La asignación a empresas petroleras de toda la plataforma marítima para la exploración en búsqueda de petróleo y gas abre para Uruguay una oportunidad única que puede llegar a transformar el país en caso de que se obtengan resultados positivos.
Días atrás, Ancap firmó la concesión de exploración a las empresas Apa Corporation, Shell, YPF y Challenger Energy, un consorcio conformado por APA y Shell. El último pozo exploratorio se efectuó en 2017 y las adjudicaciones eran de 2012. Por primera vez se adjudica la totalidad de los bloques, o sea toda la plataforma marítima.
Los contratos son de cuatro años extensibles a treinta ante un eventual hallazgo. La inversión en esta primera etapa se estima en 130 millones de dólares.
El vicepresidente de Ancap, Diego Durand, destacó que “se trata de un hecho histórico para Ancap, ya que es la primera vez que se adjudican los siete bloques de la Zona Económica Exclusiva”. Hay diferencias en el tipo de trabajos que realizarán las empresas. Unos pueden ser exploratorios con instrumental para determinar en qué lugares puede haber petróleo o gas, pero Durand dijo a La Mañana que una de las empresas (APA) ya buscará crudo y gas directamente, con la perforación de un pozo exploratorio, mientras que otra de las empresas también tiene pensado comenzar con la perforación. En materia de exploración se relevarán 2.500 kilómetros cuadrados con un mapeo en tres dimensiones de lo que hay debajo de la superficie. El pozo exploratorio (o sea que ya se perfora directamente) será en el área 6. Esa área es la que está más cercana a la zona de los descubrimientos en Namibia.
Precisamente el interés de las multinacionales petroleras por Uruguay surgió tras descubrirse en Namibia (África) reservas de once mil millones de barriles de petróleo ligero y 8,7 billones de pies cúbicos de gas en la prolífica cuenca de Orange. Hace unos trescientos millones de año, la tierra conformaba una sola masa sin la separación continental. Se le denomina Pangea. La separación se produciría millones de años después. Cuando se mira el mapa, Uruguay coincide con Namibia. O sea, Uruguay y Namibia eran un solo territorio. De ahí la deducción de que si en el mar territorial de Namibia hay petróleo, en el de Uruguay también.
Todos los costos operativos corren por parte de las empresas y el vicepresidente de Ancap señaló que en todo el proceso se espera que se contraten empresas locales para brindar apoyo logístico.
El período de exploración es hasta 2027, pero puede haber resultados antes. No obstante, en el negocio del petróleo no todo se desarrolla de la noche a la mañana. Por ejemplo, en Namibia se ha comprobado la existencia de petróleo y gas por parte de empresas multinacionales, las cuales ya están montando las plataformas de extracción. Pero la extracción en sí misma comenzaría en 2029, dentro de seis años, aunque el panorama económico para Namibia ya está cambiando. Es un país que tiene una población de tan solo 2,5 millones de habitantes.
Renta para Uruguay
La renta que quedaría para Uruguay sería por tres vías: la asociación de Ancap en la explotación de los pozos, si son descubiertos; el porcentaje de lo que se denomina Profit Oil, en este caso el sesenta por ciento del petróleo o gas extraído será para el Estado, y el impuesto a la renta sobre las ganancias de la empresa extractora.
Durand dijo que en caso de que se descubra petróleo, se plantea desde Ancap que Uruguay pase a ser “la Noruega de estas latitudes. Queremos serlo no solamente desde el punto de vista de exploraciones, sino también en todos nuestros proyectos de energías renovables, como el hidrógeno, en el que también Ancap está la vanguardia”.
Por otra parte, en su visión se debe entender que se está en una transición energética. “No es que se acaba algo, se termina y nace lo renovable. La transición justa y responsable es una combinación de los renovables y a su vez el suministro del petróleo. Esa transición no es abrupta, es paulatina. Y a su vez dentro de la exploración petrolera existen también los fósiles limpios, como el gas natural, que es más limpio que el petróleo”, sostuvo Durand. Se ha establecido que si Uruguay en algún momento no consumiera combustibles fósiles y tuviera producción de estos podría eventualmente exportarla toda, beneficiándose de los ingresos que la venta de estos recursos implicaría para invertir en proyectos de energías renovables e hidrógeno verde, impulsando aún más la transición energética.
Si se descubre petróleo en la plataforma marítima uruguaya, el cambio sería radical. Uruguay importa por mes un millón de barriles de petróleo, que hoy significan un costo mensual de setenta millones de dólares. Ese costo desaparecería. El vicepresidente de Ancap señaló: “Somos importadores, pero en caso de un descubrimiento pasaríamos a ser exportadores. Yo diría que el ochenta por ciento de los productos serían exportables. A su vez, no es lo mismo tener el crudo en nuestro mar que traerlo del Golfo Pérsico o de Estados Unidos, como sucede actualmente”.
Durand destacó que tras la resolución de Ancap, Brasil también concedió zonas de exploración, pegadas a la plataforma marítima uruguaya. Para Ancap este hecho es muy relevante porque implica que el interés en la región por parte de las petroleras internacional viene creciendo.
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