El apoyo es escalonado según la cantidad de litros que se envían a la industria. Los parlamentarios coincidieron que la medida no soluciona los problemas de fondo del sector lechero.
La Cámara de Diputado trató el proyecto de ley del Poder Ejecutivo por el cual se encomienda al Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable de la Actividad Lechera, la asistencia a productores remitentes de leche a industrias.
El texto especifica que los destinatarios son aquellos tambos que remiten hasta 3.000 litros escalonados por cantidad producida, y abarca a más de 1.600 productores.
Las franjas son de hasta 500 litros remitidos a diario, 1.000, 2.000 y 3.000 litros.
En el primer caso hasta 500 litros, recibirían $ 2 por litro durante 6meses; los que remiten hasta 1.000 litros, $ 1,50; los que remiten hasta 2.000 litros recibirán $ 1; y los que remiten hasta 3.000 litros $ 0,6.
El proyecto fue aprobado por unanimidad y se remitió al Poder Ejecutivo.
El diputado Gonzalo Onetto (Partido Nacional), como miembro informante, dijo que es un proyecto “de asistencia no reembolsable a los pequeños productores lecheros remitentes”, el que calificó de “muy importante” y “responde a una situación coyuntural”.
Mencionó “la sequía larga” que tuvo un costo de US$ 1.800 millones, y para los “pequeños productores lecheros” implicó “endeudamiento para mantener su producción” dadas las situaciones de “poco alimento, mayor complemento de suplementos, sumado a una baja de los precios de los productos lácteos y menor recibo de dinero por litro” cuando los costos de producción eran “mucho más elevados”.
“En lechería está clara la ecuación de quien produce más litros se defiende mejor, por eso la franja de apoyo” establecida, hasta productores que remiten un máximo de 3.000 litros diarios, “es muy adecuada”, estimó. Se busca “cuidar y apoyar” al sector.
Además “no es solo un problema económico o financiero, también es social y familiar ya que el recambio generacional en la lechería es una gran preocupación”.
Por esas razones, Onetto defendió el voto afirmativo del proyecto, aunque éste “no resuelva totalmente los problemas”, pero sí “ayuda bastante” en un momento donde se ven “mejores perspectivas porque los indicadores así lo establecen”.
Nelson Larzábal (Frente Amplio) por su parte subrayó la importancia de la producción lechera en cuanto que “genera una gran cantidad de puestos de trabajo en las zonas rurales”, además de que “la lechería genera cultura de trabajo”.
“Es una actividad sacrificada, especialmente para los pequeños productores familiares que tienen que hacer toda la tarea, lo que implica dos ordeñes por día. Si bien en los últimos años se ha mecanizado, se ha ido tecnificando, es también una actividad que requiere mucho esfuerzo físico, más que nada para los pequeños productores familiares”, pero también para los empleados en los tambos de mayor porte. “Para todos es un trabajo muy sacrificado”, enfatizó.
Como producción a cielo abierto “es muy dependiente de las situaciones climáticas”.
En ese sentido señalo que los tres años de sequía “generó que los productores hayan tenido que endeudarse y mucho para hacer frente a la falta de alimento porque el pasto no se producía por falta de lluvias. El productor tuvo que comprar la comida para mantener su herramienta productiva que son las vacas, generándose un importante bolsón de deudas, a pesar de haberse decretado la emergencia agropecuaria”.
Explicó que “los créditos más fáciles de acceder generaron un mayor endeudamiento del productor”.
La Oficina de Planificación y Políticas Agropecuarias (Opypa) calculó “esos mayores costos” en más de 6 centavos de dólar por litro de leche, cuando el precio que recibe el productor ronda los 35 centavos en bruto. Eso generó que los productores familiares tengan una deuda muy difícil de afrontar”.
El proyecto ayudará a los pequeños productores que remiten “menos de 3.000 litros; estos se verán beneficiados por el fondo no reembolsable” del proyecto. De todas maneras, “la medida por sí sola no es suficiente para que el sector lechero pueda recuperarse, esto es un pequeño aporte para hacer frente a las deudas pendientes con sus proveedores, sean de semillas, maquinarias, servicios, como el banco”.
Larzabal reclamó “políticas más profundas, de largo plazo, que ayuden al productor familiar”.
Fondos del sector
La asistencia “no significa que el Estado pone fondos para asistir”, dijo el diputado Mario Colman (Partido Nacional). “Es el propio sector que mediante aportes a un fondo se le distribuye y se trata de buscar que estos trabajadores de menor escala tengan mejor liquidez” en estas fechas de llegada del invierno.
Cabe agregar que según el Banco Central del Uruguay el endeudamiento del sector aumentó, de US$ 197 millones en enero de 2023 a US$ 239 millones un año más tarde, por lo que se encomendó al Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable de la Actividad Lechera otorgar el mencionado apoyo.
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