El director de Consultoría Económica de Equipos , Alejandro Cavallo, dialogó con La Mañana para examinar el último informe elaborado por esta empresa para la Cámara de Comercio y Servicios. Equipos Consultores realiza en conjunto con dicha cámara la medición de actividad trimestral, de la que surgen indicadores que muestran cuál es la situación actual y las perspectivas hacia adelante.
El último informe fue el del cierre de 2023 y cuarto trimestre del año pasado. Al respecto Cavallo señaló que el sector comercio viene desde hace muchos trimestres con caídas por distintos motivos. En 2019 fue debido a un cierto estancamiento y recesión en general. En 2020 irrumpió la pandemia, que “impactó muy fuerte en el sector” durante dos o tres años. Posteriormente, llegó la guerra de Ucrania, que también provocó un encarecimiento de los alimentos.
El año pasado lo que más afectó fue el fenómeno de Argentina, “que motivó un impacto generalizado”. Sobre este punto en particular, Cavallo indicó que más allá de la afectación en el comercio del litoral, también estaba lo que dejaban de gastar en Uruguay quienes viajaban hacia Argentina. “Todos estos factores hicieron que el sector haya mostrado caídas en la amplia mayoría de los trimestres desde hace cuatro o cinco años”, acotó.
Los resultados para fines de 2023 fueron en esa línea, con caídas reales de las ventas. En el cuarto trimestre se situó la baja en 1,4 por ciento y para todo 2023 fue de dos por ciento. Al comentar estas bajas, nuestro entrevistado sostuvo que, si bien pueden verse como caídas de poca magnitud, profundizan las que se observaron en años anteriores.
En el caso de los supermercados, se considera que un buen momento fue en 2020, ya que por la pandemia básicamente se anularon las salidas a comer afuera, lo que motivo una sustitución de consumo de alimentos. Otro factor fue un incremento en la venta de artículos de limpieza. Pero después vinieron los efectos del encarecimiento por la guerra en Ucrania en 2022 y el año pasado lo que se denomina el efecto Argentina. De esta manera las ventas de supermercados están en la actualidad 3,5% debajo de las de 2019.
Más allá de los factores coyunturales que pasan por la guerra de Ucrania y la situación argentina, el analista también destacó la existencia de cambios de hábitos de consumo. Estos tienen relación con que ya no se efectúan grandes compras y se prefieren compras más chicas en tiendas de cercanía.
Sobre los pequeños comercios (las pymes) el estudio reveló que las empresas más afectadas por todos los eventos mencionados desde 2020 en adelante, han sido las pequeñas y microempresas. Estas tuvieron “caídas más claras de los indicadores de venta y las que manifiestan tener más afectaciones por los hechos puntuales que sucedieron”.
Esto se debe a que las grandes empresas tienen más posibilidades para compensar las caídas. Entre ello se encuentra la venta en línea, mientras que a las micro y pequeñas empresas les es más difícil llevara adelante estas adaptaciones.
Grandes vs pequeños
Un reciente informe señala que las grandes empresas ven a Uruguay como un punto atractivo para invertir por determinadas ventajas. Pero esto no es lo mismo para las pequeñas y medianas empresas. Consultado al respecto, Cavallo dijo que las empresas pequeñas en general tienen dificultades para el acceso al crédito. Por ejemplo, en procesos de expansión se hace necesario contar con crédito para invertir en maquinaria y las empresas pequeñas tienen mayores dificultades para el acceso a préstamos. Esto es en parte porque están menos formalizadas y tienen dificultades para demostrar sus ingresos frente a los bancos, lo cual lleva a que al no tener acceso al crédito no pueden expandirse.
Otro punto tiene que ver con la dificultad de presentar garantías. Para una empresa grande o mediana esto no representa mayormente una dificultad, pero sí para las micro y pequeñas empresas. Uno de los factores es que en las micro y pequeñas empresas “se confunde un poco el patrimonio de la empresa, con el patrimonio del dueño o los dueños” para ofrecer de garantía.
Optimistas por rentabilidad
Sobre las perspectivas de futuro, Cavallo señaló que en la encuesta se pregunta si se está pensando en contratar personal, hacer inversiones o comprar más cantidad de materias primas.
“Esos factores están muy estables. No hay un gran cambio, es decir, no hay expectativas de que las empresas del sector comercio estén pensando en aumentar la contratación de este tipo de insumos. Con lo cual, eso daría para pensar que por ese lado no va a haber un crecimiento, aunque son más optimistas respecto a la rentabilidad que van a obtener en 2024 en comparación con 2023”, señaló.
Este optimismo sobre una mayor rentabilidad tiene relación con el crecimiento de los salarios de las familias, estimándose que van a aumentar el consumo. Por otro lado, el encarecimiento de Argentina es otro factor a favor. Se parte de la base que el consumo había sido bueno el año pasado, pero gran parte se fugaba hacia Argentina, fenómeno que no se espera para el resto de este año. Por lo tanto, lo gastado afuera, se gastaría ahora adentro del país. Pero Cavallo aclara que “esa mejora de la actividad no da para aumentar el personal y las inversiones”.
Interior más afectado
El estudio realizado por Equipos Consultores para la Cámara de Comercio abarca Montevideo e interior. El comercio del interior del país fue afectado severamente por la situación argentina. Al respecto, Cavallo señaló: “Hemos visto resultados peores en el interior que en Montevideo en el último año y medio. Si uno compara las microempresas del interior con las de la capital en los últimos años han tenido una peor performance”. Si bien los comercios del litoral pierden ventas porque la gente va a comprar a Argentina de manera frecuente, en el resto del país las personas destinaban parte de su presupuesto a viajar, implicando mayores gastos, por ejemplo, en ropa o salidas a comer afuera. Esto significó una gran retracción en el dinero disponible para gastar en los comercios de su propio departamento.
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