Entre otros temas, el presidente de Jumecal comentó a La Mañana las dificultades que enfrentan los productores en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), se refirió al relevo generacional y planteó que se debe definir si se quiere o no tener granja en Uruguay.
Jumecal es una cooperativa de unos 170 socios, nuclea la zona de producción de Melilla y alrededores con un área de influencia superior a las 2.300 hectáreas. Fundada en 1965, su historia se relaciona al abastecimiento en el mercado de productos naturales, representando el 30% de la producción nacional de manzanas y el 20% de la producción de peras.
Javier Martínez, presidente de Jumecal (Juventud Melilla Cooperativa Agraria. Ltda.), dijo a La Mañana que esa institución integra las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) y que ofrece a los productores asistencia técnica, frío para la conservación de los productos, insumos y servicios de laboratorios.
Consultado sobre el rol de la UAM, explicó que la comercialización de los productos corresponde a cada productor de forma independiente y cada un lo hace a su manera, no a través de Jumecal. Desde su posición de productor particular, Martínez es operador de la UAM. Su familia tiene “70 años, primero en el Mercado Modelo y ahora en la UAM”.
Respecto a cómo ve el proceso de integración de la UAM, dijo que “como productor más chico que mediano, no hay lugar a dudas de que el viejo Mercado Modelo no se puede comparar nunca con la actual UAM. Ésta está diseñada para grandes comercializaciones y grandes compradores, mientras que el Modelo tenía un público de más amplio espectro, al que iban desde el pequeño puestero de la vuelta u otro barrio. Iba todo el mundo, y eso no se está dando ahora con la UAM y ha afectado mucho la economía del productor, especialmente de los chicos y medianos”.
Para explicar por qué no va el puestero pequeño que sí concurría al Mercado Modelo, “hay varios factores”, fundamentalmente dos: “La locación es uno, y el otro que cualquier actividad que se vaya a realizar allí tiene un sobrecosto de ingreso y estacionamiento, y la gente que va a buscar lo mínimo para hacerse del jornal no está dispuesta a pagarlo”. Existe la posibilidad de no pagar si se concurre después de las 09.00 horas, pero quienes se dedican a la venta de frutas y verduras ingresan a la UAM a las 03.00 y casi nunca permanecen más allá de las 10.00 horas.
En la UAM “hay un buen ambiente, es limpio, no se puede comparar con lo que era el Modelo, pero si preguntás, el 80% te va a decir que hubiera preferido quedarse en el Modelo y no mudarse” para este nuevo local, porque allá vendían más. “Al Modelo llegaba gente en taxi que compraba una bolsa de lechugas, una bolsa de papas, iba mucha gente a hacer compras puntuales, y hoy eso no se está dando, lo que complica la comercialización”.
Respecto a si hay alguna posibilidad de que esa realidad cambie, Martínez dijo que no, porque hay otros temas que preocupan. “Como operador puedo decir que, según se escucha y conversamos, con el tema de la gobernanza, los terrenos, la deuda de la UAM, no se ha podido hacer foco en su verdadero problema que es la subsistencia de los operadores” entre los que están los productores. Sus autoridades están preocupadas “por otros asuntos y no piensan que si nosotros trabajamos mal todo se cae por su propio peso”.
El costo sube diariamente
Además, la UAM también es cara para los productores, muchos de los cuales han dejado de pagar.
“Yo tengo un costo de piso que todos los días sube de precio, y mi producto muchas veces baja de precio. Eso lleva a que algunos seguimos haciendo el esfuerzo de pagar, pero hay otros que tiraron la toalla y siguen yendo sin pagar. Esa es la realidad económica de los operadores”. La suba diaria se da “porque está en UI (unidades indexadas), yo empecé pagando $ 18.000 por 24 metros cuadrados y hoy está en $ 22.000, y eso cuando supuestamente todos estamos pagando menos de lo que deberíamos, por el convenio que está vigente. Pero el día que llegue el tarifazo, nos vamos todos porque será imposible”.
Por otra parte, “el piso para los operadores es un tema del cual no se está hablando, aunque el tarifazo se está frenando gracias a las gremiales y gente vinculada al Directorio, porque la verdad es que vamos a ser varios los que vamos a dejar de participar”, reiteró. Ahora bien, si la suba del piso se diera, “los operadores no tienen otro lugar en el cual ofrecer sus productos”, la solución sería “comenzar a recorrer la calle, hacer un reparto y vender directamente”, pero eso “no es viable” porque “tenemos un mercado muy acotado”.
No tenemos relevo generacional
Consultado por La Mañana sobre el relevo generacional, Martínez dijo que es un tema que Jumecal “está trabajando desde 2012 que fue cuando más me vinculé con la cooperativa, aunque mi familia está desde los comienzos. Al nacer la inquietud e iniciativa de formar un grupo de jóvenes comenzamos a sumar juventud y hacer actividades, entre ellas organizar intercambios. Pero como el negocio dejó de ser atractivo y comenzó a ir para atrás, muchos cambiaron su ruta de vida. El negocio sigue siendo no atractivo y hoy el panorama del relevo generacional en el rubro, en la zona, es que se termina mi generación y la de mi hermano y no hay quien siga con esto. Esa es la realidad de sector acá en Melilla”.
Recordó que en la familia de su abuelo “eran 6 hermanos y todos con sus familias e hijos trabajaban en la granja, pero eso ya no se da así y sabemos que en las próximas generaciones se va a cortar el ciclo. Frente a eso que pasa en muchas familias lo que Uruguay tiene que plantearse es si quiere o no granja, si quiere tener un productor que pueda vivir de esto o quieren un productor que se muera de hambre. Eso es lo que tenemos que definir: si queremos vivir consumiendo cosas importadas, o que nuestros alimentos sean nacionales. Que nos digan para que los productores veamos qué vamos haciendo”, reclamó.
“Pero ningún político parece darse cuenta que acá estuvimos dos años con las fronteras cerradas y en ningún momento faltó la fruta y la verdura en la mesa de los hogares, y a un precio barato porque no nos hicimos los vivos, los productores sabíamos que el pueblo tenía que comer”.
“Hubo presión para que se importe manzana”
Por otra parte, el presidente de Jumecal cuestionó la importación de manzanas, con lo cual se generará una sobreoferta: “Hubo presión” desde las grandes superficies y algún comercializador grande de la UAM para la importación de manzana “y ahora cuando entre la importada va a sobrar. La presión que hicieron fue imponente, la frenamos lo más que pudimos. Lo que logramos fue que el producto fuera contraestación y extraregión (de Europa), vamos a ver a cuánto se coloca en el mercado”, pero estaría a un precio similar al que tenemos hoy acá, “la diferencia está en que no podes comparar la calidad de la manzana europea con la que tenemos acá por la sequía”.
Un reclamo para el cuál no dan solución
Javier Martínez se refirió también a la participación de Jumecal en Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) y mencionó dos aspectos “fundamentales” en los que valora positivamente integrarla. En primer lugar, “nos da la posibilidad de llegar y ser escuchados por el Gobierno, cosa que individualmente no la tienes; y lo segundo es que sin importar el tamaño ni el rubro de las cooperativas, muchas veces coincidimos en los problemas”.
A modo de ejemplo mencionó como un problema de las cooperativas que “no descontamos IVA y eso nos pone una competencia desleal frente a algún emprendimiento particular en el mismo rubro; otro problema es de la falta de recambio general que se da a nivel país, un tema que CAF trata desde hace años”.
En el caso de la energía eléctrica agregó que Jumecal “paga US$ 80.000 anuales por IVA”. Es un tema que “desde 2012, año desde el cual integro la Directiva de Jumecal, hemos planteado a todos los actores de Gobierno, pero todavía no tenemos la solución. Te escuchan, pero no dan una solución”.
Ninguna cooperativa tiene fines lucrativos, “todo lo que pueda ahorrar se debe volcar al productor, ya sea en tarifa como en servicios, pero perdemos nosotros perdemos US$ 80.000 anuales con lo que podrían hacer una cámara por año o mejorar muchas otras cosas, pero ningún actor de Gobierno nos ha dado una respuesta, sin embargo, en la sequía la solución que encontramos los productores fue el endeudamiento”.
Hay que entender que “si le dan la oportunidad, el productor produce barato, y produciendo barato le da el alimento al pueblo también a un precio barato, es algo simple, pero no encontramos ese apoyo”, concluyó.
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