El pasado lunes 18 de marzo la Asociación de Escritores del Interior (AEDI) celebró su sexagésimo aniversario y realizó la entrega de premios de su cuadragésimo quinto concurso literario Doctor Alberto Manini Ríos, el más longevo de Uruguay en lo que concierne al ámbito privado.
La AEDI se dedica fundamentalmente a promocionar, premiar y publicar la obra de escritores nacionales. En el festejo de sus seis décadas de fundación, entregó los premios de su concurso literario anual Doctor Alberto Manini Ríos, instancia en la que la presidenta de la asociación, Myrtha Myriam Sorondo, dijo que es indispensable creer en el potencial de los escritores uruguayos e impulsarlos a crecer. “Nos hace falta creer en nuestra literatura, no todos los escritores pasan por la televisión y la radio”, aseguró.
“Este premio es un orgullo, un aliento para seguir creando literatura”
Rosalba Arnaldo es de Canelones y obtuvo el segundo premio en la categoría Cuento, con su producción La suerte está echada. Relató a La Mañana que siempre le gustó escribir, pero que la vida siempre la condujo por caminos tan alejados de la escritura que no pudo realizar su sueño, se tuvo que dedicar al trabajo, a la familia, a los hijos. Sin embargo, a los 56 años su “nido quedó vacío”, sus hijos formaron familias y se fueron de la casa, por lo que Rosalba decidió encauzar su vida, buscar otro motivo para vivir más allá de su familia.
En ese entonces, una amiga que concurría a un taller de escritura recordó que a Rosalba siempre le gustó escribir y le sugirió que fuera con ella a un taller llamado Rincón, coordinado por Gustavo Esmoris. “Me gustó mucho y me impresioné con los perfiles, eran personas que ya habían publicado libros, gestores culturales, abogados, profesores de literatura y yo solo había terminado la secundaria. A pesar de eso, me acogieron como una profesional más, con mucho cariño y me alentaron a seguir en el taller”, recordó.
Los primeros años que escribió no presentaba sus producciones más que en el taller, luego, el año pasado, una sobrina que también es artista, le dijo que la ayudara a hacer un taller basado en un libro de Julia Cameron, “y como el mundo ahora se achicó con el tema de internet, en el taller había una profesora que estaba en México cuando comenzamos el curso y luego se mudó a Ginebra, tenía compañeros de toda América, hablábamos de autoayuda y cómo tener confianza en uno mismo”.
Gracias a esos encuentros se animó y comenzó a mostrar sus cuentos en un concurso y otro y el año pasado ganó seis concursos, en tanto, en lo que va del año, lleva seis más. “He tomado confianza en mí misma porque si otras personas que no te conocen te valoran, juzgan tu trabajo y lo creen merecedor de un premio, algún valor tendrá”, reflexionó.
Esta es la primera vez que participa del concurso de AEDI, y se enteró gracias a la directora del taller del Espacio Cultural La Paz, cuando faltaba una semana para que cerraran las postulaciones. El cuento con el que participó no lo había podido presentar en ningún otro lugar porque no cumplía con las características que se pedían, entonces esta fue su oportunidad, y lo entregó personalmente en el Ateneo de Montevideo.
“Para mí este premio es un orgullo, un aliento para seguir creando literatura y un compromiso para seguir mejorando”, expresó Rosalba. Agregó que siempre que se encuentra con alguna persona que le gustaría escribir, pero no se anima, le da el ejemplo de lo que le pasó: “Me animé con 56 años y si a uno le gusta, con trabajo y esfuerzo, se puede, nunca es tarde”, afirmó.
Honrar a la inspiración
Silvia Renée Pérez de San José ganó el primer premio en categoría poesía. Es oriunda de la localidad Paso del Rey, cerca de El Cautivo, tierra en la que nació a quien le dedicó la obra: Wenceslao Varela. La escritora nombró todos los libros del autor uruguayo y se declara una admiradora debido a la sencillez y rudeza de las metáforas de Varela al escribir.
“Parecía alguien con estudios muy superiores, pero en realidad era alguien con vivencias y las trasladaba a la poesía”, comentó en diálogo con La Mañana. “Como mujer rural no puedo dejar de ser admiradora de algo así”, añadió.
Dijo que, a veces, es un poeta que está un tanto olvidado, o que directamente se lo desconoce. “Entiendo que en su época no había ni internet ni medios masivos en los que darse a conocer, lo que lleva a que cuando se lo nombra en algunos ámbitos no se sepa quién es, igualmente él era un gran poeta de Uruguay”, expresó.
La vocación por escribir de Silvia nació a sus nueve años a raíz de una tarea que le mandó su maestra: “Nos pidió que hiciéramos una redacción hablando de nuestras casas, pero yo tenía un rancho y en mi cabeza de niña se me hacía que una casa tenía que ser de material. Al momento de entregar la redacción le dije a la maestra que no hice los deberes porque no tenía casa, pero le comenté que había escrito un tango. Se lo canté y ella se emocionó. Recuerdo que me llevó con la directora y le dijo que estaban frente a una poeta. No tenía idea de lo que era eso, pero en 2018 pude tener a esa maestra frente a mí cuando presenté mi primer libro. Fue de los mayores logros de mi vida”.
Respecto al concurso de AEDI, comentó que es muy serio y completo, con diferentes categorías y géneros. Considera que es un ámbito que amerita la participación de todos, más allá de los premios y que si bien ya ha sido parte, esta es la primera vez que obtiene un primer premio.
Uruguayos centenarios
Gabriel Rodríguez de Canelones se llevó el primer premio en categoría libro édito. Se trata de una publicación editada en 2022 que recopila historias de personas uruguayas con más de cien años. “Participar del concurso me permitió que el libro lograra visualizarse a nivel general y rescatar de alguna forma las voces de tantas personas que están a lo largo y ancho del país que tienen más de cien años, y yo quería lograr que la mayor cantidad posible supieran que ellos existían”, aseguró a La Mañana.
El libro de Gabriel fue producido durante la pandemia, lo que generó que la labor fuera más ardua debido a las complicaciones para acceder a los hogares de los protagonistas de la publicación. Pero el escritor los contactó por redes, se vinculó con medios, periodistas, conocidos de conocidos. “En Uruguay, de acuerdo con el censo de 2022, había más de quinientas personas centenarias, y dentro de ellas tuve que buscar quiénes contaban con lucidez mental para acordarse lo que vivieron hacía cien años”, comentó. Gabriel ha participado en concursos de AEDI desde 2018 en adelante.
Unión por la cultura
En el evento, además de la entrega de premios, se le brindó al presidente del Ateneo de Montevideo, Leonardo García, una distinción cultural con el nombre de Myrtha Bonilla Monegal, una personalidad fundamental de la cultura y la lucha por las obras de escritores nacionales.
García expresó que estaba al frente de personas “que han hecho de la palabra un arma” y que, al recibir este reconocimiento, mira hacia atrás y entiende que algo ha hecho en el camino que lo llevó a este momento. “En el Ateneo de Montevideo hace muchos años transitamos junto a AEDI el camino de la cultura, buscamos que todo sea mejor, promovemos a artistas nacionales, y todas las actividades vinculadas”, dijo.
Los primeros puestos
Categoría Poesía
Primer premio Dr. Alberto Manini Ríos: Tu obra,de Silvia Renée Pérez (San José).
Primer premio AEDI-Uruguay: El viejo sauce, de Luz del Alba López (Maldonado).
Categoría Cuento
Primer premio Dr. Alberto Manini Ríos: El hombre del jazmín en la solapa, de Washington Gorosito Pérez (Montevideo).
Primer premio AEDI-Uruguay: La máscara blanca, de María Derlinda Costa (Canelones).
Categoría Cuento infantil
Primer premio Dr. Alberto Manini Ríos: Totitón y las abejas,de Martha Barrientos Abreu (Maldonado).
Primer premio AEDI-Uruguay: El reino de las zetas, de Marisa Elis Hernández (Colonia).
Categoría Libro édito
Primer premio Dr. Alberto Manini Ríos: Uruguayos centenarios, de Gabriel F. Rodríguez (Canelones).
Primer premio AEDI-Uruguay: Valiosa vida, de Norma Lueiro (Colonia).
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