La agricultura es un pilar relevante de la economía uruguaya. Nos encontramos en el departamento de Soriano, que tiene una fuerte impronta agrícola en la que la ganadería se encuentra asociada a la mayoría de los predios agropecuarios. Esto determina la conformación de sistemas agrícola-ganaderos, en los que se producen trigo, cebada, colza, soja, maíz, girasol, sorgo, semillas forrajeras, ganado de carne y leche.
Las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) tienen una fuerte participación en la agricultura: entre quince y veinticinco por ciento de la producción de soja, trigo, cebada, así como una importante participación de la producción y comercialización de girasol y maíz.
Las cooperativas agrarias en Uruguay cuentan con una larga trayectoria. Son empresas con principios y valores cooperativos universales, están conformadas por productores que viven y trabajan junto a sus familias en el medio rural, y nucleadas en CAF representan hoy unos diez mil productores agropecuarios.
A lo largo de estos años, las cooperativas han desarrollado servicios integrales de diversa índole: asesoramiento técnico, capacitación, venta de insumos, almacenaje y acondicionamiento, financiamiento, comercialización, y en la fase industrial diferentes procesos de transformación de la materia prima, hasta llegar al consumidor final. Todos estos servicios que brindan las cooperativas son viables a través de la escala generada por el conjunto de los productores socios, quienes son sus dueños.
A su vez, las cooperativas agrarias en Uruguay tienen una rica historia de aporte a la construcción de políticas públicas que fomenten la producción responsable, el bienestar animal, en equilibrio con nuestros recursos naturales y el ambiente.
Buena parte de la agricultura de secano (asociada a su vez a la ganadería), es realizada por pequeños y medianos productores. El capital social, en territorio, es un elemento diferencial de las cooperativas agrarias.
En este contexto, los agricultores seguiremos adoptando prácticas agrícolas innovadoras, en el camino de la sostenibilidad. Y en este sentido, en el trabajo de taller concluimos y consensuamos los siguientes temas, los cuales compartir con ustedes.
- Herramientas financieras acordes a los plazos de repago en función del resultado de las inversiones. Ante el financiamiento atado a metas ambientales, como es el caso de los bonos verdes, nos preguntamos ¿cuál será el beneficio para potenciar el trabajo de las cooperativas con los productores para ser más sostenible?
- Seguros agrícolas integrales: estamos aportando información sistematizada de nuestros agricultores y de las cooperativas para la construcción de una herramienta que creemos necesaria. Hay que seguir trabajando para potenciarla.
- Contar con incentivos fiscales y subsidios, que permitan por ejemplo, el desarrollo y la adopción de prácticas e insumos en línea con la producción sostenibles.
- Respecto a la tenencia de la tierra: una parte importante de la producción agrícola se desarrolla en campos arrendados, con contratos de corto plazo, esto implica una limitante en la planificación de estos sistemas. Pensemos juntos cómo levantar esta restricción.
- Normativa que propenda a un equilibrio entre la producción y el cuidado del ambiente para lo cual se requiere una fuerte articulación entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Ministerio de Ambiente, a la vez que tenga en cuenta la realidad productiva, en este caso la de las cooperativas agrarias, manteniendo un diálogo permanente.
- Seguir participando en alianzas estratégicas con INIA para el mejoramiento genético de cultivos agrícolas a partir de variedades adaptadas a nuestras condiciones de producción. En el mismo sentido, profundizar el vínculo con la Academia y así robustecer nuestros sistemas de innovación y validación imprescindible en este camino de la sostenibilidad.
- Otro aspecto relevante son las oportunidades que ofrecen las certificaciones teniendo en cuenta, que las cooperativas agrarias cumplen un rol único al generar escala, agregado de valor, siendo su principal activo, el capital social que integran.
- Renovación generacional: apoyar y promover la próxima generación de productores, proporcionándoles los recursos y las condiciones necesarias.
- Por último, la cooperativa agraria como herramienta para el desarrollo de los productores socios y sus familias, especialmente para las nuevas generaciones. La cooperativa articulando en territorio, y siendo aliadas estratégicas para la política pública.
Las cooperativas agrarias nos enfrentamos a diversos desafíos: menos cantidad de productores, mercados cada vez más exigentes, desafíos asociados al clima, normativa, y falta de conciencia agropecuaria.
Hoy queremos transitar hacia un futuro en el que la agricultura en Uruguay sea sostenible y que contribuya con la seguridad alimentaria, con nuestros productores y sus familias en el campo, con cooperativas fuertes y consolidadas, generando fuentes de trabajo.
Documento leído al presidente Lacalle Pou con motivo de la celebración del Consejo Directivo de CAF en Complejo Palmar, Soriano, en el día de ayer, por el secretario del Consejo Directivo de la CAF, Fernando Bide. La instancia fue coorganizada junto a las socias de CAF: Cadol, Calmer y Copagran.
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