Arroz, soja y ganadería, principalmente vacuna y ovina, son los sectores más afectados, también la apicultura. Las inundaciones del norte rochense suman ya un mes y se estima que el agua recién bajará en 30 o 45 días.
Rocha sigue sufriendo la adversidad de los eventos climáticos, con una buena parte del departamento bajo agua, agua que no circula, que no se evapora, que la tierra no absorbe. Agua que permanece allí, afectando más de 100.000 hectáreas, la tercera parte del departamento, causando pérdidas millonarias en infraestructura vial y rural, en cosecha que no se ha podido realizar, especialmente soja y arroz, pérdidas en ganado que no tiene alimento, praderas que no prosperaron.
Consultada sobre la incidencia que las inundaciones tienen en el departamento, la Ing. Agr. Ana Castillos, subdirectora del Área Rural de la Intendencia de Rocha, dijo a La Mañana que las pérdidas productivas y de infraestructura son cuantiosas.
Aunque el perjuicio es mucho, en Rocha “estamos habituados a los fenómenos climáticos, que hacen que la Intendencia esté presente cada vez que sucede”, que no son solo por exceso de precipitaciones.
“El año pasado tuvimos la sequía, que también fue devastadora para el departamento en general, particularmente para la producción agropecuaria, que llevó a que se pusieran en práctica distintos mecanismos de apoyo a la producción familiar y se firmaron convenios con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para apoyar a los productores y mitigar los efectos” causados por la falta de lluvias.
Este año el evento climático fue por exceso de precipitaciones, que se dio en todo el país, con registros “muy superiores al promedio anual”. En el caso de Rocha, “en los últimos dos meses cayeron casi mil milímetros de agua, lo que obviamente golpeó la zona más baja que es al norte del departamento, toda el área de Cebollatí, San Luis, Lascano”, precisó.
La ingeniera Castillos, que recorre la zona frecuentemente, dijo que “se ven los campos bajo agua”, con “pérdidas importantes, que en el arroz son de US$ 15 millones. Las inundaciones llegaron cuando la cosecha de arroz estaba bastante avanzada, pero hubo pérdida en volumen y en calidad”.
La ganadería también siente el impacto negativo. “La Intendencia se vincula mucho con los pequeños productores y vemos que la oferta forrajera ha perdido volumen y calidad”, además “tienen que sacar el ganado de sus predios y llevarlos la calle, con una importante pérdida de peso y de la condición corporal”, que se traduce en pérdidas. “Muchos ganaderos tuvieron que malvender las haciendas, a eso se suman los problemas sanitarios causados por el pastoreo en zonas de mucha agua, que en casos llega al pecho del ganado”, describió.
Respecto a si “el agua hasta el pecho” de los animales era una metáfora, Castillos contestó que la expresión “es real”, y que hay familias rurales que “están con sus casas rodeadas de agua”; también “hemos visto familias de productores a cuyas casas entró el agua”. En todos los casos “deben llevar sus animales a lugares más secos y con pasto”, incurriendo en gastos “que son muy difíciles de cuantificar”, pero que son “muy importantes”.
“Se afectan los alambrados, la maquinaria, todas las áreas productivas”, subrayó, y destacó que “la producción apícola es otra de las ramas perjudicadas. Por ejemplo, productores que tienen apiarios en diferentes lugares del norte del departamento debieron trasladarlos a zonas más altas”. Las abejas también sufren problemas sanitarios: “Estamos viendo una alta incidencia de nosemosis, una enfermedad vinculada a la alta humedad de las colmenas y eso, sumado al frío, está afectando las colonias”.
La alimentación de las abejas es otro tema de atención, “porque la floración de las distintas especies vegetales ha disminuido mucho”. Todo lleva a “a una menor producción apícola en el departamento”, apuntó la jerarca.
Las aguas podrían bajar en un mes y medio
Rocha sufre inundaciones desde hace un mes. Estimar cuánto tiempo más permanecerá el agua en los campos “es más complejo de lo que parece”, pero uno de los datos más significativos es que no se pronostiquen lluvias, incidiendo también el sol, la humedad, el viento.
De todas formas, Castillos estimó, basada en su experiencia personal, que en 30 o 45 días el agua empezaría a bajar, permitiendo que los productores puedan comenzar a pensar en dedicar esa área en la producción.
“Cuando baje el agua va a costar mucho recuperar los predios”, no es algo que ocurra de un día para el otro, porque “son zonas que están bajo agua desde hace más de 30 días, en un momento del año donde el frío y la caída notable de las temperaturas incide en la producción y el crecimiento del pasto”. Se espera que el desarrollo de las pasturas “sea mínimo”.
En el marco de la emergencia climática declarada por el Poder Ejecutivo, la Intendencia de Rocha emitió una resolución para prorrogar el pago de la segunda cuota de la contribución inmobiliaria rural, una medida que se implementó frente a la sequía como ahora por las inundaciones. “Es una forma de apoyar a los productores”, señaló Castillos. La medida significa “aumentar el plazo para el pago de las cuotas de la contribución rural sin multas y sin recargos”.
En cuanto a qué obras de infraestructura podría realizar la Intendencia, Castillos mencionó la limpieza de los caminos rurales y las salidas de agua. Una de las ideas es agrandar la boca de los puentes para que el agua pueda circular más rápidamente, evitando o disminuyendo la inundación de los campos de la zona a través de mejorar el movimiento del agua. Son obras sobre las que tiene incidencia la Intendencia y no solo dependen del Gobierno Nacional.
El dragado de cañadas es otra obra importante que permite la circulación del agua. Todas esas cosas la Intendencia las hace tradicionalmente.
La prioridad es sacar la producción
La Intendencia de Rocha ha intervenido sobre la caminería rural. El departamento tiene unos 2800 km de caminería que se mantienen permanentemente. De ese total, desde el comienzo de la actual administración a 2023, se ha podido conservar en buenas condiciones el 50%, a un costo muy importante para la Intendencia, que se sustenta con lo que se recauda por la contribución inmobiliaria rural.
“Pero no estaba previsto que se dieran estas lluvias tan intensas” observadas en los últimos dos meses, que “afectaron mucho la caminería rural, sobre todo al norte del departamento”. Esa situación lleva a que se deban “disponer recursos” que se estiman en un total “superior a los US$ 2 millones en mantenimiento de condiciones adecuadas a fin de asegurar el libre tránsito de la población, pero también permitir que los productores rurales puedan sacar la producción. Esa es la prioridad, porque no se puede atender todo el departamento a la vez”.
En las reuniones de la Mesa de Desarrollo Norte que integran organizaciones rurales, y productores “el principal planteo que se hace es la situación de la caminería”. Sin embargo, “es tanta la demanda que estamos limitados en la maquinaria para poder llegar al mismo tiempo a las zonas más afectadas”, agregó.
Castillos concluyó señalado que por la declaración de emergencia vial el gobierno nacional hace transferencias de recursos a las intendencias, que en el caso de Rocha es por unos US$ 510.000, “un aporte muy importante para la reconstrucción de la caminería rural”.
Faltan medidas de apoyo a la producción familiar
La subdirectora del Área Rural de la Intendencia de Rocha, Ing. Agr. Ana Castillos, recordó que a fines de mayo el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) realizó una declaración de emergencia para algunas zonas de Rocha (seccionales 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª y 9ª), a pesar de lo cual “hasta el momento no se han implementado” los apoyos y la Intendencia “está a la espera de la comunicación con medidas concretas a la producción familiar”.
“Los productores están muy necesitados de que las medidas se tomen y pongan en práctica, porque además del agua que se mantiene desde hace mucho tiempo ahora se agregan las bajas temperaturas que también compromete la producción de ganado vacuno como ovino”, subrayó.
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