Respeto profundamente al gran periodista deportivo que es Gorzy, con quien comparto muchas de sus afinidades y simpatía. No pretendo polemizar con él de ningún modo. Solamente quisiera acotar una apostilla a su artículo en La Mañana del 8 de noviembre.
La recepción que se hizo a los seleccionados que volvieron con el cuarto lugar en México 70, la describen los propios protagonistas de esa historia.
Yo era muy chico en esa época, pero recuerdo las caras de decepción de mis padres. Buscando en Internet encontré una cita de ese gran jugador tricolor que fue Peta Ubiña. Dijo quien fuera el capitán del seleccionado: “¡Si habrá sido fracaso que ni mi vieja me fue a esperar al aeropuerto! No había nadie, y mire ahora (2010) hubo más gente en la calle que cuando Uruguay salió Campeón del Mundo en el 50, todo cambió mucho”. (aguantenche.com.uy/luis-ubina).
En ESPN Uruguay también se recogen las declaraciones del gran Ildo Maneiro: “Como delegación decidimos no ir a recibir los premios. Éramos así, si no salíamos campeones no significaba nada. Pesaba la historia y la actuación de los clubes grandes, que siempre tenían buena figuración”.
Y a continuación cita a Cascarilla Morales: “Cuando llegamos a Montevideo ni nuestra familia nos esperaba”.
Así lo vivieron los jugadores. Evidentemente no se valoró debidamente lo logrado. Cuando se repitió con Tabárez (y la plenitud de Forlán, Suárez y Cavani) la cobertura mediática fue, medio siglo después, incomparable. Y el gobierno de la época, a diferencia del de 1970, no perdió la oportunidad de capitalizar políticamente el hecho.
Comparto lo de Gorzy: en 2010 se valoró de otra manera por parte de la gente, pero no con ánimo conformista, sino con justicia. Ojalá se pudiera conseguir algún otro cuarto puesto en el futuro.
Brian Castro
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