Stanham es directivo de Cupra y conoce el mercado de la carne ya que presidió el Instituto Nacional de Carnes durante 5 años, hasta marzo de 2020.
En las últimas horas la avicultura nacional ha tomado un protagonismo inusual para ese sector productivo por dos hechos de naturaleza diferente que han colocado al rubro en la consideración pública.
El primer hecho es el debate generado por el reclamo de la Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne de Uruguay (Adicu) y la Unión de Vendedores de Carne (UVC) que piden al Gobierno aumentar el cupo para la importación de carne de pollo ante la posibilidad de que falte el producto en el mercado y haya una suba de precios, tema que fue respondido por la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra). Y en segundo lugar, el otro hecho es la realización del primer Foro Internacional, denominado “Desafíos para la exportación de carne aviar uruguaya” que se está realizando al momento de redactar este artículo (martes 26) y que ayuda a que tomemos conciencia de la importancia y el potencial de la producción de pollos, que también es un sector generador de trabajo y parte fundamental en la seguridad alimentaria nacional.
Falta de pollo y posible suba de precios
Sobre el primer punto, Adicu y la UVC advirtieron sobre “la falta de pollo en el mercado”, con “un constante e ininterrumpido aumento del precio y una baja del consumo de este producto”.
La posición de ambas instituciones se vincula a la limitación de importación de pollo y señalan que si el Gobierno continúa con esa política, quien saldrá perjudicado será el consumidor. La mayor oferta y por tanto un precio controlado se lograría con mayores importaciones.
Cabe recordar que el año pasado, luego de un amplio debate del que participaron todas las partes del sector avícola, el Gobierno estableció un cupo a las importaciones de carne de pollo que cubre sólo el 1,75% del consumo nacional. Para evitar caer en desabastecimiento es que los importadores y vendedores piden que ese cupo se amplíe antes de fin de año.
Sobre el tema, La Mañana consultó a Federico Stanham, directivo de Cupra, quien aseguró que “no va a faltar carne aviar” y “es inadecuado que gente que no pertenece al sector productivo opine sin propiedad sobre esos puntos. Si quieren hablar de calidad u otros temas están en todo su derecho, pero hacerlo sobre la producción cuando no están en ese tema, es bastante osado”, y el resultado es que “interpretan y manejan la información de forma equivocada”.
Una de las cosas que dicen es que bajó la producción y llegan a esa afirmación porque “toman datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), publicados en la web de esta institución y que son datos mensuales del volumen comercializado de carne”. Sin embargo, “si se mira los datos de enero a julio de 2023 y se compara con igual período de 2022, da que se volcó al abasto 2,3% menos de carne aviar, ese dato es real y verdadero. Lo que no es correcto, y es bastante audaz interpretar que eso significa que hay una baja en la producción nacional”, expresó.
Sostuvo que “si tomamos los primeros tres meses del año vamos a ver que en 2023 hubo una baja de carne respecto a 2022, pero el motivo es que el año pasado hubo una faena anormalmente alta, se produjo mucha carne aviar, algo que puede pasar con cualquier otro rubro de la agropecuaria ante circunstancias que permiten una mayor producción” y lo normal es que al año siguiente (2023) se retome la normalidad lo que significa que se faene menos.
Además, entre abril y julio de 2023, comparado con igual período de 2022, lo que se ve es que “aumentó la carne aviar nacional comercializada al abasto” y por eso dijo “que sacan una conclusión audaz, porque en el período más reciente”, cuando pasó el efecto de esa faena mayor, “hay un aumento” que además ellos “lo vinculan al momento en que se limitaron las importaciones (en marzo 2023), pero no tiene nada que ver, porque a partir de que se limitaron las importaciones hubo un aumento de la oferta de carne aviar nacional”.
En conclusión, quienes reclaman una mayor importación “toman datos de INAC, pero es información que hay que analizar correctamente, porque de lo contrario se llega a conclusiones equivocadas”.
Por otra parte, el directivo de Cupra dijo que “los niveles de faena en Uruguay oscilan en valores más o menos estables y no hay nada que permita indicar que la producción vaya a caer”, y además “el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) autorizó a una empresa a importar pollitos BB que van a sumar a la producción nacional”.
Comportamiento del precio del pollo
Consultado sobre si hay un aumento del precio de carne aviar, Stanham dijo que “esa también es una información parcialmente cierta”, porque si analizamos “los precios constantes de agosto 2023 y miramos 5 años para atrás, vemos que hay una oscilación de subas y bajas en períodos de 3 o 4 meses porque aumenta la producción y como no se puede exportar (no hay mercados abiertos) tira abajo los precios. A menores precios, se achica la producción y a menor producción el precio empieza a recuperar su nivel. No es que sube y no deja de subir, lo que hace es recuperar su nivel”.
En diciembre de 2023 el valor del pollo fue de $ 110 el kilo, en marzo estaba a $ 99, se recuperó en junio y llegó en agosto a $ 110, el valor de 8 meses atrás, tal como se en la gráfica (se muestra hasta julio porque los datos oficiales de agosto se publicarán en octubre). “Eso es desinformación y mala fe en usar esa información con intereses económicos particulares”, subrayó.
Precio de la suprema
Otro de los temas cuestionados por los exportadores y vendedores es el precio de la suprema que dicen que tuvo una disparada importante. Ante eso Stanham dijo que “en el mercado puedo tomar un precio alto en un lugar y un precio bajo en otro y decir que ese es el comportamiento del mercado. Pero el mercado lo muestra el Instituto Nacional de Estadísticas (INE)”.
“En agosto de 2022 la suprema, según el INE, estaba a $ 367 al público y en agosto de 2023 a $ 401, eso no es una duplicación del precio de la suprema. Lo que pasa es que voy a un supermercado que está en un punto de venta con productos caros y veo supremas de una marca posicionada en bandeja y determinada presentación a $ 500, pero ese no es el verdadero precio del mercado porque si voy a otro comercio de barrio encuentro la suprema a $ 380. Eso pasa con todos los productos y no se puede hacer esas comparaciones”, agregó.
Lo que pasa es que “se quiere importar suprema” que es el corte que “hace una diferencia importante”.
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