Desde hace casi 40 años, Sergio Yusef Neme reside en Argentina y es el referente principal del Centro de Residentes Uruguayos. Es un reconocido militante del Partido Nacional, pero con sentido de autocrítica. Si bien se manifiesta como un defensor de la coalición multicolor, expresa que esta fracasó y que en los últimos tiempos el presidente Lacalle Pou se manejó en el gobierno como “un patrón de estancia”.
“La elección de Ripoll la considero un acto de desesperación”
En nota concedida a La Mañana, Sergio Yusef Neme se refirió entre otros temas al momento político actual, el funcionamiento de la coalición y la actitud del gobierno nacional hacia la Dra. Irene Moreira solicitando su relevo como ministra de Vivienda, que consideró “una falta de respeto”.
¿Cómo se ve el escenario político uruguayo desde la vecina orilla?
El reflejo de la vecina orilla es bastante importante, porque influyó mucho en las pasadas elecciones. Aunque nadie lo diga a grandes voces, Luis Lacalle Pou lanzó la campaña y venía para acá, empezamos una estrategia y trabajamos entre compatriotas. La coalición se empezó a gestar acá, porque en esas reuniones que hacíamos participaban políticos que hoy están ocupando cargos importantes, incluso colorados, mostrando que íbamos todos juntos. Me costó bastante esa situación, el único que estuvo completamente de acuerdo y que pensó que había que replicarlo fue Lacalle. Me preguntó cómo hice para ser dirigente de una entidad entre blancos, colorados y frentistas, y le respondí: “Todos queremos lo mismo”. Nosotros no tenemos esa grieta, allá van detrás de una misma meta, pero se alejan siempre del pueblo. Esto es un deterioro, porque realmente no hay expectativa en ningún candidato.
¿Qué opinión le merece la creación de la coalición?
Fue algo maravilloso, el reflejo de lo que nosotros hicimos como residentes uruguayos. Fue algo para cambiar, y estoy escribiendo un libro sobre esto. La gestión de Luis fue muy buena, es alguien muy entrador, muy creíble. Por eso me asombra muchas cosas que suceden desde un tiempo a esta parte. Pero él logró convencerlos a todos de que teníamos que sentarnos juntos. No sé qué pasó, porque para mí no se cumplió con una coalición formal.
Dentro de la coalición se suponía que habría armonía, pero lo sucedido con Cabildo Abierto demostró lo contrario. ¿Lo de la senadora Irene Moreira fue una muestra de esto?
Diría que la falta de respeto comienza con Talvi, en muchas cosas. Después salió la ley que votó el Frente y Cabildo sobre limitar las zonas a forestar, que fue una cachetada. Yo, siendo un presidente, no le puedo hacer eso a un socio, nos deberíamos haber sentado y repensar todo, buscar la vuelta y que no trascendiera. Lo de Irene fue una falta de respeto. A mi entender y con la información que tengo, no hubo dolo como para echarla. Ahí Luis actuó como patrón de estancia, en muchas cosas le gusta ser así.
¿Qué opinión le merece la designación de Valeria Ripoll como candidata a la vicepresidencia?
Para mí, es un acto de desesperación, no cabe otra. Ellos cambiaron su formato de hacer las elecciones internas. Al principio estuvimos hablando con casi todos los líderes, incluso Camy, y me gustaba que hubiera una contienda entre los distintos sectores, con muchos caudillos buenos, haciendo una linda interna. Pero en un momento se bajó la línea de que todos tenían que ir detrás de Delgado. ¿Quién nombra a Delgado? Se usó el mismo estilo que los K usan acá. Empezás por ahí, porque para financiar una campaña se necesita plata, entonces vas con la billetera y la promesa de “vos vas a ser diputado”, “vos senador”. Yo dudo muchísimo que alcancemos a ganarle al Frente, porque la realidad te rompe los ojos. Talvi trajo alrededor de 100 mil votos, hoy unos 70 mil de esos votos están de vuelta en el Frente, me lo han dicho frentistas. Cabildo también trajo mucho voto en aquel momento.
¿Esto que está ocurriendo en departamentos como Artigas hace caer las pretensiones del Partido Nacional a nivel país?
Realmente hoy es todo duda. No hay una forma de tener una estadística al respecto. Yo antes apostaba porque manejo mucho las redes, hablo con gente de todos los partidos y saco mucha cosa. Hoy le ordenaron a Orsi a callarse la boca porque los blancos poco menos que le hacemos la campaña. La coalición está afectada. Hoy sale a pelearla Manini y el chico nuevo, Ojeda, que no lo conozco pero me cae simpático, está buscando un futuro. Pero hay muchos que quieren imitar a Milei, un caso único y sin ningún parecido en Uruguay. No hay nadie que convenza como lo hizo Milei acá, que volteó a nada menos que el peronismo. A mí me extraña muchísimo lo que está pasando. Cuando Luis comenzó a gobernar, se basó muchísimo en Jorge Larrañaga, porque tenía batalla, era caudillo, y si te respalda te da la fuerza para llegar a cumplir tu etapa. Perdió, se puso a disposición y se nos muere. Cuando lloraba Luis, lo hacía en serio porque se le terminaba el “dale vos, Guapo”. A él no le gusta meter el cuchillo, siempre fue como un nene simpático. No sé quién lo asesora, pero ahí empezó el despiole. Estoy seguro de que él no quería esto.
Imagine dos escenarios, Uruguay con Orsi de presidente y otro con Delgado, ¿cómo los ves?
Realmente, en un mundo globalizado y con tendencia a la derecha, ¿pensás que le va a ir bien? Recién estaba escuchando a Corina Machado, se está dando vuelta Venezuela y nosotros estamos rumbo a Venezuela. Porque estamos indicando que vamos para el lado de la izquierda, con Brasil, con Lula. ¿Vos escuchás lo que dicen los brasileros que está pasando con Lula? La libertad de expresión no está, nunca podríamos hablar como lo estamos haciendo ahora. A Delgado lo conozco, trabajamos juntos. Delgado sirve para trabajar, pero ya con la primera decisión que hizo… Él quiso dar un golpe con Ripoll, pero ¿quién es? Era la persona que hace unas semanas te puteaba. Podés atraerla, yo participo en la política de Colonia y veo que están llegando líderes de los sindicatos, pero es todo gente que conocemos, que los padres son blancos.
¿Se rearma la coalición?
Después de las elecciones, creo que vienen tiempos nuevos. No da lugar a mucho… Esta coalición, sinceramente, fracasó. No trabajó como coalición, trabajó bajo el mando de un patrón de estancia. Mi sentimiento con Luis es paternal, lo conozco desde muy joven y realmente lo admiro en muchas cosas, porque era el único que podía dar vuelta la hoja. Y lo hizo, pero se perdió, o lo hicieron perderse.
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