En la Bioferia participaron 11 estands de emprendimientos gastronómicos habilitados para consumo de personas celíacas: Feria sin Gluten. Una de las impulsoras del proyecto, Fabiana Oleggini, destacó y llamó a contar con más espacios donde participar, ya que cada vez son más los diagnósticos de celiaquía en Uruguay
El 5 de mayo se conmemora a nivel nacional e internacional el Día del Paciente Celíaco. La enfermedad es una intolerancia permanente al gluten, que es la fracción proteica de cuatro cereales: trigo, avena, centeno y cebada (TACC). Desde el punto de vista biológico, el contacto de la mucosa intestinal con estos cereales en individuos genéticamente predispuestos produce un daño determinado por mecanismos inmunológicos con diferentes grados de intensidad.
En los celíacos, el gluten ataca la estructura normal del intestino, aplanando las vellosidades e impidiendo que los alimentos puedan pasar a la sangre. Por lo tanto, aunque esa persona coma todo lo que necesite, los alimentos no son aprovechados correctamente. El diagnóstico precoz y la adhesión a la dieta libre de gluten evitan altos costos sociales y económicos en el sistema de salud, mejoran la calidad de vida del paciente y disminuyen las complicaciones a largo plazo.
Se estima que en Uruguay hay una persona celíaca cada cien, es decir, unas 34.000 diagnosticadas, según la Asociación Celíaca del Uruguay (Acelu). Sin embargo, las autoridades calculan que esa cifra representa solo un poco más del 10% de quienes realmente padecen la enfermedad ya que el resto desconoce padecerla.
A partir de que un paciente es diagnosticado, es preciso comenzar con una estricta dieta que implica cocinar en un espacio que impida que una miga de pan con harina no apta para celíacos caiga sobre el alimento especial, ya que esto podría significar días y días de recuperación. Se calcula que la comida para personas que padecen celiaquía es 70% más cara que el resto. Esto es una gran complicación para quienes padecen esta enfermedad, porque además es el único tratamiento posible. Debido a esta situación, en diciembre de 2023 la Cámara de Senadores aprobó por mayoría un proyecto de ley para que el Poder Ejecutivo redujera los impuestos a los alimentos sin gluten a fin de facilitar el acceso a ellos.
En ese marco, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados solicitó establecer un régimen de devolución de IVA a las compras de alimentos libres de gluten. La iniciativa está dirigida a las personas certificadas con enfermedad celíaca y acreditadas ante el Ministerio de Salud Pública, que usen instrumentos electrónicos de pago o similares a su nombre personal o un representante legal acreditado para el caso de menores de edad.
Al mismo tiempo, el documento solicita que se exonere del Impuesto Único Aduanero a la Importación, Tasa Consular y todo otro tributo aplicable a la importación de insumos, máquinas, equipos, accesorios, repuestos y materias primas necesarias para la producción de alimentos libres de gluten.
Un lugar seguro
En el marco de la realización de la Bioferia en el parque Villa Dolores de Montevideo, estuvieron presentes 11 emprendimientos gastronómicos completamente habilitados para consumidores celíacos. El espacio, denominado Feria sin Gluten, nació en 2017 de la mano de Fabiana Oleggini e Ivelise Reinaldo, por lo que esta fue la octava edición.
Más allá de la venta de alimentos sin TACC, se aprovechó el evento para brindar tres charlas: “Experiencias de la celiaquía, un camino hacia la inclusión alimentaria”, “¿Qué es la celiaquía? Mitos y leyendas” y “Día Internacional del Celíaco. Experiencias compartidas”. La finalidad de estas presentaciones es acercar a la población a la realidad que vive cada día una persona con la enfermedad.
En este marco, La Mañana dialogó con Oleggini, quien comentó que tanto ella como Reinaldo son celíacas, por lo cual, encuentran motivación para contar sus experiencias y, también, la situación de cómo es ser madre de una persona con la enfermedad.
Fue la primera vez que las emprendedoras participaron en la Bioferia con su espacio libre de gluten en el que desarrollaron ventas de diferentes productos gastronómicos caseros, así como contactos con importadores de alimentos. “Increíblemente, además, es el primer evento en el que hay más estands que venden comida sin gluten que con gluten. Para nosotros, esta invitación es fundamental porque no tenemos tantos espacios a donde ir, poder comer tranquilos y disfrutar de los espacios como cualquier persona”, expuso.
Oleggini comentó que hace 21 años le diagnosticaron celiaquía y no existía un mercado que elaborara productos aptos para su consumo, “recién estaba empezando una empresa vinculada al tema, pero si uno no se cocinaba no había forma de comer productos sin gluten”, contó.
Con Reinlado empezaron en 2017 con el primer evento, que como todos siempre se hacía en Argentina, pero en Uruguay no. “En el primer evento se integraron 15 empresas y fue increíble la participación de la gente, lo que evidenció la necesidad que había en ese sentido. Después se empezaron a sumar más empresas y, además, cada vez hay más diagnósticos. En todos estos años noté cómo cuando un celíaco va a cualquier lugar y dice que debe consumir productos sin TACC, el resto de las personas ya saben qué es y hasta hablan con términos como contaminación cruzada, pero hace 20 años nadie lo sabía”, relató.
La entrevistada aseguró que aún hay mucho para hacer, entre esas cosas, participar de más espacios similares a los de Bioferia, porque son eventos que atraen a un público muy numeroso. “Nos agradecen en las redes sociales, y creo que hay espacios para que todos disfrutemos, es cuestión de organizarlo e incluirnos”, indicó. Y añadió: “Es necesario ya que la mayor parte de las veces que voy a un evento en Uruguay termino comiendo en casa porque no se ofrece comida sin gluten”.
“Somos celíacos, no millonarios”
Para el Día Internacional del Celíaco, la Comunidad Celíaca del Uruguay realiza corre caminatas y el eslogan es “Somos celíacos, no millonarios”, porque lo cierto es que los productos valen 70% más que los comunes, y para la mayoría de las personas “es imposible pagarlo”, dijo Oleggini. Por más que cada vez hay más empresas y, por ende, competencia que ha permitido reducir algunos costos, “aún falta mucho por hacer”, sumó.
“No sé si se trata de un tema de impuestos; si es porque se cobra mucho a los locales para habilitarlos, y además se deben invertir grandes sumas de dinero, lo que genera que se vea reflejado en el precio del producto final. Lo que sí sabemos los celíacos es que comer sin gluten se nos hace costoso”, reflexionó.
También explicó que no hay grados de celiaquía: sos celíaco o no lo sos, “puede ser que se tengan más síntomas o menos síntomas, pero el daño es el mismo por tan solo una miga de pan”, aseguró. En ese sentido, fue consultada acerca de la situación de que, en locales gastronómicos con comida con gluten, ofrecen opciones sin gluten y cuán seguro es eso. Dijo que en esos sitios suelen comprar la comida ya elaborada y solo la calientan, para prevenir la contaminación cruzada.
“Pero no podemos comer si se cocinan ambos tipos de alimento en el mismo lugar, porque después nos sentimos mal, y la recuperación lleva varios días. En eso también hay mucho para hacer y trabajar, de manera de preparar a las personas de los locales gastronómicos, que sepan realmente cuánto afecta al celíaco. Tomando las medidas necesarias se puede tener un menú para celíacos”, opinó.
Finalmente, Oleggini destacó que la participación en la Bioferia fue un éxito por la cantidad de asistentes, y que eso marca la necesidad de seguir por este camino. “Hay espacio para todos, para disfrutar, más tomando en cuenta que cada vez son más las personas celíacas y deben ser incluidas”, puntualizó.
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