Las pasturas sembradas constituyen un elemento clave para mejorar el resultado físico del sistema de producción. El incremento en la productividad de debe a la mayor producción de forraje que permite mejorar la performance animal y/o incrementar la carga del sistema. Para lograr este objetivo, es necesario realizar un manejo adecuado de las pasturas que permita maximizar la producción de forraje.
En nuestras condiciones, una de las principales limitantes que presentan las pasturas perennes es la baja persistencia y la marcada estacionalidad en la producción de forraje. Generalmente, en los sistemas de producción de Uruguay, las pasturas sembradas tienen una persistencia con buenas producciones de 4 años de vida, aunque existen ocasiones en las cuales se observa mayor sobrevivencia. La persistencia de la pastura depende de varios factores como por ejemplo el clima, el tipo de suelo, la mezcla forrajera utilizada (especie, proporción de leguminosa y gramínea) y el manejo realizado (implantación, fertilización, control de enfermedades, plagas y malezas, y manejo del pastoreo).
En Uruguay, el verano se caracteriza por presentar altas temperaturas y un marcado déficit hídrico, que determina un bajo suministro de agua. En estas condiciones, un manejo inadecuado del pastoreo podría generar muerte de macollos e inclusive de plantas, comprometiendo la persistencia de la pastura.
Es importante entrar en esta estación con las raíces bien desarrolladas para una mejor extracción del agua del suelo y con buena biomasa de forraje debido a que esta alta cantidad de hojas en las plantas, determina una menor temperatura a nivel del suelo. Este control es clave porque las altas temperaturas a nivel de suelo pueden afectar las yemas axilares basales y, por tanto, la generación de macollos en gramíneas, perjudicando la persistencia y la producción de forraje de la pastura en las próximas estaciones.
La restricción del pastoreo y el traslado hacia un área con sombra y acceso a agua durante las horas de mayor temperatura es una alternativa eficaz en aumentar aproximadamente un 30% la ganancia de peso
En verano, la pastura debería utilizarse con un esquema de manejo conservador mediante pastoreos controlados. La intensidad de pastoreo hace referencia a la altura del forraje remanente que queda luego del pastoreo. A medida que se aumenta la intensidad de pastoreo (pasar de 10 a 3 cm de remanente), disminuye la producción de forraje en otoño e invierno, y se incrementa el nivel de enmalezamiento (gramilla), por tanto, seria recomendado en esta estación mantener un remanente mínimo de 10 cm. En aquellas situaciones adversas donde existe altas temperaturas y sequía, para asegurar la sobrevivencia de la pastura, es conveniente no realizar el pastoreo.
Asignaciones de forraje en torno de 6% de peso vivo (PV) son las más adecuadas para evitar sobrepastoreo en esta época del año. La performance de novillos de sobreaño en estas condiciones estaría en torno a los 0,600 o 0,700 kg/día. La restricción del pastoreo y el traslado hacia un área con sombra y acceso a agua durante las horas de mayor temperatura (10:30 a 16:30) es una alternativa eficaz para aumentar aproximadamente un 30% la ganancia de peso (0,900 kg por día). Similar efecto se obtiene cuando se suplementa con granos al 1% de PV. En categorías más chicas como destete precoz, la asignación de forraje recomendada para un mejor desempeño es de 8% de PV. Es importante considerar que es necesario realizar la suplementación al 1% de PV como se describe en el protocolo de destete precoz para obtener las ganancias que mantendrían al pie de la madre (en torno a los 0,600 kg/día).
Estos niveles de asignación de forraje (entre 6 y 8 %) tienen un efecto positivo sobre las pasturas, ya que permiten remover el material senescente y obtener buenos consumos, sin comprometer el rebrote y la persistencia de la pastura.
¿Cómo calcular la asignación de forraje?
La asignación de forraje corresponde a los kilogramos (kg) de pasto que se le ofrece a un animal, expresado en kg de materia seca (MS) de pasto cada 100 kg de PV.
Veamos un ejemplo para la siguiente situación: novillos de 300 kg de peso vivo manejados con una asignación de forraje del 6%. Considerando el peso del novillo de 300 kg, se deberá ofertar por día 18 kg de MS (300*0,06). Para estimar la disponibilidad de forraje de una parcela es necesario realizar la técnica de doble muestreo, sin embargo, en situaciones de campo se puede estimar en función de la altura del forraje, donde se hace referencia a que 100 kg MS corresponden a 1 cm de altura. Se debe tener en cuenta que esta relación puede variar en función de la época y de la especie forrajera. Si el potrero tiene un área de 10 ha y una altura de forraje promedio (medida en varios puntos) de aproximadamente 25 cm, la disponibilidad estaría en torno a los 2500 kg MS/ha. Esta oferta de 25000 kg MS total, permitirían tener un lote de 50 novillos pastoreando aproximadamente 28 días. Los días de pastoreo se calculan mediante la siguiente formula: Disponibilidad de forraje total/ (kg MS diarios por animal *cantidad de animales).
Un aspecto importante a incluir para ser más exactos en este cálculo, es la tasa de crecimiento de la pastura (kgMS/ha/día) y el incremento de peso del animal en dicho periodo en función de las ganancias esperadas.
*Ingeniera Agrónoma