A partir de ahora se podrán desarrollar diversas estrategias y avanzar en varios campos sanitarios y biotecnológicos, dijo el INTA en un artículo donde explica la importancia del paso dado.
Científicos del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) secuenció el genoma de la chicharrita del maíz, lo que se consideró un “hito científico para entender la biología del insecto vector que afecta al cereal”. Con el avance alcanzado se podrá “diseñar estrategias más eficientes para su control”.
El INTA funciona en la Secretaría de Bioeconomía del Ministerio de Economía de la Nación.
Fue posible secuenciar el genoma de la chicharrita del maíz “a partir de haber detectado que las condiciones de altas temperaturas y abundantes precipitaciones, junto con el escalonamiento en las fechas de siembra fueron las principales causas de la rápida reproducción y migración” de la plaga, del norte a la zona núcleo de producción.
La investigación del INTA “proporcionará información para entender la biología, distribución y evolución del insecto, lo que ayudará a predecir y mitigar futuros brotes y epidemias”.
También se “posibilitará el desarrollo de enfoques más precisos y dirigidos para el control de esta plaga, mediante la reducción en el uso de productos fitosanitarios”.
Asimismo, la información se “podría utilizar en la mejora genética del maíz, facilitando el desarrollo de variedades más resistentes a las enfermedades transmitidas por este insecto”, y se entenderían “aspectos como los genes de inmunidad del insecto, identificar blancos potenciales para el desarrollo de mejores insecticidas, así como genes asociados a su interacción con las plantas infectadas y los agentes patógenos”.
“El genoma es como el manual de instrucciones del insecto”
Humberto Debat, Virólogo del Instituto de Patología Vegetal (Ipave) del CIAP, ubicado en Córdoba, dijo que “este es un primer borrador sobre el mapa genético de Dalbulus maidis; el genoma es como el manual de instrucciones del insecto; allí está guardada toda la información que hace que la chicharrita sea el vector de enfermedades que afectan al maíz”.
“Conocer cómo vive el insecto, cómo se multiplica, cómo se dispersa, qué lo hace resistente o susceptible y cómo se convirtió en un ‘súpervector’, nos va a permitir diseñar estrategias más precisas y dirigidas para controlarlo”, expresó Debat, de amplia experiencia científica a nivel de patógenos y cultivos.
“Comprender aspectos sobre la inmunidad del insecto, nos permitirá identificar cuáles son los genes blancos para el desarrollo de mejores insecticidas, por ejemplo”, agregó, y aseguró que esta investigación proporcionará información crucial para entender su biología, distribución y evolución.
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