Ahora que se acerca el fin de año parece conveniente hacer algunas reflexiones de tipo político. Por supuesto, como no soy neutral sino cabildante, las haré desde el punto de vista del partido al cual me siento unido. Ya han pasado prácticamente cuatro años de gobierno nacionalista (del Partido Nacional), de manera que no nos engañemos con eso de la Coalición. El Partido Nacional gobierna y los demás estamos “con la ñata contra el vidrio”, según una conocida expresión, o casi. No voy a hablar de colorados, independientes o del Partido de la Gente, allá ellos. Voy a razonar desde el punto de vista de un humilde cabildante y, de más está decir, lo que yo diga aquí no compromete en absoluto a la dirección del semanario.
Si todos los que “acompañamos” estamos con la ñata contra el vidrio, en nuestro caso debe de ser uno de esos vidrios dobles que se colocan en viviendas donde hay mucho viento o mucho ruido. Porque es indudable que vemos el partido desde fuera de la cancha y muy lejos. Sí, nos han hecho caso al votar una entreverada y muy difícil de aplicar ley para el resarcimiento de las víctimas de la subversión; sí, nos han votado un miserable aumento de mil pesos mensuales para los funcionarios que cobran menos que cualquier otro funcionario público, y quizás alguna otra cosita que se me escapa. Pero a mí, al menos, no me engañan. Ignoran nuestra campaña contra la vergonzosa usura que se cobra en nuestro país casi un millón de endeudados. Parece que les entran por un oído y les salen por el otro las lógicas críticas que hacemos (y no solo nosotros) al pésimo funcionamiento de la Fiscalía General y mucho, mucho más. Eso sí, se enojan cuando hablamos de los nombramientos en Salto Grande, nosotros somos unos meros amanuenses, sin derecho ni a criticar. Entonces surge la pregunta del título: ¿Hasta cuándo?
¡Debemos tomar o retomar nuestro camino propio, el de un partido artiguista, popular, sin compromisos con desleales y eso supone retomar nuestra propia senda!
Dr. César Eduardo Fontana
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