Judicialmente, 2023 cierra con de encendidas polémicas. Por un lado, la Asociación de Magistrados Fiscales reclama por presupuesto y personal; por otro lado, los abogados penalistas mantienen una postura firme contra el Código del Proceso Penal aprobado en 2017.
En los últimos tiempos, los dos sectores jurídicos mencionados se vieron enfrentados por acusaciones cruzadas respecto de las filtraciones de audios con declaraciones de personas imputadas. El fiscal de Corte, doctor Juan Gómez, debió comparecer ante la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, convocado para hablar sobre filtraciones de interceptaciones de llamadas y audios de la fiscalía en plena investigación. Para Gómez, “poner en duda la credibilidad de la Fiscalía es poner en duda el Estado de derecho”, Y agregó: “La materia penal se soluciona con políticos que no tengan que usar una muerte para decir que harán que las personas estén tranquilas, y no lo hacen, ya que lo que legislan produce el efecto inverso”.
En respuesta a las afirmaciones del fiscal de Corte, el presidente de la Asociación de Abogados Penalistas, doctor Juan Fagúndez respondió a través de su cuenta de X: “Le recomiendo al funcionario que se ocupe de sus problemas y no amenace a los abogados con sanciones que no existen. El desacato relacionado a la reserva de un expediente, además de abusivo, está limitado a eso. Entonces, de igual forma, lo cometen sus fiscales, que son de quienes usted se debe hacer cargo. No tire más por la espalda”, concluyó Fagúndez, quien dialogó con La Mañana e hizo varias precisiones al respecto.
¿Cómo cierra este año en lo que respecta al vínculo de los abogados penalistas con la Fiscalía, con la cual se entiende que deben trabajar de modo bastante cercano?
Lo que hemos vivido en estos años, y tratado de buscar solución, es el gran estancamiento en algunas áreas que para nosotros son importantes y que para la Fiscalía no están dentro del rango de importancia. Me refiero a las denuncias que se hacen fuera de los delitos flagrantes. Este delito es el que pasa todos los días, se comunica con fiscalía de turno y sacan este trabajo, que las seccionales trabajan en la cancha y derivan a la oficina, la cual tiene cierto tiempo de presentación, aunque primero se realiza el control formal. Si la fiscalía decide formalizar, se solicita audiencia, hablamos de 48 horas. Si en estas horas no se decide que hay elementos, puede quedar en libertad de forma absoluta o condicionado a regresar a la Justicia.
¿En qué esto afecta la labor del abogado penalista?
No, en realidad noventa y pico por ciento de estos trabajos lo defiende la defensoría de oficio, ya que son casos de personas en situación de calle. Lo que afecta no es esto, sino en casos de personas que son estafadas. Estas contratan a un abogado o van a defensoría si se cumplen los requisitos. Entonces los límites de 48 horas se transforman en problemas. Se debe insistir en personas que tomen la denuncia, lo cual puede llegar hasta seis meses.
Cerramos un año en el que la polémica se instaló en torno a las filtraciones en interceptaciones, ¿por dónde pasa la realidad del tema y dónde se está fallando?
Es verdad que hay abogados que acceden a la información, no puedo decir si hay abogados que filtran, ya que a la mayoría esto no le juega a favor pues uno lo que menos quiere es “calentar el agua”. Entonces, las filtraciones más importantes, salieron de la fiscalía. Ustedes han trabajado información que ni siquiera nosotros teníamos.
¿Esto interfiere en la investigación?
Creo que perjudica tanto a la víctima como al victimario, por un tema de exposición y preaviso de lo que está sucediendo. Yo sé que hay muchos fiscales a quienes se les complicó la investigación por esto. Tampoco tiene que ser un fiscal, hay otros funcionarios y recursos que pueden acceder a la información.
¿Existe la posibilidad de algún tipo de denuncia de abogados penalistas que se sientan afectados por esta situación?
Hace poco hubo un abogado amenazado de muerte, quien no tenía la información de lo que se había investigado. Además alguien a quien la escucha lo amenaza. Entonces, volvemos a lo que decía: no tenemos necesidad de filtrar, de hecho debemos mantener más discreta la situación, dentro de lo posible.
Según su opinión, ¿por qué que no se investiga puertas adentro de la Fiscalía?
Creo que la fiscalía tiene tantos problemas que tendría que ordenar cuáles debería atacar primero y cuáles no. Desde mi punto de vista, es necesario trabajar con los recursos humanos, ver si no hay corrupción de por medio. En la parte de trabajo en materia de denuncia, ya vamos para el sexto año y no podemos seguir así. Hemos planteado alguna reforma de este código, pero hemos llegado a la conclusión de que este código –el cual llegó con mucho dinero, no me refiero a nada espurio, pero viene mandado– género un compromiso que cuesta asumir que no funciona.
¿Puede haber algún interés político en alguno de los casos?
Voy a decir mi posición: si se probase que todos los audios referente a políticos salieron de Fiscalía es un escándalo, porque no va a haber persona pensante que no crea que la Fiscalía operó para sabotear a sectores políticos.
¿Esto no exime a nadie de ser investigado?
No, el tema es si se quiere o si se puede. Debemos jerarquizar los problemas. Las instituciones como el Poder Judicial y las que no son parte, pero se mueven en ella como la Fiscalía, necesitan del respeto de la gente y lo deben tener en función del prestigio. Si las instituciones no son prestigiosas las personas no las respetan y tenemos problemas peores y menos dominables, además de que un poder del Estado quede sobre otro, ya que si no hay posiciones fuerte de las clases políticas, tanto del Legislativo como el Ejecutivo, la bomba explota para todos.
¿Le preocupa el año que viene, con todos los casos aún no resueltos que impactan en lo político?
Si no hay cambios va a haber que estar atento. Si no se producen los cambios, vamos a tener que estar muy atentos, ya que hay muchas cosas que están desvirtuadas. Tuve el honor de que personas que fungen de legisladores de todos los partidos me han pedido algún tipo de reflexión, se han acercado a la opinión, que tampoco es revolucionaria, pero la gran mayoría se reúne y se ve consenso, la voz cantante entre otras cosas. El tema penal se maneja muy mal y se soluciona con políticos que no tengan que usar una muerte para decir que harán que las personas estén tranquilas, y no lo hacen, ya que lo que legislan producen el efecto inverso.
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