Hace unas décadas se estrenó una película de Francois Truffaut titulada Disparen sobre el pianista en la que actuaba el cantante Charles Aznavour y que tuvo su origen en una novela policial del género negro, en cuyo desarrollo se destacaba un café concert de mala muerte, donde un pianista amenizaba a los presentes y el título refería a un dicho común en ese ambiente prostibulario: “No disparen contra el pianista, hace lo que puede…”.
Parafraseando con ese título el epígrafe de este artículo, quiero expresar los ataques que ha tenido que sufrir Cabildo Abierto de nuestro sistema político, y también su líder, el general Manini, desde el comienzo mismo de su exitosa aparición en la elección de 2019 con el 11% de los votos.
El principio fue una amenaza del fiscal Morosoli Díaz, subordinado, amigo o pariente del fiscal de Corte, Jorge Díaz, anunciando la formalización con prisión del general Manini por su firma en un acta también suscrita por el presidente Vázquez y el ministro de Defensa, Dr. Menéndez, referida a un hecho vinculado al deceso del tupamaro Gomensoro, ocurrido medio siglo antes. Naturalmente que el fiscal Morosoli se “olvidó” que las jerarquías firmantes eran las responsables, si es que había una ilicitud, solo le cargó las tintas al líder de Cabildo, en actitud irregular y flechada, pero que obligó al general Manini a ampararse en sus fueros para evitar el atropello sin fundamento jurídico ni fáctico. Lo que luego le reprocharon los frentistas, cuando fue un acto de legítima defensa, frente a una Fiscalía ideologizada, por el ex fiscal de Corte Jorge Díaz, siempre al servicio del Frente Amplio.
Luego fue la negativa de los otros partidos integrantes de la coalición gobernante a respetar la designación al cargo que le corresponde a Cabildo Abierto en la Corte Electoral, y que hasta hoy se le ha seguido negando.
En el comienzo mismo de la gestión, el presidente Lacalle vetó una ley aprobada a iniciativa de Cabildo Abierto que limitaba la Ley Forestal en forma mínima y en beneficio de la colectividad, sin afectar su propósito principal.
Cuando el general Manini propuso erradicar la usura como ordena la Constitución (art. 52) no se acompañó su proyecto de reestructuración de deudas de las personas físicas, cediendo a la presión del sistema financiero, y se le obligó al esfuerzo de recolectar más de 300.000 firmas para someterlo a plebiscito. Ya logradas las firmas, asoma en la prensa en estos mismos días un grupo que reconociendo que hay más de 800.000 mil personas sufriendo endeudadas ante la voracidad del prestamista, buscan el amparo de una ley de declaración de “bancarrota civil” para su protección.
Si se trata de mejorar la Ley de Género, obviamente excedida con artículos de clara inconstitucionalidad, se desconoce el proyecto de Cabildo Abierto que fue quien primero propuso modificarla, y se le ignora totalmente, proyectando otro similar que se eleva al Poder Legislativo. Se le desconoce así el mérito de una iniciativa que adelanta Cabildo antes que ninguno de los otros partidos coaligados.
La Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos, recientemente aprobada, es otro ejemplo de lo que venimos diciendo, pues ya algunas voces hablan en contra del artículo propuesto por Cabildo Abierto, que impone unos minutos de publicidad gratuita que deben ceder los canales a los partidos políticos en proporción a su caudal electoral, alegando que es una expropiación, cuando todos sabemos que las ondas son de propiedad estatal y que es su uso y explotación con fines de lucro, lo que está a cargo de los muy beneficiados particulares, a quienes se impone un mínimo aporte de colaboración.
Asimismo, destacamos que en la Ley de Medios se incluyó a solicitud de Cabildo un artículo sobre que la información política debe ser “completa, imparcial, seria, rigurosa, plural y equilibrada”. Ahora, en actitud de franca oposición, se maneja la posibilidad de vetarlo, aduciendo que limita la libertad de expresión, que la amordaza, que le impone un cepo y es inconstitucional. Parecen olvidar que hace muy poco todos firmaron contra las fake news y que la cláusula en cuestión tiene una finalidad de orden claramente preventivo, para evitar la tergiversación de las informaciones.
Todo esto, con el consiguiente detrimento del mérito que tiene la valiosa actividad de gobierno de los hombres de Cabildo Abierto en esta administración, viene a ser el facilitado por la negativa del presidente Lacalle a convocar al Consejo de Ministros y gobernar como el líder de la coalición que lo alzó con sus votos.
Porque el Dr. Lacalle sigue operando como un presidente que cuenta con aliados que están en algunos ministerios y entes autónomos o servicios descentralizados, pero no actúa como el líder de una coalición de gobierno, que es la realidad política y electoral.
Naturalmente, la modalidad que ha impuesto le ha servido para una inteligente construcción de poder dentro del Partido Nacional, del que tiene asegurada la conducción por mucho tiempo.
No ha sido igual el resultado para nuestro partido, acusado de buscar un “perfilismo” que les parece inadecuado, cuando resulta obvio que aparte del “Compromiso por el país” que hemos cumplido puntualmente, en todos los demás temas del quehacer nacional nos debemos a nosotros mismos, y por esa razón nos comprometidos a cumplir con el programa con el que nos hemos presentado ante la ciudadanía para seguir siendo fieles a quienes siguieron a Cabildo y siguen acompañando nuestras filas.
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