El nuevo director de Ancap por Cabildo Abierto, el doctor Daniel Lamela, habló sobre los temas de actualidad en una de las empresas más importantes del país, que abastece más del cincuenta por ciento del mercado energético nacional y hoy se halla en un importante proceso de transformación.
Usted ha ingresado al directorio de Ancap hace apenas unos meses. ¿Cuáles han sido sus primeras impresiones?
Efectivamente tengo acá menos de cuatro meses en el cargo, en representación de Cabildo Abierto, recién llegado a la empresa pública más importante del país. Es una empresa que tiene un universo empresarial multifacético, en el que nos encontramos lógicamente con procesos energéticos, industriales, químicos, de alta complejidad y que se comprenderá requiere de un estudio muy profundo de cada tema para poder entender, para dimensionar cabalmente cada aspecto de la actividad de Ancap.
De hecho, es muy difícil concebir, por lo menos en la historia moderna, un Uruguay sin la presencia de Ancap, que data de 1931. Tal vez la gente no conozca con profundidad la historia, pero esta empresa acompaña y acompañó históricamente, y hasta el día de hoy es una palanca decisiva para el desarrollo, fundamentalmente, en un sector como el energético que es absolutamente estratégico. Por decir algo, tal vez la gente no lo tiene presente, pero Ancap suministra casi el cincuenta por ciento de la energía que consume Uruguay, para dar una magnitud de lo que estamos hablando. Y en ese universo estamos intentando afincarnos.
En lo personal he tratado de aportar desde nuestra óptica y desde las experiencias que he tenido antes de este gobierno. Tuve experiencias en la administración central, por ejemplo en el Ministerio del Interior o en la administración departamental en una intendencia. Allí el panorama era muy distinto al actual, pues teníamos un presupuesto público absolutamente lineal. Acá en Ancap uno se encuentra con presupuesto público también, por supuesto quinquenales, y luego anuales, pero también se encuentra con presupuestos de tipo casi mixto con presupuestos privados como son, por ejemplo, las empresas vinculadas del grupo Ancap con negocios en todo el país y en el exterior. O sea volvemos a la extrema complejidad, un universo muy grande que mirarlo desde adentro no es lo mismo que mirarlo desde afuera. Entonces, en lo personal y por ahora recién llegado puedo aportar fundamentalmente en las sesiones de directorio y reuniones a nivel de gerencia, con los criterios más elementales de la buena administración, de la racionalidad, de impulsar todo aquello que signifique una mejora continua de la gestión, con las herramientas elementales y clásicas del buen padre de familia, que son el compromiso con la tarea, el trabajo, el estudio, la dedicación, siempre buscando la transparencia, la cristalinidad en definitiva la responsabilidad en el tratamiento de cada tema que llega a resoluciones del directorio. Eso es lo que me parece más relevante que podemos hoy aportar.
Me preguntan con mucho interés las primeras impresiones y debo de decir que sí, que las primeras impresiones han sido positivas. Me he encontrado un directorio comprometido con su gestión, con el apoyo y el soporte de una plantilla gerencial y profesional de alta capacitación, algo que hasta me ha sorprendido un poco para bien. Realmente me he encontrado con gente muy profesional, con funcionarios altamente capacitados en todos los niveles, de la gerencia general para abajo, digámoslo para ser gráficos, con un nivel técnico excelente, realmente excelente. Así que en estos primeros intercambios, la verdad es que mis impresiones han sido positivas.
¿Cómo ha visto la gestión de Ancap en estos años de gobierno?
Entiendo que la gestión en estos años de gobierno ha sido destacada porque este directorio ha tenido la misión de estabilizar a una empresa que venía de un colapso financiero por allá por los 2015-2018. Esta situación le había reputado una muy mala fama, y por esa circunstancia la empresa había alcanzado un nivel de endeudamiento financiero de aproximadamente 1.200 millones de dólares, que hubo que capitalizar. Ancap había, se podría decir, quebrado. Y esa sangría la tuvieron que pagar todos los uruguayos, la seguimos pagando con una cifra en torno a los setecientos millones de dólares.
Esta situación, creo, marcó un hito lamentable en la historia de Ancap y este directorio ha tenido la misión de estabilizar, de equilibrar financieramente a la empresa. Y realmente lo ha logrado. Hoy por hoy volvió ese equilibrio y la solidez de Ancap de toda la vida. Esto se hizo con una enorme seriedad y responsabilidad, con gran profesionalismo apoyado en ese soporte funcional muy importante y realmente recuperó la rentabilidad perdida. Hoy de vuelta Ancap es una importantísima fuente de ingreso para Rentas Generales. A modo de ejemplo, en el año pasado arrojó un resultado de 170 millones de dólares positivos. Este año, afectada un poco por la parada de la refinería, entiendo que va a rondar los 140 millones de dólares. Esto da la pauta de que Ancap vuelve a constituirse en una empresa importante, como fue siempre y decisiva a nivel nacional para la economía del país. Pese a algunas restricciones presupuestales como consecuencia de aquella quiebra literal que tuvo que afrontar.
No estoy muy de acuerdo con una restricción presupuestal que hace que de tres vacantes se reponga solamente una. Creo que habría que corregirlo en forma inmediata porque se advierte en Ancap necesidades en recursos humanos en determinados sectores que son decisivos para el rol que le toca a la empresa. Pero sin prejuicio de eso, considero que la gestión de este Gobierno, de esta administración y de este directorio ha sido realmente destacada.
Actualmente se adjudicaron nuevas plataformas de exploración de hidrocarburos. ¿Qué puede decir al respecto?
Me parece un hecho muy importante y significativo, hace poco lo anunció el presidente en conferencia de prensa. Me parece que esto pone de manifiesto una vez más la confianza de la comunidad mundial en el país, que empresas energéticas de primerísimo orden mundial confíen en el Uruguay para este tipo de emprendimientos que comprendería al inicio ya unos doscientos millones de dólares de inversión habla de por sí de la trascendencia del hecho. Esto se enmarca en un proceso que va cumpliendo Uruguay y el mundo entero de transición energética. La particularidad que tiene este proceso, que repito que es mundial, es que el camino de la transición energéticas es hacia las energías renovables o sea más energías renovables menos explotación de energías fósiles.
Por las dudas, para algún desprevenido, hay que decir que el mundo requiere más energías renovables, pero también requiere de más explotación de energías fósiles. Lamentablemente hoy por hoy la economía mundial sigue demandando más y más energía globalmente. O sea la ecuación de hoy no es todavía a nivel mundial más energías renovales y menos fósiles. Todavía hoy no es así. No hay que olvidarse que ochocientos millones de personas en África no acceden a energía eléctrica. Esto lo aprendí con un ingeniero brillante, no tengo otro calificativo, el ingeniero Santiago Ferro , que justamente es quien lidera aquí en Ancap estos procesos de transición energética (una gerencia entera). Él me decía que África, Asia, América Latina todavía tienen un mínimo nivel de consumo eléctrico.
Entonces Ancap está inmersa en esta transición energética y tiene un grupo especializado que está trabajando en este tema. Por eso lo de los biocombustibles, por eso, por ejemplo, se hizo una presentación en la refinería de la Teja a propósito del paro de unidades, y en este paro de unidades Ancap, ya está reponiendo, cambiando equipos y procesos de cara al desarrollo de una futura biorrefinería. O sea que esta refinería, nuestra única refinería que hoy refina petróleo crudo, pueda en un futuro refinar otros combustibles, biocombustibles, agrocombustibles u otro tipo de fuentes de energía, hacer compatible esta planta para estos productos y subproductos que son el futuro. Eso ya lo estamos haciendo gracias a esta gente de primer nivel que tenemos trabajando en Ancap. Así que la respuesta a la pregunta pasa por ahí, en una demostración de confianza en el país. Pero también hay que considerar que para los países desarrollados el cambio climático es prioritario, pero para muchos países subdesarrollados la prioridad es la salud, la economía y la lucha contra la pobreza.
¿Y esta biorrefinería en qué etapa está?
Estamos aprovechando este paro de unidades que está en curso y que se va a prolongar supongo que hasta marzo o abril. Son procesos que se ajustan cada cinco o seis años, por eso son hitos muy importantes dentro de la historia de Ancap. Justamente en este paro de unidades se está aprovechando que buena parte de los procesos ya queden habilitados, ya queden diseñados para que en un futuro puedan procesar biocombustibles, agrocombustibles y encarar otros desafíos.
En el sector portland, que históricamente ha dado déficit, se hizo un llamado para asociar a privados que quedó desierto. ¿Qué acciones se piensa seguir sobre este tema?
Ese es un tema lamentable y muy triste. Es un sector que lleva casi veinte años de déficit. Eso es producto de un largo proceso de deterioro, de desastrosas administraciones y pésimas decisiones empresariales. Esas malas decisiones se reflejaron en falta total de inversiones o inversiones mal hechas, falta de mantenimiento, de cuidado de los equipos, de adecuación tecnológica de los procesos, de la maquinaria, de la falta de reposición de recursos humanos muy valiosos que se requieren para esa industria. Toda una serie de fallas que se arrastran de años.
Solamente le doy un ejemplo que ya la gente conoce: el horno número 3, que costó cincuenta millones de dólares, nunca se puso en funcionamiento y hoy demandaría más de cien millones de dólares su puesta en marcha, cuando ya no es un equipo de última generación.
En un negocio que está en libre competencia, en el que el Estado autorizó a que particulares explotaran otros yacimientos con industrias de primera generación e inversiones importantes, el negocio de Ancap se redujo, aun cuando tenía más de la mitad del mercado nacional.
No obstante, el portland de Ancap tiene una historia que es orgullo del país y tiene una marca que está impuesta. Es una marca consolidada, tiene además un excelente nivel de calidad en su piedra caliza, o sea recursos genuinos uruguayos de primera calidad. Por eso es por lo que igual portland Ancap mantiene la preferencia de las industrias nacionales. En el corto plazo se va a tomar una decisión que está en estudio por parte del directorio y las gerencias implicadas. Entiendo que hay que tomar medidas urgentes para detener esa especie de sangría financiera que le representa a Ancap el portland, y es urgente la estabilización del negocio para el equilibrio para las futuras decisiones de largo plazo. Esta administración opto al principio, un intento de asociación con privados para la explotación de esta industria y ese proceso quedó desierto porque no hubo ninguna presentación de ningún interesado en esa propuesta.
Le confieso que por las condiciones de ese llamado, como ciudadano, no me convencía mucho y ahora como director me convence menos. Entones considero que es una etapa superada, se tomó la decisión por parte del directorio de no insistir por este camino, pese a que la norma tributaria y administrativa lo autorizaba. Por suerte el directorio entendió que no era el camino. Y en su momento, habrá que optar por una solución más de fondo que se va a comunicar de forma inmediata.
¿En qué etapa se encuentran los proyectos de hidrógeno verde en Uruguay?
En Uruguay y en otras partes del mundo estos proyectos están en una etapa preliminar. Dentro del marco de la transición energética, de los e-fuels, en la dirección de las energías renovables, y de la captura de CO2 para la conversión de precisamente hidrógeno verde, que es una tendencia mundial. En Ancap, en el marco de Alur, concretamente en Paysandú, se hizo un llamado. Potencialmente podría existir una inversión que rondaría en los cuatro mil millones de dólares. Esto está todavía en un fase muy inicial, la empresa seleccionada está en la etapa de factibilidad, que aparentemente debería estar casi finalizando ahora, pero vuelvo a decir que en una etapa muy preliminar.
También sujeto a las reglamentaciones que deben cursarse en estos casos. Y contando con las previas habilitaciones ambientales de todo tipo, eso me parece que es importante. Porque estos procesos requieren agua, que es un consumo muy mínimo y también requieren energía eléctrica renovable. Entonces también se hacen merecedores de las habilitaciones y los controles ambientales que son de rigor.
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