Recomiendan tener cuidado a la hora de encender fuegos para cocción de alimentos, no tirar colillas de cigarrillos en la vegetación seca y prestar atención para evitar que un motor caliente de maquinaria agrícola tome contacto con la vegetación seca.
En contraste con un año atrás, cuando el mapa de riesgo de incendios del Instituto Uruguayo de Meteorología era alto, en este final de 2023 las lluvias no solo permiten una vegetación abundante y vigorosa, sino que también un mapa pintado totalmente de verde. Este nuevo escenario no debe ser excusa para bajar los brazos, sino que debemos ser más precisos a la hora de tomar los recaudos correspondientes cuando se enciende fuego para cocción de alimentos, en momentos en que todo el mundo sale a disfrutar de actividades al aire libre.
Desde el 1º de noviembre y hasta el 30 de abril rige la normativa que inhabilita encender fuego al aire libre con la salvedad de que sea para la cocción de alientos bajo determinadas condiciones. La variante más común y tradicional de los uruguayos es el asado, que en verano reúne a familiares y amigos entorno al fogón. Para ello se dispone de una serie de recomendaciones a seguir para evitar que un descuido transforme un momento de diversión en un desastre.
La primera sugerencia es la elección del lugar en donde se encienda el fogón. En lo posible es recomendable un parrillero o un medio tanque. Si la elección es el suelo, el primer deber para tener en cuenta es que el campamento esté organizado de tal manera que las llamas se encuentren a una distancia por lo menos cinco metros de cualquier material combustible para evitar su propagación. Se debe quitar toda aquella vegetación muerta que se encuentre en el lugar, por ejemplo pastos y ramas secas, y dejar una buena distancia del campamento para evitar el contacto con vehículos, sillas, acopio de leña y otros elementos fácilmente combustibles. En el lugar preciso donde se vaya a encender el fuego se sugiere conformar un anillo de piedras que lo circunvalen. Y tal vez la recomendación más importante de todas: no dejar el fuego encendido si no hay nadie que lo controle. La siesta, la pesca o el chapuzón refrescante no puede ser excusa para que se deje solo el fogón, que en muchos casos ha sido la principal causa de incendios en estas épocas del año. En esas oportunidades, cuando el fuego se propagó ya no se puede volver controlarlo.
Tan importante es este aspecto como el cuidado al tirar colillas de cigarrillos donde haya vegetación seca. Este acto es muy común cuando la gente se desplaza por ruta o caminos vecinales. El vocero de Bomberos, oficial Simón Burlón, dijo a La Mañana que es tan importante la responsabilidad de aquellas personas que optan por las actividades al aire libre para disfrutar de un asado como de aquellas fieles cumplidoras de la normativa y en caso de que vean a otros no seguir estas recomendaciones denunciar al 911 para evitar daños mayores. Para los productores rurales o aquellas que cumplan funciones agropecuarias, el jerarca recomienda “circular con atención” en vehículos o maquinarias para evitar que un motor caliente tome contacto con la vegetación seca y se produzca un incendio.
El uso de pirotecnia para los festejos de las fiestas tradicionales mantiene ciertos riesgos que hay que tener presente por quienes los manipulan. Se recomienda no detonarlos en zonas arboladas que puedan ser pasibles de incendios importantes. Pero también se aconseja seguir las recomendaciones del impreso del paquete para minimizar riesgos asociados a la salud.
Un aprendizaje
Los grandes incendios que devoraron más de 37 mil hectáreas de montes forestales de Paysandú y Río Negro cuando iniciaba el año 2021 fueron “grandes aprendizajes” para el país. Tras ese voraz siniestro, varias instituciones, entre ellas la Dirección Nacional de Bomberos, comenzaron un camino de prevención enfocado en la capacitación de las empresas y operarios de estos macizos forestales y de aquellas poblaciones que en su momento quedaron atrapadas o se sitúan muy cercanas a estos lugares. Muchos destacamentos se encuentran emplazados en zonas lejanas a estos montes y la primera respuesta es de los funcionarios de esas empresas. Tras estos encuentros de capacitación, en primer lugar obtuvieron una formación para prevenirlos y en caso de que no lo puedan hacer, ahora cuentan con ciertas habilidades para controlarlos. A través de un programa denominado “Prevención de accidentes domésticos e incendios forestales”, los vecinos de esas localidades accedieron a determinadas formaciones de Bomberos, UTE y el Sistema Nacional de Emergencias a través de los Rotary.
Entre las medidas tomadas desde entonces, la Sociedad de Productores Forestales dispone de un programa de vigilancia y ataque de incendios con aviones. En caso de detectar una columna de humo, hay a disposición tres helicópteros distribuidos en puntos estratégicos del país con personal de bomberos para esas aeronaves. El vocero dijo además que se dispone de quince cámaras inteligentes que vigilan toda la forestación, reforzadas por sesenta más que se incorporarán en 2014. Para el cuidado de las costas uruguayas, el organismo tiene siete cámaras de igual precisión, que se ampliarán a quince próximamente. En materia de incendios forestales, en los últimos días se lanzó “El plan de protección integral frente a incendios forestales”, articulado por todas las instituciones que intervienen en estos casos. Entre ellas Burlón mencionó a las intendencias, el Ejército y la Fuerza Aérea por su importancia a la hora de enfrenar esos siniestros.
La Dirección Nacional de Bomberos cuenta con 1.900 efectivos del escalafón ejecutivo destinado a atender emergencias. Este año se incorporaron a la fuerza 133 alumnos, que en diciembre reforzaron los recursos humanos destinados a la tarea. Los nuevos efectivos están distribuidos en diferentes unidades del país de acuerdo con las necesidades de cada lugar. Para reforzar el cumplimiento de las tareas durante la época estival, desde hace algunas semanas se incorporaron 150 efectivos zafrales que se sumaron al resto del personal. Burlón sostuvo que para reforzar las respuestas ante las emergencias, el organismo compró veinte camionetas cuatro por cuatro que permiten ingresar al campo y circular en terrenos que para un camión serían imposibles.
Diputado Menéndez (CA) alerta sobre proximidad de macizos forestales a centros poblados
En el mes de diciembre se aprobó la ley para prevención y combate de incendios forestales. Durante la discusión en cámara de Senadores, se aplicaron una serie de modificaciones al texto original que anteriormente se había trabajado en Diputados. El diputado de Cabildo Abierto Rafael Menéndez no se mostró muy convencido de estas modificaciones relacionados con la reducción de la distancia de los macizos forestales de los centros poblados, que pasó de quinientos metros a trescientos, y el ancho de los cortafuegos, que se redujo de veinte a doce metros.
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