El periodista que trabajó abocado a la información policial por casi tres décadas repasó su historia profesional y dio su visión sobre las coberturas que hoy se dan en esa materia. Aseguró que antes la Policía podía actuar con mayor libertad y que, si bien se debe proteger a los ciudadanos inocentes, “no hay que dejar que la delincuencia haga lo que quiera”.
Nazario Sampayo trabajó durante veintinueve años en Canal 12, desde 1986 a 2015, cuando se jubiló. Nació en Rivera, y en sus inicios como periodista fue locutor y operador en Radio Internacional de dicho departamento. A los veintitrés años le surgió la posibilidad de viajar a Montevideo para formar parte de la emisora Panamericana, del grupo El País, que tenía esa radio, el diario y Canal 12. En ese entonces la radio estaba fundida y se la vendieron al MLN, que recién volvía a la actividad oficial. Eran dueños de la radio algunos de los líderes que luego formaron parte de los gobiernos frenteamplistas. El primer día, realizaron una reunión para avisar que habían comprado la emisora que, en ese momento, solo daba noticias durante diecisiete horas seguidas a pesar de ser cinco personas y un operador.
“Nos preguntaron si queríamos decir algo y recuerdo que pensamos que nos iban a echar, pero yo pregunté si podía seguir trabajando, aunque en paralelo hacía la comunicación de prensa de un grupo político de Pacheco Areco. José Mujica me dijo: ‘Y bueno, vamos a tratar de hacerle entender que está equivocado’, a modo de chiste. Estuve dos años con ellos, y se exponían todas las visiones políticas e ideológicas”, recordó Sampayo en diálogo con La Mañana.
Cuando hacía una nota para la radio, le enviaban a un camarógrafo y hacía la misma nota para el canal. A los meses lo llamó el jefe de prensa, Antonio Pippo, y le ofreció trabajar exclusivamente en la tele. Luego habló con el ingeniero Horacio Scheck y aceptó.
Pasados unos tres años, el periodista Néber Araújo le indicó a Sampayo que Scheck quería hablar con él y que debía ir al despacho. Al llegar, el ingeniero le mostró un estudio de mercado que había mandado a hacer donde se decía que, para subir el rating, el noticiero precisaba más noticias de fútbol e información policial. Entonces le ofrecieron cubrir los policiales. “Se comenzó a presentarme con mi nombre y como cronista especializado, de forma de darme popularidad. Viví cosas buenas, malas, alegres y tristes”, aseguró.
Los contactos y la coraza
Sampayo recuerda que le tocó realizar móviles en pleno barrio Borro en la época que se daban tiroteos constantes. Estar en esas situaciones lo llevó a hacer diversos contactos con funcionarios policiales, al punto de que hoy siguen conectados e, incluso, lo saludan de una manera típica de ellos, que es decir “saludo azul”.
“Un amigo que trabajaba en el grupo de choque, que era chofer de los blindados, se hizo mi amigo al punto de que me avisaba cuando iban para alguna escena, y a veces las personas no entendían cómo yo llegaba antes que la Policía. Era gracias a él”, explicó.
Hubo diversos episodios que marcaron al periodista durante su trayectoria, entre ellos un caso que lo impactó mucho fue el de un accidente de tránsito en el que un ómnibus chocó con un camión en un puente por Lavalleja: “De repente llega un patrullero alto al piso y se baja un policía que resulta que era el padre de un pasajero del ómnibus. Fue una escena muy fuerte de presenciar”, indicó.
Por otra parte, recordó que una vez por el Centro de Montevideo, una señora iba con un niño de tres años en un coche y un camión se lo llevó puesto. “Fue una escena que no pude ver, no pude bajar del auto directamente. Esas cosas te van machucando y creando una coraza que es lo que te permite seguir trabajando, porque ver episodios sangrientos era muy común”, sostuvo Sampayo.
Sin embargo, añadió que la información policial también lo volvió muy sensible e, incluso, hoy hay cosas que lee o ve en la tele y le emocionan hasta las lágrimas porque su corazón se impacta. “Asimismo viví cosas alegres como la cobertura de un nacimiento en un patrullero, y después el traslado al Hospital Pereira Rossell, filmar esa escena fue muy emocionante, aunque lo que queda más grabado es lo que te afecta, más que lo que te da alegría”, dijo.
También recordó la vez que, con el equipo de chofer y camarógrafo, fueron a Mercedes, Soriano, en donde hubo un doble asesinato y la investigación los llevó a quedarse un día más. “La noche de ese día cenamos en un restaurante, y al día siguiente saltó que uno de los asesinos era el dueño del restorán en donde estuvimos. Son cosas de película que te permite vivir la profesión”, expuso.
Nueva delincuencia y policías sin poder de acción
El periodista aseguró que hubo un cambio fundamental de hace unos años a esta parte respecto a las noticias policiales que se cubren, ya que ahora “el tema del narcotráfico es una barbaridad lo que ha crecido y no lo pudieron controlar”, indicó. En la época en la que él trabajaba la Policía tenía más libertad para actuar, y entiende que eso es fundamental.
“La Policía llegaba y si había que tirar se tiraban balazos, no se esperaba una orden de un superior, ni la de un juez para entrar a un lugar. Eso cambió mucho, se le sacó poder de acción a la Policía. Entiendo que si el funcionario tiene derecho a hacer cualquier cosa también hay muchos que se pasan de la raya y, tal vez, paga las consecuencias un inocente, pero tampoco hay que dejar que la delincuencia haga lo que quiera”, expresó en ese sentido.
Comentó que actualmente existen policías que no se animan a sacar el arma “porque si le pegan un tiro a un chorro van presos, o solo por sacar el revólver lo arrestan por cinco días y pierden sueldo”, detalló.
Además, Sampayo aseguró que ha cambiado la violencia, y que hoy “no andan con chiquitas”, no se hacen problema y matan a alguien como si nada porque se sienten impunes. “Sé que el tema para solucionar este tipo de cosas pasa también por el Poder Judicial”, opinó.
Las noticias de hoy
Sampayo explicó que, a su entender, la información policial en los medios, especialmente en la televisión, hoy está recortada. Ya no es la época en la que, por ejemplo, él decía “aquí ocurrió tal cosa” y se filmaba y se mostraba todo como si estuvieran en vivo.
A su vez, habló sobre si hay nuevos riesgos para el periodismo de investigación, y dijo que ahora está en boga el tema de la entrevista a el narcotraficante Sebastián Marset, “y yo tengo un amigo que está preso en Colombia, una persona muy conocida en Uruguay que me envía algunos mensajes, y no sé hasta dónde puede haber una investigación que ponga en riesgo la vida de un periodista más allá de alguna amenaza de algún tonto. El tema pasa por el hecho de que los medios han recortado el tema de la información policial y ya no es lo mismo”, aseguró. Sostuvo que los accidentes solo se cubren si son espectaculares.
E l periodista argumentó que otra cosa que sucede es que cada vez se alargan más los noticieros y se debe llenar con un montón de elementos, por lo que se enfocan más en el tema político. “No sé si las noticias de hoy son realmente como se cuentan, los noticieros están flechados porque cada medio tiene su línea política y esto lleva a que la información policial quede un poco sesgada”.
Sampayo recordó que en su momento la información policial levantó la audiencia del noticiero de Canal 12, “y me quedo con eso de que a la gente, aunque parezca mentira, este tipo de cosas le cae bien verlas”.
“Que me perdonen los colegas que ponen información policial, pero no es lo mismo, no se puede comparar con los periodistas de mi época, éramos mucho más incisivos dentro de los límites, nos metíamos en cualquier lugar, en medio de tiroteos, nos protegíamos con los móviles policiales. Eso ya no se hace, hoy se cuidan más”, expresó el entrevistado.
Recordó el día que fue a cubrir una nota en el Borro y el chofer los dejó afuera por miedo a que le roben el vehículo, entonces con el camarógrafo debieron ingresar caminando. “Se armó una tremenda y el último patrullero que salía de la zona nos paró y nos pudo sacar, nos habían robado la cámara. Ahora ya no se corren esos riesgos”, reafirmó.
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