Fue uno de los tres argentinos que participó en la pasada edición de Mundo Gaucho en Punta del Este. Desde hace veintiocho años practica el oficio, que recorre desde artículos tradicionales relacionados con el caballo hasta las nuevas tendencias que desarrolla a impulso propio o por encargos puntuales.
Desde su taller en General Juan Madariaga, en el sureste de la provincia de Buenos Aires, Hugo Gassioles combina el tradicionalismo con las nuevas tendencias que van surgiendo, ya sea a impulso propio o en respuesta a los pedidos puntuales de su clientela. En su catálogo de propuestas se puede encontrar mates, cintos, rastras o cuchillería y objetos de platería civil y religiosa muy pretendidos en su país. Con motivo de la presentación de la selección de fútbol argentina en el Mundial de Catar, que además lo ganó, el artista confeccionó a pedido de la Asociación del Fútbol Argentino una serie de lapiceras, que incluía una personalizada para Lionel Messi. También elaboró una pluma para el expresidente Mauricio Macri. El platero se mostró agradecido a la vida porque tener el trabajo que quiere, dijo a La Mañana como forma de reafirmar su vocación entorno a esta disciplina artística.
Invitado por Mario Correa, Gassioles mostró algunas de sus creaciones en plata y oro en la última edición de Mundo Gaucho, a la que definió como una muy buena propuesta que sirve para rescatar y que puedan subsistir los oficios tradicionales. El artista contó a La Mañana que la platería criolla ha presentado algunas debilidades a lo largo de la historia, con periodos en los que se temió que se perdiera ese oficio debido al escaso número de artesanos que se dedicaban a esta expresión artística. Por su numerosa población, Argentina y Río Grande del Sur fueron los lugares de la región con menos riesgo de que se perdiera esta tradición, que relaciona estos metales con el criollismo y más acentuadamente con el caballo. Recién con la aparición de nuevos exponentes como Pablo Rigali Uruguay retomó la senda que tuvo su prestigio en su momento.
Sus primeros trabajos en platería datan de finales de 1997, cuando descubrió que era el camino que debía seguir, luego de varias experiencias anteriores en trabajos con madera acompañando a un tío escultor desde muy jovencito. Vivir en una de “las ciudades gauchas” de su país, con una economía basada en la ganadería y agricultura, le permite que sus trabajos mantengan una fuerte impronta criolla. Sin embargo, reconoció que permanentemente incursiona en nuevos proyectos modernos de acuerdo con las necesidades y gustos de sus seguidores. A su entender es una de las formas que tienen los plateros de permanecer ejerciendo esa labor en un mundo donde la platería industrial es su principal adversario.
Entre lo tradicional y lo moderno
Ubicado en un punto estratégico, durante los meses de verano su taller es permanentemente visitado por clientes y amigos que aprovechan esta época del año para veranear con la cercanía de balnearios exclusivos como Pinamar o Mar del Plata. Es en ese intercambio que muchas veces surgen nuevos modelos y artículos de acuerdo con las necesidades y gustos de sus clientes.
Siempre preocupado por que no se pierda el oficio de la platería, ha organizado en diferentes puntos de su país encuentros que no solo sirven para mostrar los trabajos de los diferentes artistas, sino también para intercambiar opiniones e ideas. Para la próxima Semana Santa, Gassioles está organizando una de esas jornadas, que en esta oportunidad contará con plateros uruguayos.
Confesó no ser “muy tecnológico”, aunque en los tiempos que corren no reniega de la importancia de las redes sociales tanto para conocer sus obras como para contactarse con él. Pueden acceder a sus páginas a través de Hugo Gassioles y entre sus contenidos podrán acceder a fotografías que muestran el esplendor de los trabajos de uno de los principales plateros que tiene actualmente el país vecino.
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