La investigadora Graciela Piñeiro describió la importancia que la cuenca del río Negro tiene para el país y los abusos que se siguen cometiendo, ahora profundizados por megaempresas como UPM. Dijo que el funcionamiento del Ministerio de Ambiente es deficiente y que los gobiernos deberían tener en cuenta la opinión de la Universidad de la Republica antes de aprobar megaemprendimientos.
¿Por qué es tan importante el río Negro para nuestro país?
Porque es una cuenca que atraviesa un país y de las más importantes de la cuenca del Río de la Plata, a la cual pertenecen todos los cuerpos de agua superficiales que tenemos en Uruguay. El río Negro tiene una cuenca constituida por más de 120 cursos, incluyendo arroyos, ríos y cañadas. Recuerdo que cuando me puse a analizar toda la cuenca a través de mapas antiguos me di cuenta de su inmensidad, una percepción que fue compartida por mucha gente. Una cuenca de más de 120 cursos superficiales que vierten al río Negro refleja su importancia de manera muy elocuente. Está ubicada en un sitio estratégico para el país, ya que sustenta no solamente esa abundancia de cursos de agua sino también una gran biodiversidad y riqueza del suelo (obviamente en su estado natural).
Dice que se encuentra en un sitio estratégico para el Uruguay, ¿qué implica esto?
Es estratégica para el Uruguay por su posición geográfica, por su extensión y por su tamaño en superficie y subsuperficie. ¿Por qué puede haber una cuenca con más de 120 cursos superficiales? Eso está indicando que hay mucha agua debajo de ella. Solamente la existencia de mucha agua subterránea puede sustentar una cuenca de ese tamaño. Históricamente, esta cuenca se mantuvo sana y vigente hasta que comenzaron los abusos.
¿A qué tipo de abusos se refiere?
Los abusos de la extracción, primero sobre las aguas superficiales y luego sobre los acuíferos. Hace unos años atrás, esta práctica de extracción sin control nos dio un gran susto, yo lo considero un gran aviso. A fines de 2019 y comienzos de 2020 todos los ríos más importantes del Uruguay –y en general también todos los de América Latina– pertenecientes a la gran cuenca del Río de la Plata, se secaron. Todos al mismo tiempo. La cuenca del río Negro también sufrió muchísimo. De hecho, en el río Tacuarembó, uno de sus más importantes afluentes, mostró el lecho rocoso sin agua.
¿Cuál sería la explicación científica sobre este hecho?
Ese hecho solo pudo haber pasado porque hubo una desconexión de los cuerpos superficiales con las aguas subterráneas que los alimentan. Tú me dirás: “Bueno, ahora ya se solucionó”, pero te confieso que no estoy tan segura de que se haya solucionado. Que ya no se vea la llamada sequía parece estar ligado a un aumento muy importante en las precipitaciones sobre las nacientes de nuestros principales ríos en Brasil. El enorme caudal de precipitaciones que se han dado a partir de 2023, luego de que gran parte de la población uruguaya hayamos tenido de beber agua salada, ha permitido que los ríos estén continuamente llenos, pero también debemos decir que ello ha provocado desbordes e inundaciones muy importantes con afectaciones a las poblaciones más desprotegidas.
¿Entonces el problema es más grave de lo que pensamos?
Yo pregunto ¿qué pasa si esas precipitaciones se detienen, por ejemplo, durante seis meses? Volvemos a tener los ríos bajos. Porque el tema de los ríos es el tema de las aguas subterráneas. Y los acuíferos no se cargan tan fácilmente como los ríos. Los yacimientos rocosos –rocas en superficie, que dicho sea de paso cada vez sufren más destrucción– toman el agua de la lluvia y, a través de distintas aberturas, pequeñas fracturas de las rocas, la distribuyen hacia los niveles más profundos y así van cargando los acuíferos. Pero ese es un proceso lento, al igual que el movimiento de esa agua.
¿O sea que el mayor problema tal vez esté en las aguas subterráneas?
Dentro de lo que es el sistema de acuíferos que posee el Uruguay (¡que son muchos!), una importante característica que los distingue es la presencia de grandes fallas que los atraviesan desde la superficie hasta el basamento cristalino. Estas fallas se formaron en tiempos bastante remotos, algunas de ellas datan de más de dos mil millones de años y se forman durante procesos tectónicos relacionados al movimiento de las masas continentales, por ejemplo, cuando los continentes se unen y después cuando se separan. Hemos pasado por esos eventos por lo menos dos veces. Entonces, esas fallas pueden comunicar todo el sistema de acuíferos, de manera que cuando se extrae agua desde un acuífero superficial no siempre podemos estar seguros de dónde viene el agua; por ejemplo, si el acuífero superficial empieza a bajar su nivel, va a venir agua de otro que está más abajo. Y así sucesivamente, hasta que los distintos acuíferos van a quedar con problemas en los niveles con los cuales la capa de suelo se satura y entonces el agua subterránea puede perder el contacto con la superficie.
¿Y el riego de qué manera impacta sobre esta cuenca?
El riego fue muy fuerte por muchos años en esta cuenca, pero luego de la “retracción” de la sequía está bastante limitado porque llueve con mucha más frecuencia y con eventos de caída muy abundante de agua. Entonces, se reduce la necesidad de regar. El sistema productivo cambió en el Uruguay luego del año 2000 y los cultivos tradicionales fueron sustituidos por los que ahora se denominan convencionales, representados fundamentalmente por monocultivos de semillas transgénicas, los cuales necesitan un riego casi continuo. Esas plantas no son tan fuertes como lo sugieren, en realidad son bastante débiles y si no son regadas no tienen la misma productividad. Con ese cambio comenzó la debacle respecto al agua dulce. Esto sucede cuando se extrae agua de los cursos superficiales de manera continua y cuando bajan los ríos se sigue extrayendo de los acuíferos. No solo en el Uruguay, en general en América del Sur y en el mundo ocurrió lo mismo. Yo soy una convencida de que tenemos cuencas tan grandes en América del Sur, por ejemplo, la del Amazonas, del Orinoco, la del Río de la Plata, que deben tener una conexión en algún punto. Cuando esas cuencas son abusadas de la forma en que lo fueron, ellas van a reaccionar al unísono y de la misma forma. Y ese es el gran problema que tenemos.
¿Cuál es la cuota de responsabilidad de la forestación sobre esta problemática?
En los últimos años se incorporó esta actividad, que también impacta en los acuíferos. Es una actividad cuyo daño es difícil de ver a simple vista, pero tiene un impacto enorme. En la forestación también se plantan especies modificadas, porque los árboles son clones que se modifican genéticamente para tomar agua y crecer rápido. Las empresas que están asociadas a este sector necesitan materia prima y por lo tanto esos árboles deben estar prontos para cortar luego de un tiempo de crecimiento breve. Esos clones toman agua hasta de los acuíferos más profundos que existen en los territorios donde hay forestación. Y eso no es ningún cuento ni ninguna imaginación. Se ha estudiado por parte de la Facultad de Agronomía que los rizomas de esos árboles, o sea las raíces más pequeñas y distales, generan superficies con forma arborescente sobre los principales acuíferos, lo que implica que el árbol no se va a quedar nunca sin agua. Va a dejar sin agua para otros fines, pero ellos van a vivir y crecer hasta que no quede una gota. Ese impacto que nosotros tenemos con la forestación sobre la cuenca del río Negro es brutal. No es sobre el acuífero Guaraní, el acuífero Guaraní no existe, en realidad es un sistema de acuíferos al cual se le llama Guaraní.
¿No se toman en cuenta estos aspectos a la hora de la instalación de estos emprendimientos?
Lo que está sucediendo en el Uruguay es que se está considerando muy livianamente estos aspectos de las cuencas. Lo más crucial es que empiecen a estudiar cómo están los acuíferos en el presente, cuál es la situación de todo el sistema, cuáles son los acuíferos más afectados y sus relaciones con otros acuíferos y así determinar cuáles no pueden brindar más ese servicio porque estarían afectando a otros relacionados. Entonces, si llega, por ejemplo, una empresa que se quiere instalar en algún lugar del país para hacer uso de nuestra agua subterránea tiene que presentar esos informes. El Uruguay no puede permitir proyectos que pueden generar procesos irreversibles de la manera tan precipitada en que lo está haciendo.
¿UPM presentó estudios sobre la utilización de agua subterránea?
No creo que se hayan hecho. UPM fue una de las que dijo que iba a usar agua subterránea y que probablemente iba a sacar esa agua de los acuíferos más superficiales, pero no determinó ni de qué acuífero, ni de qué lugar de donde se distribuyen esos acuíferos. Hoy sabemos que son varias piletas llenas de agua subterránea para lo cual se perforaron distintos acuíferos, particularmente con arduo trabajo y uso de grandes cantidades de explosivos. Pero antes de que se aprobara el proyecto la información sobre el uso de las aguas subterráneas fue bastante irregular. Incluso hubo muchas organizaciones que presentaron pedidos de informes respecto del objeto de UPM para tener la necesidad de utilizar agua subterránea para la producción de celulosa. Pero no podemos dejar de lado ni olvidar que UPM obvió incluir el agua subterránea que iba a utilizar en la producción de su materia prima. Aunque hubiera presentado un informe sobre la utilización del agua subterránea en la planta, no incluyó ni mencionó el agua subterránea que se va a extraer por parte de los clones para crecer y permitir la generación cada vez más abundante de materia prima. No solamente UPM está afectando la cantidad de agua subterránea que podríamos tener para otros emprendimientos, sino que también han aparecido otros emprendimientos completamente prescindibles que también se llevarán nuestra agua sin pagar lo que ella vale. Además, contaminan el agua y el agua contaminada no vuelve al sistema. Por más que se dice que hacen reciclaje, eso solo es una estrategia para minimizar los efectos.
¿Y cuál es la responsabilidad del Estado en todo esto?
A mí me gusta siempre involucrar al presidente. Todos los informes que hago se los mando. Porque por algo es el presidente. Sino después se dice que el presidente no hizo nada, pero si vos no le informaste, él no puede saber todo. A mí me gusta involucrar a los presidentes y ver qué respuestas tengo. El asunto con estas megaempresas es que yo dudo que los presidentes tengan un poder de decisión completo y sin trabas. Por ejemplo, cuando estos proyectos se empiezan a conversar, quizás incluso en la etapa informal, los representantes de las empresas, que son más avispados en términos de lograr beneficios económicos, ya saben para dónde ir para lograr sus objetivos. Recuerdo cuando presenté el primer informe sobre las plantas de celulosa junto con una compañera de la facultad a José Mujica en 2007 y el presidente era Tabaré Vázquez, no se sabía nada de las megaempresas de pasta de celulosa.
¿Cómo fueron esos primeros contactos con el tema y las reacciones del gobierno?
Nosotras presentamos ese informe después de meses de estudio, de recurrir a informes científicos sobre el proceso que tenía la pasta de celulosa desde la plantación de los árboles y su impacto sobre el medioambiente. En aquel momento las megapasteras eran las industrias más contaminantes del planeta por la cantidad de materia prima que precisan para funcionar. Desde aquel momento nos preguntábamos para qué se utiliza la celulosa, por qué es necesario producir tanto de este producto y me quedé impresionada cuando supe la respuesta y muy desilusionada con esta especie que supuestamente es la más inteligente del planeta. Los responsables políticos de aquel momento nos dijeron que la pasta de celulosa era imprescindible para que las chicas usen pañales desechables. La verdad es que fue una aberración de respuesta que realmente nunca me la esperé.
¿Los gobernantes tienen información sobre los detalles de esos mega emprendimientos?
Lo que veo es que tienen información cero o muy poca información. Estas empresas van a los lugares donde saben que no va a ver nadie que les salga al paso porque sabe algo de lo que se está hablando. Y lamentablemente, quizás esa sí sea responsabilidad de los presidentes, en esas primeras conversaciones no convocaron a sus especialistas científicos de la Universidad de la República. En esa convocatoria no puede haber un representante, tiene que haber un grupo multidisciplinario que pueda captar toda la problemática. No digo que se rechacen los proyectos, pero que por lo menos se pongan determinadas exigencias para las cuales el Uruguay no va a dar consentimiento. Entonces la cosa sería bastante diferente y nosotros no nos sentiríamos tan abandonados por nuestros representantes. Porque yo ahora me siento abandonada.
Este gobierno instaló el Ministerio de Ambiente para abordar todos estos temas. ¿Cómo ve su funcionamiento?
Creo que es deficiente. Que me perdonen los colegas, pero creo que el Ministerio de Ambiente no puede trabajar para las empresas que vienen a proponer sus proyectos. Tiene que trabajar para el Estado que somos todos los habitantes. Lo digo con mucha pena. Nos alegramos mucho con la noticia de que existiría un Ministerio de Ambiente, de manera de dar la relevancia que tiene el cuidado del medioambiente, era una promesa y después fue una realidad que todos recibimos con mucho agrado por considerar que el cuidado del ambiente es crucial para el desarrollo de un país.
Hace bastante tiempo que las organizaciones de productores hablan sobre la necesidad de represas multiprediales. ¿Cómo ve esta posibilidad?
No sé si va a ser necesario. Las represas multiprediales serían necesarias cuando tienes una irregularidad en la frecuencia de lluvias sobre una situación de falta de agua relevante. Los principales ríos del Uruguay pueden estar hasta un año sin que caiga una gota y no van a bajar si el acuífero los alimenta. Ahora bien, cuando el río está ya impactado y el acuífero también, ahí la situación se complica. Si nosotros esperamos tres meses en un campo productivo y no hay lluvias, tendrán que represar, al menos los que producen de forma convencional. Esta necesidad viene ligada a la situación que tenemos hoy, la cual deriva del gran abuso que hubo ayer.
¿Qué análisis hace sobre el fenómeno de la Niña que está anunciado para los próximos meses?
Veo difícil que vuelva a darse un sistema de sequía en el Uruguay. Los últimos informes meteorológicos que he estado analizando han observado en sus estudios una disminución del fenómeno y, por tanto, el anuncio de corte catastrófico que habían divulgado previamente, donde se implantaba una Niña influyendo la región de América del Sur que incluye a Uruguay, ya se tornó contradictorio. Ahora dicen que la Niña viene muy débil o no llega hasta el próximo año, implicando que no van a parar las precipitaciones. No obstante, habrá que esperar unos meses.
Sin embargo, los episodios de sequía pueden llegar en cualquier momento. E n esos casos, ¿qué pasa con los cursos de agua si se represan?
En caso de que los modelos se equivoquen y venga una Niña acompañada por una sequía y así se tengan que microrrepresar los arroyos y los ríos, lo que va a ocurrir es lo que está ocurriendo en Brasil. En un solo río hay cincuenta represas. Ese microrrepresado es lo peor que le pueden hacer al río. Es matarlo. Porque el río no puede fluir normalmente, su flora y fauna van desapareciendo y así es solo agua estancada por las represas. En Uruguay se va a generar un problema adicional al sistema por la creciente distribución de la forestación. Incluso sin ninguna explicitación o fundamentación de la necesidad de aumentar el daño, ya se está hablando de otra planta de celulosa. Si así fuera, la forestación no va a retroceder. Y con la forestación en el Uruguay los ríos no se van a mejorar y tampoco los acuíferos. Si ese río que ya está impactado es a su vez microrrepresado, se va a ir impactando prácticamente todo el sistema, tanto superficial como subsuperficial.
¿Hay posibilidad de cambiar esta situación?
Algunos modelos meteorológicos a nivel mundial han anunciado que varias zonas de América del Sur van a quedar secas en 50 años. Eso es porque este sistema que se implantó y el daño que generó el abuso que se hizo ayer va a seguir avanzando mañana si no se hace un cambio radical. Una colega argentina me contaba que muchos productores se dieron cuenta que este sistema convencional de producción ya les está reduciendo su recaudación. Como se dieron cuenta de ello, empezaron a diversificar su producción y a mejorar sus campos. Ya no es un monocultivo y se está produciendo con un mínimo uso de pesticidas. Están permitiendo la diversificación de la cubierta del suelo. Este nuevo procedimiento con éxito en la Argentina se conoce como agricultura regenerativa y es en lo que tendría que pensar el Uruguay. Atraer ese tipo de proyectos, donde se puede hacer ganadería, agricultura en un mismo predio de una manera completamente sostenible y con ganancias increíbles, no solo a nivel económico sino de patrimonio, obteniendo una mejor situación para los campos. Capaz que hay que ir a ver qué están haciendo esos productores en Argentina y copiar lo bueno, porque siempre copiamos lo malo. Y empezar a mejorar nuestros campos, nuestras praderas, nuestra calidad de vida y nuestras esperanzas.
TE PUEDE INTERESAR: