SARU nació hace más de medio siglo para que los jóvenes de las zonas más alejadas y postergadas tengan una oportunidad.
Si de obras que intentan consolidar el arraigo de las familias en el medio rural se habla, SARU está entre las primeras, sin lugar a duda. Se trata del Servicio de Ayuda Rural del Uruguay, una institución creada por mujeres hace más de medio siglo que aún hoy encuentra una oportunidad para los niños y jóvenes rurales.
Los registros más antiguos datan de 1947, cuando ese grupo de pioneras vinculadas al medio rural dio los primeros pasos para que las niñas egresadas de primaria pudieran seguir estudiando. Es así que se fueron formando hogares para chicas, dirigidos por una comunidad de religiosas llegadas especialmente desde Italia. Uno de estos hogares, San Francisco de Guichón, que comenzara con veintiséis chicas, sigue funcionando hasta la actualidad. En principio SARU enfocó sus actividades hacia niñas y adolescentes del medio rural que no tenían posibilidad de acceder al mercado laboral, a diferencia de los jóvenes varones, que generalmente se vinculaban con las tareas rurales en los establecimientos donde trabajaban sus mayores.
Aunque el tiempo ha transcurrido y la modernidad ha llegado, existen zonas en que las condiciones de las carreteras y los problemas en las comunicaciones aún persisten, y estos son algunos de los obstáculos que la obra de SARU resolver para que esos jóvenes no se desarraiguen del lugar que los vio nacer. Para ello, llevan adelante un programa de ayuda que implican becas de estudios, ayuda alimenticia como complemento del que lleva adelante el Instituto Nacional de Alimentación y materiales de estudio distribuidos entre los centros que son atendidos por la obra.
Para su presidenta, Beatriz Methol, se trata de una tarea muy gratificante porque quienes nacieron en el medio rural carecen de las mismas oportunidades que aquellos que lo hicieron en las zonas urbanas. Por su dedicación y entrega a las familias más carenciadas del medio rural, la Asociación de Cultivadores de Arroz hará un reconocimiento a SARU este viernes 8 de marzo, cuando se inaugure una nueva zafra de cosecha de arroz en Pueblo del Barro, en Tacuarembó.
SARU está presente en la zona arrocera de Treinta y Tres, Cerro Largo y Tacuarembó brindando oportunidades a otros jóvenes a continuar sus estudios. Por ello, el homenaje del próximo viernes será también un homenaje a varias generaciones de mujeres que dejaron su tiempo personal y compartieron su generosidad en forma honoraria para dedicárselo a una obra que intenta arraigar a más familias en el medio rural.
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