La Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) se apresta a culminar un año récord en materia de ventas de automóviles. Otro de sus roles está asociado a la nueva ley de seguridad vial, área en la que colaboró con las autoridades nacionales para establecer una mejor política pública en la materia. Así lo dijo a La Mañana el secretario de la institución, Ignacio Paz. También remarcó que esta es una época “disruptiva” por el ingreso de los vehículos eléctricos al mercado.
Sobre la realidad actual del sector automotor, ¿qué evaluación general hace?
Es un buen año. No vamos a llegar al récord de ventas, pero seguramente va a ser el segundo o tercer año de mayores ventas de vehículos de la historia. El mejor año fue 2013, con sesenta mil vehículos vendidos, y ahora vamos a andar en torno a los 58 mil cuando cierre el año.
¿A qué se puede adjudicar este nivel de ventas tan auspicioso?
A varios factores. Principalmente, el comportamiento del dólar. La economía automotriz está totalmente dolarizada y el dólar viene planchado desde hace mucho tiempo, ha tenido una pequeña suba y luego bajó, pero en líneas generales podemos decir que está muy estable y eso indudablemente ayuda. Otro indicador que nosotros miramos es el Índice de Confianza del Consumidor, que es el estado de ánimo que tienen los uruguayos al momento de decidir la compra de un bien duradero, como puede ser un vehículo. Este índice se ha ubicado en un moderado optimismo, quiere decir que hay una buena predisposición de parte de la gente a embarcarse en un gasto como un vehículo. Por otro lado, el crecimiento se puede adjudicar a la economía en general, donde ha habido cifras macroeconómicas interesantes, récord de inversiones, récord de exportaciones. Todo eso ha llevado a que las empresas se hayan animado a hacer gastos como estos. Por último, un grado de seguridad en las condiciones, puesto que no ha habido en los últimos tiempos alteraciones en las condiciones de compra de vehículos, entonces la estabilidad también da esa seguridad o ayuda a tomar esa decisión de la adquisición de automóviles. A su vez, más empleo y recuperación del salario real son condiciones que ayudan al desarrollo de esta y de cualquier otra actividad comercial.
¿Cuáles son las perspectivas hacia el año próximo?
Si todas estas condiciones de las cuales hablamos se mantienen con esta estabilidad, naturalmente van a ayudar al desarrollo del sector. La aspiración es superar aquel récord de 2013. Esto permitiría, a la vez, modernizar el parque automotor y dar también un empujón al flagelo de los accidentes de tránsito que provocan muertes o lesiones, dado que los vehículos más nuevos vienen con tecnologías que mejoran la seguridad. Estamos próximos a reglamentar la ley de seguridad vial, que va a establecer la obligatoriedad de traer muchos elementos de seguridad activa y pasiva de los automóviles que van a contribuir a combatir la siniestralidad y sus efectos.
¿Cuál es la importancia de esta ley y qué impactos cree que va a tener?
Hoy existe una ley de 2013, que se reglamentó en 2014 y establece que todos los vehículos que ingresen a Uruguay deben tener airbags delanteros, sistema de frenos ABS (sistema antibloqueo de ruedas), cinturón de seguridad de tres puntas y apoyacabeza, y además el sistema de anclaje Isofix. Esta nueva ley establece un montón de elementos adicionales, entre ellos, el control electrónico de estabilidad, que es un sistema que balancea la potencia de las ruedas al momento de posibles volantazos o cambios bruscos en la dirección y mantiene al auto estable y en control, ya que la pérdida de control es la causa de muchos accidentes. Cuando entre en vigor la nueva ley habrá un montón de elementos de seguridad obligatorios que los automóviles que ingresen a Uruguay deberán tener con el objetivo de tratar de evitar que haya un siniestro y, si este se produce, que los efectos sean menos dañinos.
¿Cuáles son los mayores desafíos que atraviesa hoy la industria automotriz?
Estamos en una época indudablemente disruptiva, el ingreso de los eléctricos es una nueva realidad con un montón de cambios y hace que el comercio sea bastante distinto. Hasta ahora, implica muy poco porcentaje del mercado, hoy los eléctricos andan en el entorno de tres por ciento, pero sí es clara la tendencia, dado que año tras año se está duplicando la cantidad de vehículos eléctricos que se venden con respecto al año anterior. Uruguay está a la vanguardia en el continente y viene muy bien preparado para recibir a los autos eléctricos, primero, en la generación de electricidad de fuentes renovables, y después en la infraestructura. UTE ha trabajado a lo largo de todos estos años de forma proactiva y hoy tenemos aproximadamente un cargador cada cincuenta kilómetros en todas las rutas nacionales. Asimismo, hay un montón de emprendimientos privados de acceso público, por ejemplo, en shoppings, supermercados, entre otros, donde hay cargadores.
¿Y en cuanto a la oferta de eléctricos?
Día a día va aumentando la oferta, cada vez vemos más lanzamientos de vehículos eléctricos en Uruguay y eso va a seguir pasando. Además, mundialmente se van desarrollando más los eléctricos y el gran componente, que es la batería, comenzará a tener una evolución como tuvieron los celulares, que cada vez fueron más chicos, con mayor rendimiento de la batería y más accesibles económicamente. Con las baterías va a pasar lo mismo.
¿Cómo analiza la política gubernamental que incentiva la compra de vehículos eléctricos?
El país ha actuado de forma activa en el sentido de que ha eliminado prácticamente todos los impuestos que pesan sobre los vehículos, hay una amortiguación de la parte tributaria y, adicionalmente, hay en algunos casos subvenciones, es decir, el Estado te da dinero para que tú adquieras el automóvil eléctrico. Por último, a través de la ley de promoción de inversiones, si uno incorpora un vehículo eléctrico en un proyecto de inversión, luego el Estado le da un beneficio para adquirirlo. La dirección del Gobierno es muy clara en el sentido de favorecer la incorporación de mayor cantidad de vehículos eléctricos o la sustitución de vehículos a combustión por los eléctricos, que lo vamos a ir viendo a lo largo de los próximos años.
¿Qué papel cumple ACAU en el contexto actual?
ACAU propuso la creación de la Mesa de la Movilidad Eléctrica, donde todos los actores involucrados confluimos para promover, estudiar, analizar y proponer mejoras para la incorporación de vehículos eléctricos. También hemos sido colaboradores del gobierno en la reglamentación de la ley de seguridad vial, dándole todos los insumos que necesita para establecer la política pública de seguridad vial correctamente, acercándole legislación de otros países, la experiencia de las fábricas que representamos. Hemos estado activamente en eso como asistentes. Lo mismo en la reglamentación de emisiones y en el etiquetado de los vehículos, que a partir del año que viene va a ser obligatorio. Así como uno ve las heladeras y demás electrodomésticos con etiquetas, ahora el auto va a tener una etiqueta que va a informar todo lo que tiene que ver con su consumo, con las emisiones, tanto los de combustión como híbridos y eléctricos. Esto le va a dar información al posible comprador para que tome conciencia y pueda tener elementos al momento de elegir entre un vehículo u otro. En todo eso, ACAU ha sido un actor muy activo y colaborativo, aunque la decisión final la tienen los organismos estatales.
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