Luego del crecimiento inmediato postpandemia, producto de las propias medidas de salida de esta, así como una cantidad de circunstancias a nivel geopolítico, la economía global se ha visto con importantes problemas. A tasas bajas, heterogéneas o nulas de crecimiento del PIB, se suma la gran cantidad de incertidumbres que implica un mundo fragmentado, con políticas que no generan los resultados que se esperan cuando se toman, y en el que adicionan desigualdades y vulnerabilidades a la vez que escalan los conflictos y los niveles de violencia. Esto lleva a grandes preocupaciones en torno a cuáles serán las tasas de crecimiento para este 2024 y el 2025.
¿Qué dicen las principales estimaciones de crecimiento mundial para 2024 y 2025?
Las principales estimaciones que se conocen, como las del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, muestran mejoras en las proyecciones económicas de crecimiento, al igual que otras a nivel particular. Recientemente fueron presentadas las proyecciones realizadas por el Instituto Peterson de Economía Internacional, también conocido como Institute for International Economics, think-tank de referencia independiente con sede en Washington. Desde él se afirma que se espera un crecimiento a nivel global que se va a dar sin detenerse entre 2024 y 2025, sin problemas salvo alguna situación excepcional. Pero, a pesar de que se espera una mejora, no es de una destacada magnitud, con lo cual cualquier baja puede ser provocar que se mantenga la recesión. En un mundo vulnerable, no parece que los datos de crecimiento sean tan sólidos como sería deseable. Concretamente se proyecta que el PIB global real aumentará un 3,1 por ciento en 2024 y un 3,2 por ciento en 2025.
Un indicador que ha sido centro de atención en los últimos años es la inflación y en términos generales se espera que esta tienda a mantenerse, lo que lleva a la conclusión inmediata de que no se estarían dando movimiento en las políticas actuales llevadas desde los Bancos Centrales de mantener altas las tasas de interés para controlar los precios, a pesar de las resistencias y los análisis que se han planteado mostrando las dificultades de estas posiciones. Las tasas altas parecen ser una constante mientras no sean evidentes bajas más significativas en los indicadores de inflación. De alguna forma, se encuentra detrás la idea que existen posibilidades a nivel de los mercados financieros que permitan movilizar las inversiones y créditos, que tiene que ver con flexibilidades existentes que también han sido una de las problemáticas que provocaron, en los escenarios en que se dieron, las crisis financieras que golpearon a Estados Unidos y otras realidades en marzo y abril de 2023.
Promedio de crecimiento con altas diferentes entre regiones y países
Si bien se espera que se den dos años de crecimiento, como es de esperar en un mundo de tantas divergencias no va a ser uniforme entre las diferentes realidades. Se producirán y repetirán importantes diferencias entre países. Por ejemplo, se destaca entre las potencias occidentales la recuperación que ha tenido Estados Unidos y que viene acompañada de las mejoras en los niveles de interés. No ha sido el mismo el caso de la zona euro, que mantiene dificultades importantes y donde los conflictos bélicos han supuesto mayores impactos, tanto por la realidad energética, como la cercanía, mercados de referencia y por políticas monetarias que no han sido eficaces en los resultados. Para Europa se espera también una recuperación menor que en Estados Unidos.
A nivel de las economías emergentes, se está dado en este momento una conjunción de diversos factores que pueden estar jugando. China, que tiene una importante influencia en los resultados globales, tuvo un crecimiento a pesar de las dificultades en el plano inmobiliario que tienen importantes implicancias, poniendo limitaciones en lo fiscal. Algunos aspectos para este 2024 pueden jugar en contra en la economía china y pueden concretarse como limitantes. Otros grandes emergentes como India siguen creciendo en forma importante como lo vienen haciendo. Por su parte, Rusia sigue con limitaciones que vienen de la guerra. Pero, por otra parte, Brasil viene con un importante crecimiento.
En cuanto a otras regiones, se mantienen debilidades importantes producto de dificultades que vienen siendo consecuencias de los últimos años. Nos mantenemos en un mundo de conflictos con una política cada vez más compleja y beligerante, con mayores vulnerabilidades y desigualdades globales. A pesar de los niveles de crecimiento, son evidentes las dificultades que enfrenta el mundo.
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