En el contexto de las próximas elecciones internas de los partidos, proliferan las iniciativas para la seguridad. A menudo, vemos que están formuladas por hábiles oradores que, citando datos estadísticos o de prensa, proponen titulares vacíos que no abordan los reales y complejos problemas de inseguridad que enfrenta el país.
La situación exige un enfoque serio y comprometido, basado en políticas públicas efectivas y no en promesas vacías. La ciudadanía merece propuestas realistas que aborden las causas profundas y ofrezcan soluciones duraderas.
Cabildo Abierto ha trabajado desde el primer día, marcando un camino para alcanzar las soluciones de seguridad que la gente necesita.
Recordamos, que infortunadamente, no fueron consideradas casi ninguna de las propuestas plasmadas en documentos escritos que el partido presentó a los distintos ministros del Interior. Incluso, tampoco aquellas propuestas que permitirían cumplir con lo firmado en el Compromiso por el País. Creemos que, de haber sido consideradas, hoy tendríamos mejores resultados y muchos de los males se podrían haber evitado.
Pensamos que las vulnerabilidades e ineficiencias actuales que se generaron en las administraciones pasadas, colorada y frenteamplista, aún se mantienen en la actual gestión del Ministerio del Interior, en la cual Cabildo Abierto no ha podido participar ni incidir. Consideramos que la actual administración no ha logrado revertir de manera significativa la inseguridad, ni ha proporcionado la tranquilidad y certezas que la población necesita. La actual gestión blanca y colorada de la seguridad ha sido una continuidad de las estructuras y acciones erróneas del Frente Amplio.
Claramente no se terminó el recreo. Nuestras cárceles están desbordadas, con tratos inhumanos que generan un 65% de reincidencia y una tasa de homicidios carcelarios casi cinco veces superior a la del país. Tenemos fronteras porosas y ciudades fronterizas gemelas que reproducen los escenarios de la Triple Frontera, con fuerte incidencia del crimen transnacional. En nuestro país existen áreas rurales y urbanas muy desprotegidas, en las cuales sus vecinos viven un entorno cada vez más deteriorado en su habitabilidad y convivencia, situación que se hace evidente en sus legítimas protestas por los altos índices de violencia y criminalidad con los que conviven.
Enfrentar el actual nivel de amenazas con los recursos disponibles, exige una postura profesional, anticipatoria y operativamente más eficaz en la gestión. Es obvio que para proponer soluciones primero debemos definir los problemas.
Son cuatro las grandes áreas problemáticas que Uruguay no logra resolver y su tendencia es el agravamiento. Y no hablamos solo de los homicidios, como lo hacen varios actores políticos en su carrera electoral. Hablamos de un conjunto interrelacionado de problemas al que denominamos la “convergencia criminal”.
En primer lugar, destacamos un problema que no se resuelve desde hace más de veinte años, que es la criminalidad en ascenso, con énfasis en los homicidios y violencia intrafamiliar. El segundo aspecto que requiere de atención es la creciente incidencia del crimen organizado transnacional, que abarca el lavado de activos. El tercer asunto por considerar es la situación deplorable del sistema carcelario, observado una y otra vez internacionalmente. El cuarto problema se refiere al ciberdelito, que se incrementa y aparece como una nueva y silenciosa amenaza que genera, entre otras consecuencias, pérdidas económicas muy importantes.
Una primera observación de la problemática podría llevar a pensar que son asuntos independientes, pero no es así. Es sabido por todos que la realidad carcelaria no está separada de la criminalidad, ni del crimen organizado transnacional. En cuanto al ciberdelito, está demostrado que hay organizaciones de hackers dedicadas a las múltiples formas de ataques delictivos con tecnologías de la información y responden al financiamiento de organizaciones de narcotraficantes, como lo son el cartel de Sinaloa y el tren de Aragua, ambos operando en nuestra región.
Los cuatro problemas mencionados afectan a tal punto a la sociedad que se han instalado como centro de la campaña para las elecciones internas. Aparecen políticos que, aunque nunca han resuelto una situación de inseguridad, se presentan como abanderados y expertos que, en nuestra opinión, infortunadamente promocionan ideas que se suman a un carnaval electoral.
El tema inseguridad es de gran sensibilidad, afecta a todos y especialmente a los más vulnerables que dependen solamente de la protección del Estado. Por respeto a las víctimas, es crucial que los candidatos presenten soluciones concretas y viables.
el equipo de asesores de seguridad de Cabildo Abierto estudia, caracteriza y define los problemas de inseguridad que el país padece. Ha elaborado un concepto estratégico, es decir, no solo saber lo que se debe hacer, sino también cómo hacerlo. Atiende las situaciones en forma decidida, plasmada en una serie de propuestas orientadas con ocho ejes estratégicos, en donde se formulan las posibles acciones orientadas a mejorar la seguridad.
Estamos convencidos de que el proyecto “Un país seguro para todos” del programa de seguridad que proponemos podrá enfrentar la convergencia criminal actual, con un abordaje global, profesional y eficaz que permita alcanzar el Uruguay seguro que todos anhelamos.
*Asesor y Coordinador de Equipo de Seguridad de Cabildo Abierto
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