaban dando a la primavera” y “también se corrieron las amortizaciones e intereses. La primavera llegó y lo que nos pasa ahora es que tenemos un costo promedio de US$ 130 millones por la sequía, que equivale a unos 6 centavos de dólar por litro en durante 1 año”, explicó.
Pero; “tenemos un rodeo que produce mucha leche, que pasó muy bien la sequía a forrajes caros y ración; y que con una primavera y un verano promisorios en los que seguramente vamos a tener reservas de maíz y pasto para bajar costos, además de que los concentrados pasaron de US$ 430 a US$ 350 aproximadamente (en los últimos 5 meses)”, señaló, y precisó que el alimento del ganado representa el principal costo más del 60 % (incluye concentrado, reserva y forraje).
Por otra parte, “hay que empezar a trabajar con los márgenes que dan relativamente positivos para poder seguir produciendo, poder recomponer reservas, poder manejar bien los rodeos y llegar al año que viene con buena producción, en un año que aparentemente va a ser normal desde el punto de vista climático, y con eso ver cómo pagar la mochila que nos dejó la sequía. La forma de pagar (esos US$ 130 millones) es no desperdiciando la primavera ni la baja de costos, para poder sacar leche con el mayor margen posible”.
Baja del precio al productor
Consultado sobre la baja del precio que la industria paga a los productores, Vago explicó: “Uruguay exporta el 70% de la producción y básicamente como leche en polvo entera” y el precio final que la industria puede pagar a los productores tiene tres variables: los precios internacionales, la participación de Brasil y el mercado interno”.
¿Qué pasó con la industria que bajó la leche?, es que “a partir de octubre de 2022 empezó a haber una baja sostenida de los precios de Fonterra” sobre la leche en polvo; también hubo una baja aunque en menor grado de la leche en polvo en Uruguay porque está Brasil que nos compra con el paraguas arancelario del Mercosur (vendemos a Brasil al precio Fonterra más un plus), y hubo una leve suba en el mercado interno, aunque en el mercado interno hay empresas que esa variable incide mucho y otras que menos”, expuso.
En el caso de las industrias que todo lo que producen es leche en polvo, o su principal producto elaborado es leche en polvo, “estuvieron pagando al productor un precio, desde fin del año pasado hasta ahora, muy por arriba de lo que se podía” según el precio del mercado. Esas empresas pudieron mantener el precio “un poco por Brasil y otro poco haciendo un esfuerzo muy grande porque se comprometieron a no bajarlo durante la sequía. Pero cuando hubo que ajustar en agosto de este año debieron considerar toda la pérdida acumulada en los últimos meses. Fue un periodo de 4 o 5 meses en que se pagó de más”, precisó.
“La baja del precio al productor no es una sorpresa. En marzo de este año los técnicos de Inale había previsto que el año el precio estaría entre 34 y 38 centavos de dólar”, recordó; “tampoco es sorpresa la dimensión de la baja cuando es clarísimo que en los últimos meses se estuvo sosteniendo un precio que no se podía pagar”.
Como se ha difundido en el último tiempo en Alimentos Fray Bentos la baja fue mayor porque pagaba el precio de Conaprole más un plus, con una brecha mucho mayor. A diferencia de Conaprole, Fray Bentos solo hace leche en polvo y no tiene mercado interno, lo que hizo que la brecha entre lo que podía pagar y lo que pagaba fuera mayor. Alimentos Fray Bentos está funcionando con una planta de primera generación para producir fórmulas infantiles que tiene un valor muy alto a nivel internacional.
Vago definió “dos cosas que no podemos manejar: el clima y los precios”. Sobre el clima dijo que “las perspectivas son, que será favorable. “En el caso de los precios no estamos en condiciones de afirmar una determinada evolución pues dependen fuertemente del mercado internacional. “Aunque ya tuvimos dos rebotes en setiembre” que nos permitió pasar “de un precio insostenible de US$ 2.500 a un precio mejor de US$ 2.800. Para el año que viene es dable esperar que haya nuevos rebotes y la leche en polvo entera en el mercado internacional podría situarse en el entorno de los US$ 3.000 la tonelada y normalizarse”, según muestran los precios a futuro en la Bolsa de Nueva Zelanda.
Al final de la entrevista insistió en que “lo más importante es hablar de márgenes y no solo de precios”, porque “será ese margen el que nos permitirá hacer caja para pagar las deudas que nos dejó la sequía y hacer las inversiones necesarias” para seguir funcionando.
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