Con 52 años de historia, la gremial del Transporte Escolar Unido es socia de la Asociación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas desde 1990, año en el que retomaron las actividades luego de un impasse. Los cambios que debieron enfrentar en materia de reglamentación y los años de pandemia, fueron testigos del trabajo del sector para mantener un servicio de calidad.
La gremial del Transporte Escolar Unido (TEU) tiene 52 años de historia, se fundó en 1972 con el objetivo principal de profesionalizar y buscar los mejores beneficios para las empresas de transporte escolar, implicando una garantía y beneficio para los usuarios. Si bien en esa época era un servicio de lujo para determinados colegios privados, hoy es fundamental para muchas familias que lo ven como una necesidad.
Actualmente el sector tiene representación en todo el país, y la influencia mayor de las empresas está en Montevideo, Canelones y Maldonado, pero en 2010 hubo un cambio notorio en las unidades y las reglamentaciones son similares en todo el territorio. El transporte escolar es regulado por las intendencias departamentales, a diferencia del turístico, que lo hace el Ministerio de Transporte.
Uno de los momentos más críticos de los transportistas de escolares fue la pandemia, debido a que no podían trabajar. Sin embargo, desde el primer momento la gremial gestionó los mayores beneficios que se pudieran obtener para aliviar lo que se venía, se preparó la flota con desinfección a través de un convenio con la patronal del taxi para estar prontos en el día de la vuelta a las clases.
A su vez, se gestionaron líneas de crédito alternativas, negociaciones del seguro de paro con el Ministerio de Trabajo, en las que se destacó el trabajo de Pablo Mieres, “que siempre nos atendió y estuvo dispuesto a darnos soluciones paliativas de la situación”, aseguró a La Mañana Gerardo Senese, presidente de TEU. A la vuelta de las clases debieron duplicar los costos para cumplir el mismo servicio, ya que se realizaba el doble del recorrido en kilómetros y el doble de costos en todo, pero sin aumentar la cuota.
“Toda esa situación nos llevó un gran trabajo. En el 2021 se reintegró un 40% de los chicos, en 2022 fue algo similar, y cuando finalmente se retomaron clases con normalidad, hubo un 25% que no volvieron al transporte escolar. Recién en 2023 se logró emparejar y este año efectivamente estamos trabajando con normalidad en cuanto al servicio y cantidad de niños”, detalló Senese.
Durante 2020 y los años siguientes, la gremial elaboró un protocolo sanitario junto con la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Salud Pública que cumplía con todas las normas de seguridad que se exigían en ese momento, y algunas empresas aún tienen secuelas porque siguen pagando créditos o refinanciaciones.
“Otro logro de la gremial fue la compra de nuestras unidades mediante el sistema de leasing, que en la inmensa mayoría son con el Banco República, tanto en el 2020 como en 2021 el banco nos prorrogó la cuota por seis meses sin ningún interés, esa fue una negociación directa entre nosotros y la banca corporativa”, aseguró el entrevistado.
Normas de seguridad
El transporte escolar está conformado por micro y pequeñas empresas en su inmensa mayoría, tal vez el 90%, y son los propietarios de las unidades quienes brindan el servicio, entonces, para ellos, la seguridad con la que viajan los niños es un tema prácticamente personal, y la seguridad al trabajar es la vida misma de la empresa, porque es la forma de que los adultos confíen “lo más sagrado que tienen: los niños”.
Senese dijo que su realidad es distinta a otro tipo de transporte porque, en general, tienen vínculo con las familias durante todo el período escolar, unos cinco o seis años, “no los vemos una vez sola para hacer un traslado y nada más, incluso cuando hay familias que tienen varios niños, envían a todos con la misma empresa y durante 10 años podemos estar yendo a la misma casa, por eso generamos un vínculo”, describió.
Desde el 2010 la flota se vio obligada a cumplir una nueva reglamentación que negociaron con las intendencias, el Congreso de Intendentes y Unasev, y adquirieron el 100% de la flota nueva. “Tuvimos que hacer un gran sacrificio, jugaron varias puntas como las exoneraciones impositivas y créditos en el BROU. En un año y medio renovamos unas 400 unidades que rondaban los 40 mil dólares la más económica”, detalló el presidente de TEU.
En esa reglamentación se aplica la norma internacional de Naciones Unidas en cuanto al sistema de retención que deben tener los niños, la medida de los asientos y los anclajes. “Todo se hizo con un gran trabajo de la gremial, porque era algo que nos llegó de improvisto. Contratamos a dos ingenieros, dos empresas que carrozan vehículos y se elaboró todo tal cual la norma. Hoy sigue vigente así y el transporte escolar tiene el menor índice de siniestralidad”, aseguró.
La gremial cuenta con convenios de flotas con distintas compañías y una bonificación especial debido a la baja siniestralidad. “Uruguay cuenta con un transporte escolar de referencia en América Latina, y de los mejores del mundo. Colegas que han tenido la posibilidad de viajar han visto cómo en muchos países de Europa los cinturones de los niños son de dos puntas. Uruguay en ese sentido importa unidades que indica la norma internacional y por eso genera que seamos un ejemplo modelo”, explicó.
En el ojo de la tormenta
“Las camionetas de escolares siempre están en el ojo de la tormenta, todos miran cómo manejamos, cómo estacionamos, cómo bajan y suben los niños. A veces tenemos problemas en las puertas de las escuelas para estacionar donde corresponde, y en ese sentido hemos logrado, con la Intendencia, los reservados específicos, pero aún hay una deficiencia en cuanto a cartelería, y más que nada de respeto por parte de las personas”, expresó el entrevistado.
Las inspecciones a los vehículos son rigurosas y todos los años, en febrero, antes de comenzar las clases, realizan chequeos técnicos por un lado y revisiones administrativas por otro, vinculadas a lo impositivo, BPS, planillas de trabajadores, entre otras cosas. “Lo más importante de esto es que el cliente tenga la garantía de que somos un servicio regular que fue inspeccionado técnicamente”, agregó Senese.
Historia de trabajo conjunto
TEU nuclea al 75% de las empresas, en Montevideo hay unas 380 unidades de transporte escolar y unas 250 son socias de la gremial. Es un rubro que prácticamente no crece porque los permisos son regulados por la Intendencia y están limitados. Hoy existe una oferta mucho más grande de vehículos que de solicitantes, “si bien muchas veces en algunas instituciones puede estar saturada la capacidad de las camionetas, no es el común denominador”, aseguró Senese.
La gremial tuvo un impasseen la época de la dictadura, en 1990, Senese junto a un grupo de colegas se pusieron en contacto con los veteranos fundadores para reflotar la actividad. Desde esa fecha integró casi todas las directivas, menos las que el estatuto no le permitía, y aunque no integrara los cuadros directivos siempre fue parte de alguna comisión.
Ese mismo año la gremial comenzó a trabajar con Anmype a través del abogado Raúl Laurenzo. Se formó una intergremial con varias y allí comenzaron a unir esfuerzos, integraron varias actividades y congresos de pequeñas empresas, siempre codo a codo. “Hasta que Anmype hizo una modificación de estatuto y abrió las puertas a socios, TEU es una de esas socias y tenemos a Daniel Olave como delegado. Somos gremiales que más allá del rubro tenemos las mismas problemáticas”, indicó.
El presidente entiende que la falta de resolución de los problemas de las mipymes son responsabilidad de ambas partes: los gobiernos y el Estado que no le dan la suficiente importancia, “porque una cosa es ver la declaración y el programa de los gobiernos y otra la realidad” y, por otro lado, la “falta de mentalidad de los pequeños empresarios para trabajar juntos, porque solo así se obtienen los mejores logros”, puntualizó.
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