El Congreso realizado en Colonia y del que participaron representantes de varios países del continente, fue oportuno para validar el rol social, laboral y económico de las cooperativas.
Se realizó en la ciudad de Colonia del Sacramento, en el marco de Colonia Capital Nacional del Cooperativismo 2024, el 96° Consejo de Administración de Cooperativas de las Américas con la participación de representantes de más de 30 países del continente.
El Congreso, que se desarrolló entre el 11 y 13 de marzo, genera un momento oportuno para recordar el rol de las cooperativas en el desarrollo económico del país, como creadoras de oportunidades y fuentes de trabajo.
La Confederación Uruguay de Entidades Cooperativas (Cudecoop) reconoce diversos tipos de cooperativas según el objeto de las mismas. Una de esas clasificaciones incluye las cooperativas agrarias, rurales o agropecuarias de las que Uruguay tiene muchas, algunas de ellas de muchos años y prestigio por la calidad de lo que producen, por la trayectoria y por lo que aportan económicamente al país.
Conaprole, la mayor empresa láctea que se distingue en el mercado local como global, es uno de los ejemplos más exitosos del cooperativismo nacional.
Un antiguo documento -de 1994- de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) refería en aquel momento que el “cooperativismo de América Latina no solo participa activamente en la producción agrícola sino que los cooperativizados constituyen un componente importante en la fuerza de trabajo rural”.
En los últimos años, ese “componente laboral” se mantiene vigente y durante la pandemia que tantos miles de trabajo se destruyeron en el país, las cooperativas fueron un instrumento de incremento laboral.
Efectivamente, en los últimos años, Uruguay ha sido protagonista en un proceso de crecimiento y fortalecimiento de las cooperativas.
El documento “Empleo en cooperativas y sociedades fomento rural según registros oficiales” elaborado por el Ministerio de Trabajo y el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) señala que en 2019 había 22.880 personas ocupadas en cooperativas de todo el país; en 2020 crece a 23.647 personas; en 2021 salta a 25.148 personas y en 2022 a 26.402.
Observadas según el tipo de cooperativas, las que generan más empleo son las de trabajo, comprendiendo el 37,3% de los ocupados, le siguen las cooperativas sociales (15,5% de los ocupados), y las cooperativas agrarias están en tercer lugar (14,2% del total de ocupados, lo que equivale a 3.736 personas).
En el 96° Consejo de Administración de Cooperativas de las Américas, el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, reflexionó que el cooperativismo ha mostrado “una gran capacidad de resiliencia, de recrearse”, y como vimos, “llegó a tener crecimiento en el empleo, en un momento donde en el mundo el empleo caía, y esa es una señal muy fuerte de solidez del movimiento”.
Para el cooperativismo, Uruguay sigue siendo “referencia internacional, y es un país que se construyó sobre la base del valor de la solidaridad”, concluyó.
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