La burocracia de nuestro país no ayuda a facilitar el terreno de estos notarios para trabajar, y el estrés de los mismos es un tema de preocupación en el área médica. Atalivar Cal es, recientemente, presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay, y repasó en conversación con La Mañana cuáles serían las medidas acordes, según su entender, para mejorar no únicamente la situación a nivel profesional, sino también social, económico y de entrada de nuevos inversores que podrían ampliar el mercado laboral.
Respecto al control de lavado de activos, ¿complican los negocios las obligaciones de control impuestas a los escribanos?
Primero es necesario aclarar que los escribanos no nos oponemos a la realización de ciertos controles, aunque claramente pretendemos racionalizarlos. Algunos negocios se han complejizado, y creo que en especial aquellos en los que intervienen las personas socialmente más débiles. ¿Cómo justifica ingresos el que vive de “changas” o del trabajo informal y fue ahorrando en su casa sin tener el dinero en el banco?
Los inversores muchas veces se cansan de las exigencias. Porque cuando llegan al país con su inversión para pagar impuestos y mover la economía, lo recibimos con una artillería pesadísima: primero el banco le exigirá lo que corresponda para acreditar la legitimidad del origen de los fondos; luego el escribano actuante le exigirá lo mismo respecto a la cuota ava parte de ese dinero que vaya a utilizar, e inmediatamente la inmobiliaria terminará pidiéndole otra vez las mismas cosas sobre la misma suma.
A veces esto termina generando mucha molestia y vemos que el propio país y su burocracia, sin agregar valor a los controles, complican la concreción de operaciones. Tenemos una población económicamente activa, muy reducida, y si no simplificamos (sin perder garantías) estamos limitando el volumen de negocios que genera trabajo y recaudación por el Estado.
No planteamos que no se controle, sino generar caminos virtuosos que eliminen trámites, molestias y gastos, diferenciando la obligación de control en aquellos negocios que, después de determinada suma, se realicen con dinero en efectivo.
Entonces, aunque el banco controló el origen de los fondos, ¿los escribanos deben luego hacer lo mismo?
Sí, aunque parezca absurdo. Actualmente, a los escribanos se nos pide que controlemos la misma suma de dinero que bajo fuerte control antilavado fue depositada en un banco y ahora saldrá de este para utilizarse en un negocio. Los escribanos entendemos que el dinero que proviene de un banco debería tenerse por bueno, tiene que ser considerado dinero limpio, porque esa institución financiera ya hizo los controles sobre su origen.
No pretendemos que las operaciones se hagan en efectivo, ni que no se usen medios de pago bancarios, sino que el cliente tenga la libertad de decidir cómo hacerlo y tengamos en cuenta también, que antes de la inclusión financiera, los negocios que no se pagaban con letras de cambio o depósito en cuenta, eran excepcionales.
¿Cuáles son los cambios que en materia legislativa sugieren desde la Asociación de Escribanos?
En primer lugar esperamos que la Ley de Urgente Consideración pueda recoger algunas propuestas que sabemos no afectarán ningún interés particular, no cuestan dinero, no requieren trabajo de seguimiento en el futuro, no requieren nada del Estado a posteriori, pero permitirían un impulso a la comercialización de bienes. Además del trabajo que generaría para nuestro gremio, también se produciría para inmobiliarias, automotoras, la industria de la construcción y naturalmente, al final, permitiría una mayor recaudación en impuestos por parte de los organismos fiscales.
Queremos actualizar normas donde nuestro país está muy atrasado. En materia de prescripción, si nos comparamos con otros países, somos prácticamente los únicos que mantenemos un plazo de 30 años para adquirir, cuando en otros lugares están en 15 y a veces en 10 años. Reduciendo la prescripción general, solo con esto, se permitiría el ingreso al mercado de muchos bienes que por distintas razones están al margen de cualquier comercialización y se agilitaría además la operativa bancaria de garantías.
Sugerimos solucionar problemas documentales que aparejó la Ley de Inclusión Financiera. Hemos propuesto eliminar algunas nulidades absolutas transformándolas en relativas realizado propuestas tendientes a dinamizar el mercado de los negocios, lo que al final termina siendo el que mueve la economía y el mercado del trabajo.
Nos proponemos presentar proyectos de ley que promuevan la desburocratización y se alivie el peso del Estado eliminando costos para este, lo que al final redundará en menor costo para la sociedad.
Esas propuestas que menciona, ¿están alineadas con las ideas planteadas por el presidente electo Luis Lacalle Pou?
No dudo que las propuestas que ha presentado y que presentará en el futuro la Asociación de Escribanos del Uruguay están en línea con las propuestas que se han hecho públicas por el nuevo gobierno. Pero además, ¿a qué gobierno no le interesarían propuestas que dinamicen la economía, generen trabajo y permitan recaudar más?
Por lo dicho, tenemos la seguridad que coincidiremos en los planteos como ya ha ocurrido con la iniciativa de libertad en materia de la utilización de medios de pago en los negocios. Esto coincide con una vieja aspiración del gremio notarial, así que desde que se conoció la propuesta, hemos trasmitido nuestro apoyo y expectativa de que la misma se apruebe, convencidos que será bueno para el país y su gente.
He oído decir que esto puede promover la opacidad de operaciones y el blanqueo de dinero, lo que rechazamos enfáticamente: la inclusión financiera tiene sus normas y el control de lavado de activos tiene las suyas, y aunque exista un contacto en algún punto, confundir ambos institutos es confundir la realidad o no conocer del tema.
¿Cómo se explica que a pesar de todos los controles que los escribanos realizan, igual sigan apareciendo casos como el de Balcedo y el Gran Chaparral?
Se han hecho públicos varios casos de lavado de activos y en los que intervinieron escribanos, pero en todos los negocios involucrados se pagó con dinero bancarizado, con letras de cambio bancarias, nunca con dinero en efectivo. Entonces vuelvo a señalar que no hay que confundir inclusión financiera con control de lavado de activos. Y sin generalizar pero usando el sentido común, podemos preguntarnos: si un delincuente tiene mucho dinero en un banco y este banco no detecta su origen espurio con toda la estructura que tiene para ello, ¿es posible que un escribano lo detecte cuando se use una parte menor de ese dinero bancarizado para comprar una casa o un automóvil?
Si el escribano cumple con las formalidades de control de lavado de activos y actúa con dinero que proviene de un banco, además y por las dudas ¿tiene que contratar un detective? Hay que racionalizar los controles, poner foco donde está el problema que permite lavar y no cansar al inversor de buena fe.
Estrés notarial
Desde hace un tiempo a esta parte, se ha oído que la situación por la que están pasando los escribanos los está llevando a tener niveles de estrés que en otras profesiones no es común ver. Cal fue consultado al respecto y él explicó que el ejercicio de la profesión se ha complejizado desde hace una década.
Los escribanos estudian Derecho pero además se les impone ser controladores solidarios de impuestos, vigilar que se cumpla con un Ordenamiento Territorial “que nunca se terminó de definir en todos los departamentos”, controlar el lavado de activos y la financiación del terrorismo, controlar que se haya votado en las elecciones, entre otro sinfín de cosas.
Indicó que hay un problema de superpoblación, caída del trabajo, encarecimiento que se le ha impuesto a cada acto con costos no trasladables, la amenaza de perder fuentes de actividad por medio de la tecnología. “Pero estas referencias han sido solo como llamado de atención para mostrar cómo se ha transformado la carrera y cómo apareja muchísima presión sobre cada escribano”.
Aseguró además que se ha llegado a “un estado de actividades y de responsabilidades que nos tiene ahogados, muy estresados y que no solo nos limitan en el estudio del Derecho que es para lo que estudiamos y lo que debemos hacer, sino que además atenta claramente contra la salud”.
Cal expuso que la dirección del gremio tiene como objetivo primordial el de mejorar las condiciones de ejercicio de la profesión. “Tenemos limitaciones para ejercer que son propias de un siglo atrás; por ejemplo no podemos actuar con familiares dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad en tanto un médico puede operar a su hijo y un abogado defender al suyo. Los arquitectos hace pocos meses bajaron su responsabilidad decenal a dos años en tanto los escribanos seguimos plantados en 30 años”, contó.