Las nuevas normativas de la UE generan al Mercosur “incrementos de los costos, restringiendo a la producción y el comercio de nuestros productos”, dijo la FARM en un comunicado, por lo que reclamó “voluntad política” para “alcanzar objetivos que promuevan el comercio transparente y justo”.
La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) se reunió en el marco de la 41ª Expo Feria Internacional de Ganadería, Industria, Agricultura, Comercio y Servicios (Expo 2024) se realiza en la Asociación Rural del Paraguay, en la ciudad de Mariano Roque Alonso.
Como es habitual, la FARM analizó la producción agropecuaria regional y luego emitió un comunicado sobre los temas de mayor trascendencia.
Fundada en junio de 1997, la Federación juega un rol unificador del sector rural de los países integrantes del Mercosur.
Las instituciones que componen la Federación son las significativas de Argentina, Brasil Chile, Paraguay y Uruguay: Confederaciones Rurales Argentinas, Sociedad Rural Argentina, Confederación Nacional de Agricultura de Bolivia, Confederación de Ganaderos de Bolivia, Confederación de agricultura y pecuaria de Brasil, Sociedad Rural Brasileña, Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, Asociación Rural de Paraguay, Asociación Rural de Uruguay y la Federación Rural de Uruguay.
En el documento, los integrantes de la FARM ratifican su “compromiso” con “la producción sostenible de alimentos y energías renovables a partir de la aplicación de buenas prácticas agrícola-ganaderas y el uso de tecnología a partir de procesos de innovación continua, que garantiza la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad”; también “abordar los desafíos de producir más con menos y atendiendo la inseguridad alimentaria” de cada país del Mercosur como de la región e internacionalmente, ya que esta zona del mundo es productora de alimentos.
La Federación mantiene su posición ya expresada en comunicados anteriores sobre que las disposiciones de la Unión Europea que son adversas para el Mercosur y los países exportadores, por lo que manifestó “gran preocupación por las exigencias que en forma unilateral está impulsando la UE en temas ambientales y sociales a los países exportadores”.
Esas exigencias resultan “en prohibiciones para acceder a su mercado, como un incremento de los costos, restringiendo a la producción y al comercio de nuestros productos”.
Plantean que el bloque europeo reconozca “los marcos normativos, nuestros sistemas productivos sostenibles y evitar toda medida que lleve a un mayor proteccionismo”.
No es que la FARM se oponga a las medidas de seguridad de la UE, sino que “apoyamos las decisiones basadas en ciencia, que promueven la producción de alimentos, nutritivos, seguros, y accesibles a la población”.
Por último, instó a los gobiernos que hagan “el esfuerzo” y reclamó “voluntad política” que lleven a “alcanzar objetivos que promuevan el comercio transparente y justo, dando respuesta a la seguridad alimentaria y a sistemas productivos sostenibles. Las barreras no arancelarias vinculadas a los aspectos ambientales que están proliferando significativamente, atentan contra el desarrollo de nuestra región”.
Concluye el comunicado señalando que la FARM ratifica su “compromiso con la acción conjunta pública privada, con los gobiernos y organismos multilaterales, vemos un largo camino por recorrer, ineludible para fortalecer y potenciar el desarrollo de nuestro sector, contribuyendo a la acción climática y seguridad alimentaria mundial”.
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