En el año 2002, bajo una intensa lluvia, en un gigantesco acto organizado al pie del Obelisco, por la denominada Concertación para el Crecimiento, alrededor de cien mil manifestantes reclamaron al gobierno un urgente cambio de rumbo de su política económica y la instalación de una mesa de diálogo permanente para trabajar en pos de objetivos de reactivación y desarrollo económico, y liberar al país de la “emergencia social y productiva”.
A veintidós años de ese 16 de abril, La Mañana dialogó con Elvira Domínguez, una de las protagonistas en defensa del sector de pequeñas y medianas empresas (pymes), quien recuerda que a partir de ese momento “se comenzó a valorar el rol fundamental de las pymes en la economía, en especial su rol en la creación de empleo con bajo nivel de inversión”.
¿Cómo valora la creación hace 22 años de la Concertación para el Crecimiento? ¿Cree que están dadas las condiciones para buscar iniciativas similares?
Fue una experiencia que valoro positivamente, pues fue desde mi punto de vista algo espontáneo y genuino. Segundas partes, suelen no ser buenas.
¿Cómo evalúa, a tres años de la pandemia de covid, los efectos de esta en las pymes y en el sector empresarial?
En general ha sido negativo (hablo por las pymes volcadas al mercado interno, fuera del sector de la salud), aun para aquellas que lograron sobrevivir, gracias a medidas como el seguro de paro parcial. Esta medida fue la única con impacto positivo real. No obstante, debió mantenerse por un período más extenso, para readecuar el funcionamiento y ajustarlo a una demanda, que ha sufrido cambios en los hábitos de consumo postpandemia.
¿Cuáles son los aprendizajes que quedaron del covid?
Que hay que reaccionar rápidamente para salvar el empleo, recurriendo a instrumentos preexistentes que no requieran ser diseñados e implementados desde cero, sino ajustando lo que ya conozcan los destinatarios de las medidas, en lo posible reinterpretando o modificando herramientas conocidas. La mejor política siempre es el empleo y el país necesita políticas proactivas hacia las empresas para lograr ese fin, pues dignifica a las personas, crea riqueza económica y social.
¿Cómo considera que debemos encarar los desafíos venideros, considerando el impacto de un mundo en conflicto bélico, el advenimiento de nuevas tecnologías para la energía y la inteligencia artificial?
En el marco de diálogos genuinos, con representantes sociales –empresarios y trabajadores–, de la academia y otros según el tema, que prioricen a sus representados y no el seguir ocupando un lugar de poder.
¿Sería de utilidad crear un Consejo Nacional de Economía?
Hubo un intento hace unas décadas y no funcionó. No lo veo, podría ser otro espacio de poder, donde las pymes queden subrepresentadas.
¿Qué necesitamos para dejar de lado las mezquindades políticas, la competencia y el marketineo electoral barato?
Líderes con equipos que trabajen por la felicidad de los ciudadanos. Hacer con visión de futuro y hablar menos. Al fin lo que necesitamos los ciudadanos es poder trabajar, vivir dignamente de nuestro trabajo, poder construir un futuro mejor para los hijos, progresando en paz, sin miedo, sin ser estafados económica ni intelectualmente.
¿Qué podemos esperar que pase a grandes rasgos con estos intentos de formar una Concertación si continúa la coalición o si gana el Frente Amplio en las próximas elecciones?
Ya pasó un cuarto de siglo desde aquella Concertación para el Crecimiento. Estamos en otro mundo, hay otras herramientas (encuestas de Google, Instagram, etcétera). Tal vez no recurriría a los mismos actores de otrora, para que pudiese tener algún éxito. En aquel entonces hubo outsiders que enriquecieron el documento final, con una visión de futuro más moderna para aquel momento. De hecho, a partir de entonces, se comenzó a valorar el rol fundamental de las pymes en la economía, en especial su rol en la creación de empleo con bajo nivel de inversión.
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