La inflación se ha convertido en un tema de grandes incógnitas y preocupaciones. Sin duda, la pandemia ha generado sus efectos, pero no siempre la causa es ella. Nos encontramos ante una nueva realidad de este fenómeno, que es centro de las preocupaciones de políticos y analistas, pero que ante todo afecta a todos los actores y mercados de las economías. Lo nuevo es que las medidas y modelos de análisis de siempre no han podido ser efectivos a la hora de dar explicaciones y controlarla.
La realidad es que ha surgido gran interés por conocer más sobre qué está pasando con la inflación, en particular en realidades donde no era un fenómeno de los recurrentes.
Recientemente, en una publicación del Peterson Institute se presentó un importante artículo que sintetiza un relevamiento que se realiza sobre diez bancos centrales y sobre el cual los destacados economistas Bernanke y Blanchard investigan las causas de la inflación global de la era de la pandemia. Este trabajo tiene como antecesor los estudios que ambos hacen para Estados Unidos, que fue un caso emblemático de la alta inflación, con consecuencias no solo sobre la economía estadounidense, sino para el mundo. A nivel del país norteamericano se vio cómo la inflación de la era de la pandemia tuvo como principal explicación las tremendas interrupciones en el suministro y los fuertes aumentos en los precios de los alimentos y la energía. Pero los mismos autores destacan que los efectos inflacionarios de estos shocks de oferta no han sido persistentes, lo que responde a los problemas de credibilidad de los sistemas de metas de inflación existentes.
De alguna forma, los efectos de los shocks han afectado porque la normalización de la economía ha demorado más. Concretamente, lo que plantean Bernanke y Blanchard es que “a medida que los efectos de los shocks de oferta han disminuido, los mercados laborales ajustados y los consiguientes aumentos de los salarios nominales se han convertido en fuentes de inflación relativamente más importantes en muchos países”. La principal tendencia que se ha visto es que el objetivo de tener la inflación en los niveles meta ha sido costoso ya que requiere un tiempo mayor de niveles de desempleo. Estados Unidos fue un claro ejemplo.
Tomando como referencia el trabajo mencionado, Morteza Ghomi, Samuel Hurtado y José Manuel Montero hacen una aplicación al caso de España. En él destacan que la inflación postpandemia es producto de varias perturbaciones cercanas en el tiempo. En este documento utilizan el modelo de Blanchard y Bernanke (2023) como marco analítico para evaluar el peso relativo de los distintos factores explicativos en diferentes etapas de este episodio. De acuerdo con los resultados obtenidos, se pueden extraer dos conclusiones principales totalmente alineadas a los resultados generales del estudio de referencia, que tienen que ver con los efectos sobre la oferta y la traslación a los salarios. Concretamente los investigadores destacan que las perturbaciones por el lado de la oferta (energía, alimentos, cuellos de botella) han tenido un papel fundamental en la evolución reciente de la inflación en la economía española. Por otro lado, se traslada a salarios y tiene riesgo de ser persistente.
El mundo ha quedado afectado por la inflación, podemos seguir detallando ejemplos de análisis, aplicaciones y medidas de contención. Pero la realidad es que en estos momentos se han logrado niveles relativamente bajos. Recientemente, buscando apelar al relativo sentido común en un artículo, Manuel Alejandro Hidalgo, periodista de análisis económico, destaca que no se debe caer en el alarmismo cuando apenas superamos la barrera del 3%, cifra que en otras circunstancias habría sido considerada como bastante aceptable y atiende a un análisis más descontracturado.
La situación clara es que la inflación como fenómeno estuvo desafiando a los principales bancos centrales del mundo y las propias medidas para su contención y el objetivo último de su contención llevaron a consecuencias no siempre esperadas, o mostraron otras debilidades de la economía.
Lo relevante es que quienes se encuentran con importantes desafíos es el análisis y la política económica misma, en términos de buscar causas, entender mecanismos y sacarse los moldes a que estábamos habituados.
En una economía como la nuestra, porque parece importante este tema cuando se ha llegado a niveles tan bajos del IPC como principal indicador de la inflación, conocer sobre lo que pasa y se analiza en el mundo es fundamental. En primer lugar, porque este indicador está lejos de reflejar el costo de vida de muchos. En segundo lugar, porque el costo de tener una inflación tan baja está siendo bastante alto en términos de competitividad. La inflación tiene que ser centro de preocupación, no hay duda, pero el análisis debe ser completo y comprender que existe un conjunto de equilibrios macro a atender.
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