El MAPI o Museo de Arte Precolombino e Indígena está ubicado en Montevideo en la calle 25 de mayo 279 entre Colón y Pérez Castellano (Ciudad Vieja). Fundado en 2004, es un emprendimiento cultural de gestión mixta dependiente del Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo y en el que las partes aportan valores, patrimonio y recursos desde una visión compartida. Fue creado por el Decreto 31.383 de la Junta Departamental de Montevideo y recibió su colección inicial mediante un convenio de comodato suscrito entre el entonces intendente de Montevideo, arquitecto Mariano Arana, y el coleccionista Matteo Goretti que cedió parte de su importante colección etnográfica y arqueológica por un plazo de 20 años.
En los últimos tiempos el acervo del MAPI se ha incrementado con otras colecciones que fueron donadas o cedidas en préstamo por instituciones públicas –Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, Biblioteca Nacional del Uruguay, entre otras–, embajadas y coleccionistas particulares.
¿Cuál es tu cargo y responsabilidad y desde cuándo estás en el MAPI? ¿Qué actividades anteriores sientes que te dieron más experiencia para afrontar esta tarea?
En el MAPI estoy a cargo del área de producción de exposiciones, además me encargo de la programación de espectáculos artísticos, teatro, danza, música. En otro orden también colaboro con el área de eventos.
Mi primer día en el museo nunca sucedió, ya que fue el 13 de marzo de 2020, justo cuando se decretó la pandemia en Uruguay, por lo cual no empecé a trabajar físicamente hasta fines de agosto aproximadamente. Nos conectábamos por zoom y así conocí a mis futuros compañeros. Solamente conocía al director, Facundo de Almeida, desde cuando él llegó a Montevideo y yo trabajaba en la secretaría de la División Artes y Ciencias de la I de M.
Del 2015 al 2020 yo estuve con un pase en comisión en la Dirección de Cultura del MEC, como asistente del director. Con el cambio de Gobierno, volvía a la Intendencia y ahí fue cuando Facundo me invitó a integrarme al MAPI. El museo tiene la posibilidad de tener dos funcionarios de la Intendencia y en ese momento sólo tenía uno así que fue la oportunidad para que me integrara.
La propuesta original era que me encargara de promover al museo como espacio para espectáculos de artes escénicas, además generar un canal MAPI TEVE, era una maravillosa idea. Luego con la ocurrencia de la pandemia y la enorme oferta en productos audiovisuales, la idea quedó un poco stand-by: tal vez podamos en un tiempo volver a ponerla en marcha. De alguna forma la idea se plasmó en lo que fue el MAPI VIRTUAL, donde tuvimos la oportunidad de estar en contacto con el público a través de la incorporación de avatares que representaban a los funcionarios del equipo y los mostraban en sus tareas.
Creo que lo que Facundo buscaba, y espero que haya encontrado en mí, es una persona con conocimiento de la institución y con capacidad de acción y resolución, y eso seguramente lo conocía por mi trabajo en la DNC y también por los años que trabajé en gestión en la IM como directora de producción de la Comedia Nacional, como productora audiovisual durante muchos años en Tevé Ciudad y anteriormente como productora independiente en documentales de cine y publicidad desde mediados de los 80.
Se sabe que quien tiene incorporada la tarea de producir, lo puede resolver en casi todas las áreas.
Paralelamente tengo una carrera hace tiempo abandonada dentro del teatro, y que en mi pase por Teve Ciudad aproveché realizando varios programas sobre la temática. Seguramente mi conocimiento del ambiente y de las necesidades me ha servido para una mejor vinculación y empatía. Se trata de no ponerme en la actitud de encargada de sala, sino en estar a disposición y resolver los conflictos en la medida de las posibilidades de la institución.
¿Cómo veías al MAPI antes de entrar? ¿Y ahora? ¿Qué dificultades
debiste enfrentar y cómo las superaste (o no)? ¿Qué es lo que más te complace de esta actividad?
Bueno, dicen que siempre luce más verde el jardín del vecino. Cuando uno trabaja en la administración pública, lógicamente está sujeto a una estructura, a normativas, etc. Hay una frase de un compañero que es muy divertida, dice que “en la Intendencia hay algo que no frena nadie y es la máquina de impedir”.
Entonces uno pensaba en el MAPI como un territorio más libre. Es un museo público de gestión privada. Está gestionado por la Fundación MAPI, quien recibe un dinero de la IM para los gastos de recursos humanos y funcionamiento, cobra entrada, aunque es muy barata, y tiene otras facilidades financieras. Entonces yo pensaba que iba a ser más fácil gestionar, pero ser libre a veces también es estar desprotegido.
En la IM las unidades tienen su presupuesto anual, con metas, objetivos, logros y ejecución (al menos era así hasta el 2015), pero si sucede un imprevisto, una debacle, una situación especial, puede haber una ampliación en caso de que se considere imprescindible. En la gestión privada, cuando se termina el dinero, no hay de dónde sacar.
El MAPI en mi imaginario era una organización cuasi perfecta, con una colección importantísima, en un edificio histórico de una belleza tremenda, pero esa colección hay que cuidarla, conservarla y mostrarla adecuadamente. Ese magnífico edificio hay que mantenerlo y bajo los parámetros en que está catalogado como patrimonial en el índice más alto de protección. No es tan fácil la independencia, aunque es muy romántica.
En cuanto a mi actividad, creo que la he podido llevar adelante en la medida de las posibilidades de los espacios, sobre todo para lo que tiene que ver con el teatro. No tenemos muchos elementos técnicos de iluminación, por ejemplo, pero los espacios son tan bellos que los directores, actores, bailarines, se enamoran de ellos y resuelven las puestas en función de las propias dificultades. Por ejemplo: el año pasado se presentó “Sea Wall”, una obra por la cual Marcel Sawchik fue ganador del Florencio como mejor actor en espectáculo de unipersonal y el director Pedro Pedrazzi fue nominado al Florencio Revelación. La obra se hacía al atardecer en un espacio donde hay un gran ventanal y transcurría en el tiempo que iba cayendo el sol y se iba yendo la luz.
Para mí esas cosas han sido muy gratificantes.
Lo mismo sucedió con espectáculos de danza que se hicieron en los hermosos espacios del segundo piso, que fueron reconcebidos para hacerse en esos lugares.
En lo que siguió del 2022, se hizo “Después de la extinción”, una performance que consistía en un recorrido sensorial por la Ciudad Vieja que terminaba en el museo. Allí en un audio le contábamos a la gente sobre los orígenes del edificio, que fue concebido como un centro terapéutico hidrotermal. Mientras accedían a una galería donde en la tarde da un sol magnífico, de alguna manera ellos disfrutaban de esa idea de Reus del sol curando a la gente.
Ahora se está presentando con gran éxito un espectáculo que se llama “Aguaviva” basada en la obra de Clarice Lispector que es una belleza. Y para octubre y noviembre hay más estrenos. Buscamos que los espectáculos tengan una impronta personal y diferente.
Para mediados del año próximo estamos programando una obra que escribió y dirigirá Sandra Massera que es sobre los últimos tiempos de Emilio Reus cuando estaba finalizando esta obra que nunca pudo ver inaugurarse. Esto forma parte de un deseo personal que lo hemos hablado reiteradas veces con Facundo, que es poder hacer un Museo del Sitio, potenciar el espacio y que la gente conozca los orígenes del edificio. En el Dia del Patrimonio hemos visto gente que entra, queda maravillada y se pregunta ¿quién habrá vivido acá? … y acá nunca vivió nadie.
En ese sentido mis aspiraciones de programadora están bastante colmadas. Lo que hemos hecho ha tenido respuesta del público y fundamentalmente ha sido de calidad.
¿Cuáles son las ideas fuerza y la misión del equipo del MAPI? Obviamente la Dirección a cargo de Facundo de Almeida establece la visión y los objetivos, así como las líneas de trabajo. ¿Cómo se conforma el organigrama del MAPI?
Es muy importante todo lo que tiene que ver con el área de educación. Anualmente se reciben cerca de 25.000 visitas de escolares y liceales. Antes de la pandemia llegaron a ser alrededor de 35.000, todavía no hemos llegado a esa cifra en estos años de normalidad. Se hacen talleres en vacaciones, inclusive en algún verano se hizo un programa “MAPI va a la playa”.
Otro punto importante es la investigación sobre piezas del acervo. Este año se hizo una exposición que se llamó Sonidos del pasado, que estaba basada en la investigación de la arqueomusicóloga cordobesa Mónica Gudemos. Mediante tomografías y radiografías se pudo investigar instrumentos musicales precolombinos de la zona del actual Ecuador. Con la información que brindó ese estudio se pudo calcular la antigüedad de los mismos, inclusive se ven en la arcilla las huellas de las personas que los construyeron.
Hay otra exposición permanente Historias pintadas en la piel que se basa en la investigación de la etnóloga Candance Green. Ella vino en el 2013 a estudiar la colección Torres-Andrada, que está a resguardo del MAPI, sobre todo de materiales de los grupos indígenas de las planicies de América del Norte, grupos en lo que ella es especialista. Fundamentalmente estudió una piel de búfalo que tiene una cantidad de pinturas muy interesantes. Es más, comentó que era de las mejores piezas que había investigado en su vida.
En marzo del año próximo vendrá desde Estados Unidos otro investigador llamado Michel Jordan, para trabajar también en piezas de la colección de Augusto Torres-Elsa Andrada. Esto ameritará una nueva exposición que ya está programada para mediados de 2024.
En el MAPI es muy importante el equipo humano. Se trata de pocas personas, pero muy bien formadas. En lo que tiene que ver con Educación, la dirección coordina con el área las líneas de trabajo, talleres, etc. En lo que tiene que ver con investigación se trabaja con la encargada de la reserva técnica. En ambas áreas se trata de arqueólogas y licenciadas en arte.
En mi área tengo independencia, informando las movidas, porque hay que coordinar con todas las áreas para no pisarse.
Como dije en el MAPI tenemos
- Educación con dos personas permanentes y un grupo de talleristas que trabajan puntualmente en la época de clases.
- Reserva técnica
- Montaje
- Eventos y Relaciones públicas
- Producción de exposiciones y coordinación de actividades artísticas
- Área de diseño que es bien importante porque maneja también las redes y elabora la imagen exterior del museo
- Administración
Además, por un convenio con la Fundación Novia Salcedo de Bilbao, anualmente se realizan pasantías de 5 a 6 jóvenes que vienen de distintos lugares del País Vasco. Las pasantías son de 6 meses.
¿Qué público tiene el MAPI? ¿A qué público quiere captar?
Por la ubicación en la Ciudad Vieja se reciben muchos turistas, estudiantes y escolares, como ya dije.
También hay una muy buena relación con las embajadas fundamentalmente de América que organizan sus celebraciones de fechas patrias en el Museo, así como presentaciones de sus artistas cuando están de visita.
¿Cómo se financia? ¿Hay campañas con sponsors?
A través de la Fundación MAPI, la Intendencia de Montevideo aporta un monto anual para funcionamiento del Museo. Se cobra entrada, a un costo muy bajo. Se cobran los talleres a los escolares y con eso se paga a los talleristas contratados. En los espectáculos artísticos se cobra un porcentaje de lo recaudado.
¿Cuál sería tu análisis FODA actual? ¿Hubo cambios en los últimos
años? ¿Cuáles?
Creo que hay muchas oportunidades y muchos proyectos por realizar. Nos hemos presentado a varios fondos para desarrollar un programa con liberados: vamos a ver cómo nos va con eso.
Como toda institución cultural siempre se está en arenas movedizas, nunca se sabe lo que puede pasar.
¿Cómo planificas tu labor de producción? ¿Cómo convocas o seleccionas las diferentes propuestas?
En determinado momento hice una invitación genérica a directores que me interesan por su trabajo; algunos respondieron, otros no. Esta es una sala que hay que “calentar”. Hay que arriesgar para venir acá, pero también eso es parte del desafío. Fundamentalmente nos interesan que sean estrenos, que sean novedad. Hasta ahora no me he equivocado, pero…
¿Qué te gustaría poder incentivar o probar?
Como ya dije me gustaría hacer una exposición sobre Reus y su obra, sobre la historia del edificio
¿Cómo ves al MAPI de aquí a cinco años? ¿A qué museo del país o del exterior tomas como ejemplo?
Yo soy nueva en el ambiente de museos. Nunca me imaginé que iba a gustarme tanto. No me gusta tomar como referencia ninguna otra institución porque creo que todas las realidades son diferentes y no se pueden trasladar.
Me gusta que éste sea más que un museo, un centro cultural que da espacio a otra infinidad de cosas.
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