La nueva novela de Juan Manuel de Prada, Mil ojos esconde la noche, subtitulada La ciudad sin luz, recientemente publicada por Espasa, es la primera parte de una obra extensa y enjundiosa en la que la ficción se desarrolla en la realidad del París ocupado entre los años 1940 y 1944. El exhaustivo trabajo de documentación del autor mediante el cuidadoso análisis de archivos y memorias de la época da un trasfondo de rigurosa veracidad a la narración, en la que se mueven importantes figuras del mundo intelectual y artístico.
El autor
Nacido en Baracaldo en 1970, Juan Manuel de Prada tuvo un temprano éxito como escritor. A la edad de 27 años recibió el Premio Planeta con su novela La Tempestad, a la que siguieron varias, también merecedoras de importantes distinciones, como el Premio Primavera y el Nacional de Narrativa por La vida invisible (2003) y el Biblioteca Breve y el de la Crítica de Castilla y León por El séptimo velo (2008).
Su primera novela, Las máscaras del héroe, también galardonada en el año 1997 con el Premio Ojo Crítico de Narrativa de RNE, transcurre durante la Guerra Civil española y tiene el mismo protagonista ficticio que la recién editada Mil ojos esconde la noche, que puede entenderse como una continuación de la anterior.
Juan Manuel de Prada también ejerce el periodismo con un estilo tan personal como valiente y rico en contenido.
Un trabajo fecundo y exhaustivo
De Prada ya había culminado obras de considerable extensión, como su tesis doctoral dedicada a la poetisa y deportista española Ana María Martínez Sagi, publicada en dos volúmenes por Espasa en el año 2022 con el título de El derecho a soñar: vida y obra de Ana María Martínez Sagi.
La vida de esta talentosa catalana ya había inspirado la novela Las esquinas del aire, escrita por De Prada poco después de haberla conocido personalmente y recibido, además de su testimonio oral, la totalidad de su obra inédita que ella misma le entregó para que fuese publicada no antes de que se cumplieran veinte años de su muerte.
En la elaboración de su tesis doctoral surgieron ciertas incongruencias entre el relato oral recibido años atrás de la ya anciana Ana María Martínez y la documentación existente, por lo que De Prada inició una profunda investigación en busca de una correcta reconstrucción de los hechos. Se abocó entonces al minucioso examen de archivos, incluyendo muchos de los existentes en París, los que habían sido llevados a Berlín en los años de la ocupación, posteriormente a Moscú como consecuencia de la victoria soviética y devueltos a Francia en los años noventa.
Después de aclarar sus dudas respecto a los datos biográficos de Martínez Sagi, el autor continuó el examen de archivos franceses y españoles, tanto públicos como privados, de los que fotografió miles de expedientes policiales, lo que por supuesto le deparó muchas sorpresas y le permitió construir su novela Mil ojos esconde la noche, basada en una documentación histórica minuciosamente real. El descubrimiento de tantos hechos, que a pesar de las incontestables pruebas existentes no han sido contados, muestra de modo contundente la falsedad de muchos de los paradigmas sobre los que se ha construido la historia, y corrobora una vez más el sinsentido de legislar sobre la memoria.
Al considerable trabajo anterior se suma la singularidad de que la novela ha sido escrita a mano. Su autor fundamenta este hecho, bastante inusual en nuestros días, afirmando que la escritura a mano da más tiempo para pensar en lo que se está escribiendo. Agradece también la colaboración de su padre, que fue pasando en limpio en el ordenador las mil setecientas páginas llenas de tachaduras, llamadas y correcciones. Sin duda, ha hecho un gran trabajo que nosotros le agradecemos también.
Bajo el cielo de París
París era en aquel entonces la capital cultural del mundo y ni siquiera los alemanes invasores escapaban a la fascinación que ejercía la “Ciudad de la Luz”. Capital de las artes y de las letras, es donde estaban los grandes “marchands”, se organizaban exposiciones que dictaban tendencias, y también allí tenían origen las grandes escuelas literarias.
Fernando Navales, quien en la novela Las máscaras del héroe es testigo y narrador de la vida en la bohemia literaria madrileña de las primeras décadas del siglo XX, aparece en Mil ojos esconde la noche como un falangista que comparte la vida parisina con una cantidad de personajes reales presentes en la ciudad durante los años de su ocupación. Navales es un personaje desmesurado, lleno de resentimiento, y su misión es tratar de captar a los numerosos artistas españoles que se encuentran en la capital francesa.
Si bien el personaje de Navales es ficticio, la situación es totalmente plausible, dado que la Falange mantuvo en París una delegación abierta hasta el año 1944, en cuyas actividades colaboraron casi todos los artistas y figuras destacadas del mundo intelectual y cultural español, ya fueran exiliados, republicanos de izquierdas, comunistas, o liberales.
París vivía una calma amable y condescendiente con las fuerzas de ocupación. En Francia existía un antisemitismo ya presente antes de la invasión alemana, y en esas circunstancias la diplomacia española actuó salvando a muchos judíos de la persecución nazi. Existían figuras “intocables” como la de Pablo Picasso, que se mantuvo al margen en su pedestal y solo se afilió tardíamente al Partico Comunista cuando consideró que podía serle beneficioso. Se cuenta cómo Jean Cocteau le pidió a Picasso que firmara una carta solicitando a los alemanes la liberación de un joven preso por judío, a lo que él se negó, a pesar de que la víctima es su propio ahijado, y esa muestra de egoísmo se suma a su ya reconocido sadismo con las mujeres.
Otra de las figuras destacadas de la intelectualidad española que aparecen en esta “ciudad sin luz” es Gregorio Marañón, quien en París escribió un artículo muy esclarecedor que analizó en profundidad la situación en España, de una complejidad mucho mayor que la simple oposición entre demócratas y fascistas.
El acto celebrado en París el 12 de octubre de 1942, en el que Marañón diserta en presencia de nazis y autoridades francesas, es descrito al detalle en esta novela, en que converge la buena literatura con el rigor histórico.
Especial para La Mañana desde Madrid.
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