La constatación de un ciberataque internacional en contra del Banco Santander, con riesgos inminentes para usuarios y funcionarios de la institución, puso en alerta a la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) ante la posibilidad de maniobras delictivas. De acuerdo con lo expresado por el sindicato, “a pesar de la respuesta que la institución ofrece, hasta el momento los clientes desconocen qué información en concreto está en poder de los delincuentes”, ante ello los clientes corren el riesgo de sufrir delitos como el phishing o la suplantación de identidad.
“Mientras el banco no asuma, seguiremos incentivando a los clientes a que pidan información”
En diálogo con La Mañana, el consejero de AEBU Pablo Andrade manifestó su preocupación por la actitud pasiva del Banco Santander, que de acuerdo con su visión “minimizó la situación”, lo que obliga al sindicato a informar a la población de lo sucedido.
¿Como les llega la información a AEBU?
Es una alerta que salta a nivel internacional, las bases no son gestionadas en Uruguay. Estas alertas se habían presentado en otros países de la región. Los prestadores de servicio del Santander se encuentran fuera del país. El banco nos responde minimizando la situación, pero a nosotros no nos alcanza con esto. El acceso, según se informa, es a cédula, celular, dirección o sea el conjunto digital de información. Con estos datos las personas quedan expuestas a delitos como phishing, estafas que las ponen en el centro, situaciones graves. Pueden mandar un mail con un número de teléfono como confirmación, generando de esta forma una suerte de certeza. Nos pareció muy liviana la forma en la que el banco tomó la situación. AEBU colocó a disposición de las personas los mecanismos de base de datos del gobierno, reclamando al Banco Santander que se hagan las gestiones solicitando saber qué información fue hackeada.
¿Cómo se accede en línea a este formulario?
Está en la página web, las personas pueden colocar “unidad reguladora y de control de datos personales”, te solicitan una serie de informaciones y puedes completarlo.
¿Qué rol juega el Banco Central en todo esto?
El Banco Central sabe que está siguiendo la situación, le solicita información sobre el protocolo, ahora bien, esto no alcanza. Tiene que haber una respuesta contundente.
¿Les llamó la atención que el Banco Santander no haya dado la alerta?
El banco minimizó totalmente, por el momento no se tocaron cuentas, pero están dejando a las personas expuestas, lo que hacemos es dar una información a la sociedad. Está creciendo de forma muy importante. Se estimula la digitalización de las personas, se recomienda el uso de estos medios, pero se deben hacer responsables y asegurarles a las personas la seguridad de esto. Por otro lado, está el fenómeno de tercerización de muchos servicios de los cuales nadie sabe qué datos concentran.
La operativa en las líneas de frontera con empresas argentinas que operan manejando información a través de los POS, ¿tiene similitud con lo que denuncian?
En el caso del uso de las tarjetas Visa y Mastercard sabemos que los datos van afuera, pero en este caso del Banco Santander sorprende que los datos salgan. Los manejos de las bases son autorizados por el Banco Central, pero dejan en evidencia a las personas. Lamentablemente, debemos esperar que las cosas sucedan para tomar cartas en el asunto.
¿El Banco Santander debería asumir las responsabilidades de lo que pueda suceder, como ustedes lo denuncian?
Ese es un tema: los bancos no se hacen cargo de los procesos en el que el usuario sea engañado. Cuando la información sale de la base de datos está claro que la responsabilidad es mayor, pero cuando se generan las estafas por plataformas como Marketplace pueden exonerarse de cierta responsabilidad. Aquí debe haber educación, mostrar qué se puede aceptar y qué no, cómo tomar conocimiento de la interacción que es aceptada y cuál no, es sumamente limitado esto.
En los últimos tiempos se han dado delitos contra personas que tienen grandes sumas de dinero, algunas en cofre fort. ¿Hablamos de posible filtración de información?
Eso es relativo; cuando el dinero está en efectivo, ni siquiera los funcionarios lo saben, solo la persona que está autorizada, los funcionarios y el banco no tienen conocimiento. El hecho de cómo acceden a esta información excede al banco.
Ustedes mencionan el riesgo que corren clientes y funcionarios. ¿A qué se refieren?
En el caso de los riesgos, la fuga incluye el acceso a las informaciones de los funcionarios que trabajan en el banco.
En la medida en que el Banco continúe con esta actitud “pasiva”, ¿cuál será la actitud de AEBU?
Mientras que el banco no asuma esto, seguiremos incentivando a los clientes a que soliciten información de lo sucedido. El Banco Santander debía estar informando sobre esto, eso sería lo que estamos reclamando, están por demás expuestos.
¿Seguirán en contacto con el Banco Central?
Seguimos de cerca lo que hará el Banco Central, ya que es la policía financiera y debe evitar perjuicios a los clientes de los bancos. Debemos reiterar a las personas que tienen derechos.
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