En entrevista con La Mañana, Mauro Villa, teniente segundo del Ejército Nacional y músico folclorista, quien forma parte de un dúo junto a su hermana, Oriana Villa, comparte sus reflexiones sobre el legado de la música folclórica y su compromiso con mantener viva esta rica tradición.
En el corazón del folclore uruguayo late el legado del prócer José Artigas, y en ella la canción “Rumbo al silencio” emerge como un tributo a su figura. La canción evoca emociones profundas y reverencia la memoria del líder de la independencia uruguaya. Es original de Eduardo Monteverde y fue interpretada inicialmente por el grupo musical folclórico de alumnos del Liceo Militar General Artigas. Hoy es entonada en la voz de Oriana Villa y acompañada por la habilidad musical de su hermano Mauro en la guitarra.
Con versos que trascienden el tiempo, la canción invoca la presencia espiritual de Artigas, llamándolo a quedarse con su pueblo, con su tierra. “No se vaya, mi general, lo está llamando la patria”, resuena en cada nota, recordando el compromiso inquebrantable del líder con su nación y su gente. Es un llamado que traspasa las fronteras del tiempo y del espacio, un eco eterno de lealtad y devoción hacia aquel que luchó por la libertad y la justicia.
La letra de “Rumbo al silencio” pinta un cuadro melancólico de la partida de Artigas, donde los símbolos de la patria y la naturaleza se visten de luto. “Ya no canta el sabiá en la cumbrera del alba, el río lo está llamando con su voz de cielo y playa”, evoca la tristeza de la despedida y el regreso al seno de la tierra que lo vio nacer. Es un poema de despedida, un adiós a un líder que marcó la historia con su valentía y sacrificio.
Para los hermanos, entonar esta canción es más que una simple interpretación musical; es un acto de conexión con la historia y el alma del Uruguay. Mauro señala que acompañar a su hermana en esta emotiva pieza es un honor y un privilegio. “Portar el uniforme que portó el general Artigas, y tratar de entonar, cantar y transmitir los temas que hoy no se escuchan tanto”, expresa en diálogo con La Mañana, refiriéndose al profundo significado que tiene para él participar en este tributo al prócer.
En un país donde la figura de Artigas es símbolo presente, “Rumbo al Silencio” resuena como un himno de gratitud hacia aquel que dedicó su vida a la causa de la libertad y la justicia. Es una canción que trasciende el tiempo y el espacio, un recordatorio de que el legado de Artigas vive en el corazón de cada uruguayo y en las notas de cada canción que entona el alma del pueblo.
De raíces familiares
Aunque Mauro no formó parte del grupo del Liceo Militar que realizó la versión inicial de la canción, su conexión con la música y la historia del país lo llevó a acompañar a su hermana en la interpretación de este emotivo homenaje al prócer uruguayo.
El vínculo de ambos hermanos con la música y la poesía tiene profundas raíces familiares. Su padre, un apasionado del folclore y la poesía, comenta Mauro, inculcó en sus hijos el amor por estas expresiones artísticas. “Mi padre siempre tuvo el gusto por el folclore y el recitado desde que entró a la Escuela Militar, siempre estuvo tocando la guitarra”, relata el entrevistado. Esta influencia marcó su trayectoria, llevándolo a integrar diversas bandas de folclore y a acompañar a su hermana en su carrera artística.
El recorrido del entrevistado en el mundo del folclore no ha sido lineal. Comenzando como acompañante de su padre, Villa descubrió su amor por la guitarra a una temprana edad. A través de su participación en diversos festivales y eventos culturales, fue forjando su identidad como músico folclorista, encontrando en la guitarra un medio para expresar su conexión con la tierra y la historia de su país.
La presencia del género en los festivales
Además de su trabajo con su hermana Oriana, Mauro también colabora con otros artistas emergentes del folclore, buscando expandir los horizontes de este género musical y acercarlo a nuevas audiencias. Reconoce los desafíos que enfrenta la música folclórica en un contexto donde predominan otros estilos más comerciales, pero está decidido a seguir adelante y preservar esta valiosa tradición, en un mundo donde la música es una poderosa herramienta para conectar con nuestras raíces y expresar nuestras emociones más profundas.
Con una mirada crítica pero reflexiva, destaca un marcado desinterés entre las nuevas generaciones. Según sus palabras, “si bien se siguen haciendo festivales y se sigue escuchando folclore, lo que es el recitado y poesía, por ejemplo, hoy no se escucha mucho”. Esta observación subraya un cambio en las preferencias musicales, donde las audiencias jóvenes buscan ritmos más vibrantes y movidos. Villa identifica este fenómeno como un desafío significativo en su carrera artística, mencionando que “muchas veces cuando escuchan un recitado, termina aburriendo un poco al público”. Esta percepción se ve corroborada por las dificultades que enfrentaron al inicio de su trayectoria, como la asignación de horarios de actuación poco favorables en festivales. “En los festivales, por ejemplo, siempre nos ponían el horario de actuación muy temprano”, dice. Esta realidad llevó a los organizadores a reservar los horarios estelares para artistas con propuestas más comerciales. A pesar de estos desafíos, Villa persiste en su compromiso con la poesía recitada y el folclore, reconociendo la importancia de preservar y promover estas formas de expresión cultural.
En ello, uno de los aspectos más destacados de su carrera es su colaboración con artistas, como Yuli Urce y Catherine Vergnes. Estas colaboraciones no solo le han permitido expandir su horizonte musical, sino también ser parte del resurgimiento del folclore en la escena artística uruguaya. “Todo esto, todo lo que tengo ahora, es gracias a eso”, comenta sobre la influencia de su familia y su formación en el Liceo Militar en su desarrollo como músico.
Sin embargo, reconoce los desafíos que enfrenta el folclore en un contexto cultural dominado por otros géneros más comerciales. La falta de apoyo y visibilidad para el recitado y la poesía en los festivales y eventos culturales representa un obstáculo para aquellos que buscan mantener viva esta tradición. “Es como que aburre a la nueva generación”, lamenta Villa sobre la falta de interés en estos géneros entre las audiencias más jóvenes.
A pesar de estos desafíos, el guitarrista se muestra optimista sobre el futuro del folclore del país. La creciente presencia de mujeres y jóvenes en la escena folclórica es un indicio alentador de que esta tradición sigue viva y en constante evolución. “Es muy importante”, enfatiza sobre el peso de que nuevas generaciones se involucren en la preservación y difusión del folclore.
Melodías de Artigas
En cuanto al desglose de la melodía de “Rumbo al silencio” de Eduardo Monteverde, Villa destacó la complejidad de la composición, donde los punteos se entrelazan con el rasgueo y la armonía, generando la ilusión de múltiples guitarras. Para el entrevistado, esta pieza se distingue por su variación y profundidad emocional, reflejando la dualidad de partir y regresar al espíritu de Artigas. En este relato, la música se convierte en un viaje de contrastes, marcado por la autenticidad y la búsqueda constante de identidad.
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